Por Iván Poduje, arquitecto
Si le pregunto qué tienen en común las comunas de Santiago, Valparaíso y Recoleta, probablemente usted se imaginará basura, rayados o comercio informal. Un deterioro urbano severo, acentuado luego del estallido social, que fue apoyado por los alcaldes de estos tres municipios. Jorge Sharp daba saltitos en una marcha criticando a los Carabineros que intentaban contener las hordas que estaban robando y quemando a sus vecinos. Irací Hassler hizo lo mismo en una marcha que terminó con vándalos destruyendo restoranes en Lastarria, mientras que Daniel Jadue se paseaba como un héroe de barra brava por la plaza Baquedano, hasta que un día debió salir corriendo cuando un grupo le quiso dar una pateadura.
Otro factor que tienen en común Santiago, Valparaíso y Recoleta -que llamaremos SanValpoLeta- son las irregularidades. En 2018 la Contraloría emitió un duro informe contra el municipio de Recoleta por el manejo de las platas de la Subvención Escolar Preferencial (SEP) y en 2022 nos enteramos que la farmacia popular, que catapultó a Jadue a las grandes ligas, lograba sus “precios justos” no pagando a los proveedores de remedios, que se han querellado contra el alcalde por estafa y cohecho.
En 2020, 10 concejales de izquierda y derecha solicitaron la destitución de Jorge Sharp por un listado enorme de irregularidades, que incluyen 50 denuncias y 16 sumarios por acoso sexual y laboral a miembros de su administración. Irací Hassler ha recibido críticas de sindicatos de funcionarios por malos tratos y la contratación de operadores políticos. Ahora se supo que intentó comprar una clínica en la calle Sierra Bella pagando, por metro cuadrado, lo mismo que una oficina en El Golf, lo que levantó las sospechas de una concejala y vecinos que lograron detener la compra. Hassler dice que el precio fue determinado a partir de tres tasaciones, pero ese argumento fue demolido por la asociación que agrupa a estos profesionales, que concluyó que las tasaciones no se ajustaban a norma y que el precio ofertado era 5 mil millones mayor al valor de mercado de la clínica. ¿Quién se beneficiaría con esta plata de los contribuyentes? La Contraloría ya se encuentra investigando.
A los alcaldes de SanValpoLeta tampoco les gusta la prensa libre. En su campaña presidencial Jadue propuso una ley de medios para regular contenidos y como alcalde ha descalificado a diarios y periodistas que reportan las irregularidades que lo involucran. La guerra de Sharp con El Mercurio de Valparaíso terminó con el alcalde manteniendo en su puesto a un funcionario formalizado por llamar a quemar el edificio del diario, lo que ocurrió el 19 de octubre de 2019. La semana pasada Sharp acusó a un diario de Santiago de difundir fake news cuando publicó que su plan para pintar fachadas se había detenido con un 10% de avance, pese a que efectivamente se había dejado de trabajar, ya que las primeras cuadras fueron rayadas de nuevo.
Jadue y Hassler son alcaldes emblemáticos de la coalición de gobierno, y Sharp fue electo siendo una figura del Frente Amplio. Pero sería injusto meter a todos los ediles de Apruebo Dignidad en el saco de “SanValpoLeta”, considerando la buena gestión de Gonzalo Durán en Independencia, Mauro Tamayo en Cerro Navia o Felipe Muñoz en Estación Central. Por otro lado, si hablamos de irregularidades la derecha tiene casos que dan para serie de Netflix, como Mario Olavarria en Colina, Virginia Reginato en Viña del Mar o el jefe de gabinete del ex intendente de Valparaíso, que estuvo prófugo de la justicia por años. Este listado podría crecer con los casos de corrupción que se investigan en municipios emblemáticos de RN y la UDI.
El problema es que los alcaldes se SanValpoLeta venían a erradicar estas malas prácticas. El discurso de las “manos limpias” fue clave en el triunfo de Jadue en Recoleta y de Sharp en Valparaíso, debido al pésimo historial de sus predecesores. Si se comprueba que son culpables, y que además han sido un fracaso gestionando sus comunas, el impacto sería demoledor sobre las pretensiones presidenciales de ambos ediles y salpicará al gobierno que hizo de la moral y las buenas costumbres, su bandera de lucha para alcanzar el poder.