Por Jorge Aravena, ex seleccionado nacional
En la época de Jorge Sampaoli ya manifestaba que había que ir buscando alternativas para este grupo que nos dio tantas satisfacciones y alegrías. Hoy, cuando ya varios pasaron los 30 años, las lesiones ya no respetan, el desgaste se siente más y la conclusión es clara: es momento de renovar.
Después de no poder ir a dos mundiales, Rusia 2018 y ahora Qatar, evidentemente ha llegado el momento de ir explorando nuevas alternativas. Hay que buscarlas. Hay algunas que han demostrado tener nivel para estar en la Selección, para conformar un plantel lo suficientemente competitivo.
Miro y me encuentro con Paulo Díaz, Maripán o Kuscevic. O con Montecinos, Brereton o el mismo Ronnie Fernández, que ya no es un chiquillo, pero puede aportar. Hay que encontrar jugadores que nos permitan clasificar y competir en los mundiales. Necesitamos 30 jugadores para que el entrenador tenga alternativas de recambio.
En la Selección no se está hasta que uno quiere ni tampoco es necesario que el técnico ponga mano dura para renovarla. El jugador tiene que estar en la Selección mientras pueda ser un real aporte. Y eso lo define el rendimiento. Hoy la pregunta es por cuanto tiempo más debe seguir la Generación Dorada. Y la respuesta quizás sea que por lo que resta del año. Gary y Arturo tienen capacidades físicas increíbles. Lo de Alexis ya es distinto, porque él juega en una posición en la que lo golpean bastante y la patada que antes dolía 10 minutos, a esta edad duele 10 días. Su estilo tampoco lo favorece. Recibe una cantidad de golpes impresionante.
Hay que dejar de lado el romanticismo y tomar decisiones realistas. Llega un momento en que hay que dejar que venga gente nueva, por mucho que uno quiera que estén siempre. En esta profesión, el rendimiento es prioritario. Si uno no rinde, evidentemente debe dar un paso al costado.
Yo lo viví con tranquilidad, sabiendo que durante el tiempo en que estuve ahí, 36 o 37 partidos, di todo. Y cuando no me llamaron, entendí que no estaba, y que no pasa nada. Yo tenía claro que la Selección no era mía. La permanencia no la define uno. La determina un entrenador, por más deseos que uno tenga de seguir.