Columna de Jaime Mañalich: Sinovac, una oportunidad perdida

En estos terrenos, a 15 kilómetros al norte de Antofagasta, se iba a instalar una planta de la empresa farmacéutica china Sinovac.
En estos terrenos, a 15 kilómetros al norte de Antofagasta, se iba a instalar una planta de la empresa farmacéutica china Sinovac. Foto: Camilo Alfaro / Agencia Uno.


Por Jaime Mañalich, médico y ex ministro de Salud

El desarrollo de las vacunas es uno de los grandes avances de la humanidad. Su historia se remonta a la China del siglo XI, con “El tratamiento correcto de la viruela”, una inmunización a partir de las lesiones de pacientes infectados. El 90% de la población aborigen de América murió a la llegada del conquistador por enfermedades hoy prevenibles por vacuna. El 2011 una temible cepa de Meningitis, W135, con altísima mortalidad infantil, fue controlada por la introducción masiva de vacunación, siendo una experiencia reconocida de manejo de una nueva “peste” en rápida expansión por la inmunización universal.

El 2020 aparece la pandemia de Covid. Además de las medidas sanitarias, la esperanza de solución se puso en el desarrollo acelerado de nuevas vacunas. Chile estableció convenios con distintos laboratorios, entre ellos, Sinovac. Consecuencia: el país es reconocido como uno de los que logró mejor cobertura, y estudios internacionales señalan que al menos 140.000 personas no murieron gracias al intenso despliegue de esta campaña.

El trabajo con Sinovac lleva a un acuerdo para desarrollar en Chile un polo de investigación y producción de distintas vacunas, para un horizonte continental. Esto incluye una planta de fabricación en la Región Metropolitana y un centro de I+D en Antofagasta.

Desmerecer la importancia de esta iniciativa para nuestros investigadores, desarrollo regional, progreso industrial y salud pública latinoamericana es impropio. Desafortunadamente, y probablemente por la poca trascendencia que nuestro país le dio a continuar con esta política de Estado, el proyecto fracasó, restando a la Cámara de Diputados establecer el motivo.

Para países como el nuestro, estas oportunidades son escasas, y generan precedente. Históricamente hemos liderado la salud pública de Latinoamérica. Habríamos contado con un recurso local para vacunas vigentes y por desarrollar, para múltiples enfermedades. ¿Qué nos está pasando?