Columna de Gabriel Gaspar: La conscripción: punta del iceberg
Por Gabriel Gaspar, cientista politico, ex subsecretario de Guerra, FF.AA. y Defensa.
El debate abierto sobre el insuficiente financiamiento de soldados conscriptos y profesionales está nublado por un conjunto de afirmaciones inexactas, y por la ausencia de una visión de conjunto de la Defensa Nacional.
Veamos las afirmaciones erróneas: se dice que fue un grave error revelar los datos de conscripción vigentes. Falso, desde su primer Libro de la Defensa (1996) en adelante Chile ha hecho público tanto la base de conscripción como el número de acuartelados.
También se afirma que la baja conscripción se debería a la lamentable muerte del soldado Vargas. Esto último ocurrió a fines de abril del presente año, el contingente 2024 se acuarteló en marzo pasado e iniciaba su periodo de formación básica. Si esto afectara el nivel conscripción, se debería reflejar recién en el contingente 2025. Autoridades de gobierno, parlamentarias y columnistas, han insistido en esta hipótesis, lo cual refleja a lo menos desinformación.
Por su parte el número de soldados depende del tamaño de la fuerza que se estima necesaria. La fuerza requerida para enfrentar los riesgos y amenazas que enfrenta el país. Esa es la médula de la Política de Defensa, que obliga una permanente actualización y que a la fecha está pendiente. No es un tema solamente contable, porque además de los recursos humanos aquí deben incluirse los medios materiales que están en constante desarrollo tecnológico. Es un tema de largo plazo y por ello se crearon los Fondos Plurianuales y de Contingencia que reemplazaron a la ley del cobre. Corresponde poner a funcionar en plenitud el nuevo sistema.
Finalmente llama la atención que las palabras del general Iturriaga, en una sesión de una comisión del Congreso el 28 de octubre, recién hayan recibido un comentario por parte del Ministerio de Defensa el 11 de noviembre. Mas aún, cuando sus autoridades estaban presentes en la citada comisión.
