Columna de Francisco Muñoz: Un antes y después en el atletismo chileno

Atletas
Las integrantes de la porta 4x100, Anais Hernandez, Maria Ignacia Montt, Martina Weil e Isidora Jim{enez, en Santiago 2023. Foto: Reuters


Por Francisco Muñoz, presidente de la Comisión de Atletas

Lo que ocurrió en el atletismo fue para muchos la gota que rebalsó el vaso. Independientemente de la cobertura que tuvo este tema, para opinión de varios era necesario que esto se visibilizara. Las medallas obtenidas quedarán para siempre en la historia y sus atletas, los cuales han aprovechado como corresponde la difusión mediática para hacer visibles sus experiencias y desafíos; para compartir con la gente lo que es vivir del deporte y sus alegrías.

Gracias a estos últimos juegos no sólo se crearon admirados y admiradores, sino un cambio en la cultura deportiva en la raíz de la sociedad.

La denuncia interna y lo mediático de ella tendrá fecha de expiración, pero con el expediente de haber generado un cambio en las políticas deportivas y las malas prácticas que se vienen evidenciando de años atrás. La idea es que muchos deportes, dirigidos por diferentes federaciones, logren endurecer sus criterios de selección en pro al respeto y reconocimiento del esfuerzo de muchos deportistas, donde muchos han callado frente a las injusticias vividas y los “vacíos legales” entremedio, que están hechos para realizar “arreglines”.

Aquí es donde la mano política debe endurecer la ley del deporte y levantar modificaciones que hagan más rigurosos los procesos: exigir trasparentar y no omitir ningún detalle en donde las federaciones “se reserven el derecho de”. El deporte chileno, a diferencia del fútbol, verá obstaculizado su crecimiento si este no se profesionaliza debidamente. Si existiera profesionalismo podríamos gozar de mejores procesos y más densidad de deportistas para incrementar la sana competencia y los resultados tanto dentro como fuera del país.

Luego de todo, sea cual sea el resultado de la investigación interna, la Comisión de Atletas tendrá la misión de exigir endurecer los criterios de selección y no dejar entrever ninguna parcialidad, partiendo por el proceso de relevos, el cual es uno de los menos documentados. Me atrevería a decir que partiremos por exigir la no intervención de entrenadores con vinculaciones a los atletas preseleccionados en diversas aristas. Seguiremos viendo conflictos de interés en muchas esquinas y nuestra misión será erradicarlos para que nunca más se margine gente en estos procesos selectivos.