Columna de Gayle Mac Lean y Francisca Werth: Que lo urgente no postergue lo importante
Por Gayle Mac Lean C., directora de Prevención e Innovación Fundación Paz Ciudadana y Francisca Werth W. directora de Justicia, Reinserción y Crimen Organizado, Fundación Paz Ciudadana.
La muerte de la carabinera Rita Olivares nos conmovió a todos. Lo que Rita representaba en nuestra sociedad como mujer, trabajadora, madre, hermana y compañera, apela a una emoción que es compartida por millones. Es que aún somos una sociedad que se remece ante la violencia y la muerte.
El mundo político acusó el impacto y, en horas, acordó dar celeridad a una agenda de proyectos de ley de seguridad para tramitarlos sin demora. Para quienes trabajamos en el desarrollo de políticas públicas de seguridad y justicia, y en general para todos, es una buena noticia que se priorice con un apoyo transversal la discusión sobre un tema que tanto preocupa a la sociedad, como lo muestra consistentemente el Índice Paz Ciudadana.
Sin embargo, la violencia no disminuirá si no se abordan los principales factores que la causan y perpetúan. Tipificar nuevos delitos y aumentar las penas puede ser relevante y hasta tener un efecto simbólico, pero no afectará al ecosistema de la delincuencia. Así, no moveremos la aguja.
Para consolidar los cimientos de un país más seguro, la prioridad debe ser impulsar estrategias de prevención y reinserción, cuyos resultados veremos en el mediano y largo plazo, pero que la evidencia muestra que son más efectivas y rentables económica y socialmente. En prevención, la clave es la acción temprana, por lo que niñas, niños y adolescentes deben estar en el corazón de esta agenda.
Fortalecer el rol protector de los barrios y las escuelas, particularmente, en los contextos de mayor vulnerabilidad, es fundamental. Además, invertir en programas de reinserción efectivos no puede omitirse si de verdad queremos afectar el ecosistema criminal. De lo contrario, y tal como lo vimos con los imputados en el caso de Rita Olivares, nos encontraremos con más jóvenes reincidentes con historias de tempranos y múltiples contactos con el sistema de justicia. Es un camino largo y, para prosperar, requiere del compromiso de autoridades generosas y con visión de Estado, pues sus éxitos desconocen quiénes los cosecharán.