Columna de Laura Pérez: La nueva profundidad del infinito, el telescopio espacial James Webb

Foto: Reuters


Por Laura Pérez, académica de Astronomía de la Universidad de Chile

La primera imagen del telescopio espacial James Webb (JWST por sus siglas en inglés), no solo tiene una peculiar belleza, sino que también nos llena de asombro: tan solo un pequeño rincón del universo está colmado con miles y miles de galaxias. Ubicado a casi cuatro veces la distancia entre la Tierra y la Luna, JWST observa la luz infrarroja del universo que no puede ser detectada por nuestros ojos directamente.

En esta primera imagen vemos a las galaxias más lejanas en un color naranjo o rojizo, su luz lleva más de 12 mil millones de años viajando por el universo, y cuando fue emitida, ni siquiera el Sol existía. Al centro vemos una brillante estrella de nuestra galaxia y el cúmulo de galaxias llamado SMACS 0723, sus galaxias se pueden apreciar en tonos más blancos en la imagen. Gracias a la increíble agudeza visual del JWST podemos distinguir detalles que antes eran prácticamente imposibles: cúmulos de estrellas dentro de galaxias distantes, grupos de galaxias interactuando entre sí, y también muchos arcos de luz, llamados lentes gravitacionales. Estos arcos son la luz distorsionada de galaxias aún más lejanas, que se ve curvada por el increíble campo gravitacional del cúmulo SMACS 0723.

Lo increíble de esta primera observación del telescopio JWST es que inmediatamente se convirtió en la imagen infrarroja más profunda que se haya obtenido jamás, aunque fue capturada en tan solo pocas horas de operación del telescopio y con solo uno de sus cuatro instrumentos, la cámara infrarroja NIRCam. Somos varios astrónomas y astrónomos de la comunidad chilena, más de la mitad somos investigadores del CATA, que participamos en distintos proyectos que serán observados en el primer ciclo de operación del JWST, desde estudios de formación planetaria hasta investigar las primeras galaxias del universo. En esta primera imagen, la comunidad astronómica y la humanidad ven un increíble potencial, que nos permite también soñar en la anticipación de los impresionantes descubrimientos que sabemos vendrán.