Columna de José Ángel Di Mauro: Milei, tan lejos tan cerca
Por José Ángel Di Mauro, periodista y analista político argentino.
Una de las certezas que generó la llegada de Javier Milei al poder fue la de que la política exterior de su gobierno asumiría una dirección totalmente opuesta a la de la gestión anterior, y la de los años kirchneristas en general, más en sintonía con los cuatro años de Macri: un alineamiento natural con Occidente, bien distante de las políticas cercanas a Venezuela y Nicaragua verificada hasta el 10 de diciembre pasado.
Milei no anduvo con vueltas al definir a Estados Unidos e Israel como sus aliados. Así las cosas, en estos seis meses que lleva de gestión, se lo ha visto muy tentado por los viajes al exterior -de hecho, por estos días realiza su octava incursión internacional, siendo el Presidente argentino que más ha viajado afuera en ese tiempo, más inclinado por posicionar su imagen en el mundo que por las relaciones bilaterales. En ese sentido, ha privilegiado sus preferencias personales por sobre los intereses nacionales.
Prueba de ello es que no visita a sus vecinos, al extremo de mantener una relación distante con Brasil, principal socio comercial de la Argentina, con cuyo Presidente se siente distanciado por haber jugado Lula abiertamente con Sergio Massa en la campaña electoral.
Ni siquiera se acerca mucho a Presidentes afines, como el uruguayo Luis Lacalle-Pou, quien lo invitó a comer un asado en su país, sin lograr tentarlo con ello. Coherente con ese comportamiento, Milei tampoco es afecto a recorrer el interior de su país.
Ubicado en las antípodas ideológicas, Gabriel Boric sería un enemigo perfecto para Milei, quien sin embargo mantiene una relación normal con su par chileno, por actitudes que él valora por demás, como la de haber estado en su asunción presidencial más allá de su posición ideológica.
En este contexto sucedió el incidente internacional con Chile por un panel solar instalado en ese territorio. El hecho pasó desapercibido por la opinión pública argentina, pero generó un fuerte planteo por parte del mandatario transandino ante el propio Milei, quien prestamente atendió el reclamo y ordenó subsanar lo que, por lo que se sabe, fue un “error involuntario”. Y así habrá sido: por mucho menos, el Presidente argentino se ha peleado con Pedro Sánchez, López Obrador, Lula, Gustavo Petro, Maduro y, casi, Xi Jinping.