Columna de Katia Abarca: Verano con ómicron

paso a paso
Foto: Camilo Alfaro/ Agencia Uno.


Por Katia Abarca, infectologa de la Red de Salud UC CHRISTUS

El verano nos encuentra viviendo un tercer brote de Covid19 dentro de esta prolongada pandemia. Los previos ocurrieron entre mayo y julio 2020, y entre enero y junio 2021, y si bien en el actual brote los casos diarios y acumulados son ya el doble o más que los previos, estamos lejos de las altas tasas de ocupación de las unidades de cuidados intensivos y muertes que experimentamos previamente.

Es relevante entonces responder dos preguntas: ¿por qué este brote tan intenso? ¿por qué los casos son más leves ahora?

Sabemos que el virus SARS-CoV-2 posee una enorme capacidad de mutación en su material genético. Esto ha generado múltiples variantes que han explicado las sucesivas olas de casos. Ómicron es hasta ahora la variante que más mutaciones presenta, localizadas en la proteína S, la que usa el virus para entrar a nuestras células y causar la infección. Esto tiene dos consecuencias: elevada capacidad de transmisión y escape a la respuesta inmune generada tanto por las vacunas como por infecciones previas.

Esta situación sería de un tremendo dramatismo si a estas características del virus se sumara una población muy susceptible, pues estaríamos asistiendo a un inmanejable número de pacientes graves y muchísimas muertes. Sin embargo, la enorme mayoría de los casos actuales son leves. Decíamos que el virus escapa a la respuesta inmune, lo que se evidencia en la disminución de la capacidad de los anticuerpos de neutralizar a Omicron. Pero los anticuerpos son solo una parte de los mecanismos protectores que generan las vacunas. Afortunadamente, también generamos la llamada inmunidad celular, células capaces de eliminar al virus en nuestros tejidos. La buena noticia es que las vacunas también han estimulado nuestra inmunidad celular, que es menos afectada por las variantes y pudiera explicar que si bien al estar vacunados podemos infectarnos, hacemos un cuadro leve con bajo riesgo de complicaciones y muerte.

A no bajar la guardia, si hay muchos casos, igual habrá una proporción que puede hacer un cuadro grave y necesitar hospitalización o cuidados intensivos e incluso morir. Aprovechemos que estamos en verano para privilegiar las actividades al aire libre, usar correctamente la mascarilla en especial en espacios cerrados y por supuesto, ayudar a nuestra inmunidad manteniéndonos al día en nuestro esquema de vacunación, la más potente forma de protegernos nosotros mismos y a los demás.

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