Por Gonzalo Valdés, Director Ejecutivo Centro de Políticas Públicas, Universidad Andrés Bello
La histórica elección de gobernadores regionales dejó como claro perdedor al oficialismo, pues 15 de las 16 regiones serán lideradas por figuras de oposición. De ahí podrían surgir futuras cartas presidenciales o senatoriales, por lo que el futuro equilibrio político se inclina hacia la izquierda.
La Moneda enfrenta un gran desafío. Primero, debe evitar nuevos errores no forzados (como recortar el presupuesto de las autoridades regionales) y, segundo, en los pocos meses de gobierno que le quedan debe promover que sus candidatos futuros sean competitivos. Las autoridades mejor evaluadas hoy son los alcaldes, que están en terreno y gestionan temas tan prácticos como las luminarias o la basura municipal.
La ciudadanía reconoce que el trabajo de los ediles es vital para la vida en comunidad y de gran impacto en el día a día individual. Chile Vamos ha logrado buenos resultados electorales en municipios debido a su naturaleza práctica y tangible, que calza bien con los principios de la colectividad. En contraste, las atribuciones actuales de los gobernadores son difusas y lejanas. Resumiendo, éstas son 1) liderar el Servicio del Gobierno Regional; 2) solicitar al Gobierno Central nuevas competencias; 3) proponer al Consejo regional la política de desarrollo y el plan de ordenamiento territorial; 4) proponer el presupuesto regional al Consejo, y 5) fiscalizar a los servicios públicos que se relacionen con el Gobierno Regional.
Con estas competencias lo que primará electoralmente será el discurso político y no los resultados, un terreno donde la centro izquierda tiene facilidades. Chile Vamos debiera promover autoridades regionales potentes, con competencias claras, prácticas y desafiantes. Por ejemplo, reemplazar a Corfo y a la Subsecretaría de Turismo a nivel regional, encadenar la educación superior al fomento productivo, gestionar el transporte interregional y liderar en conjunto con el Ministerio de Salud un directorio regional para servicios de salud. Felizmente, la mejor estrategia de Chile Vamos para hacer competitivos a sus candidatos es clarificar y aterrizar las competencias de las autoridades regionales, descentralizando al país.