Columna de Francisco Huenchumilla: Qué fue lo que pasó en Temucuicui
Por Francisco Huenchumilla Jaramillo, senador.
El debut del nuevo gobierno en la Araucanía estaba cargado de esperanzas y expectativas, pero un ripio en el camino empañó el carismático ímpetu de la ministra del Interior. En política los problemas no son el problema, sino que el problema es la forma como uno encara los problemas. Es el arte de la política.
Los ministros del Comité Político encaran problemas y situaciones que están constituidas por cuestiones inmateriales, problemas intangibles que constituyen la esencia de la política, donde las matemáticas no sirven y donde no existe en La Moneda un Manual de Procedimientos que te indique paso a paso cómo preparar una visita a Temucuicui. Es a lo que yo me enfrenté en 2014, cuando a días de asumir como Intendente, visité Temucuicui.
A mi juicio falló, lo que podríamos llamar, una política de anticipación. Imaginar cuál será el más probable escenario en que podría desarrollarse una visita a esa comunidad; y para ello, el factor clave es la información, pero no cualquier información, sino una que haya sido procesada, contrastada y que sea útil para tus propósitos, en otras palabras, que esa información se transforme en inteligencia política para que la ministra pudiera haber tomada la más correcta decisión posible.
Si así se hubiera procedido, se hubiera sabido la verdadera historia de la Comunidad de Temucuicui, que lleva años de lucha, enfrentándose con el poder; lugar de despojo y muertos; de resentimiento, aplastamiento y racismo; que hace tiempo dejó de creer y que escogió su propio camino; que, a las comunidades, si se es autoridad, se debe convenir con él o los jefes los propósitos de la visita; y que en ese territorio hay un liderazgo indiscutible que se llama Víctor Queipul.
Y lo más importante, que al ser una sociedad sin Estado, no existe el concepto de ley a la usanza occidental, sino que sus normas se basan en el contractualismo, o sea en los acuerdos libremente adoptados sin imposición de nadie, y con ello cada comunidad se protege de los extraños. Tarea para la casa.