Por Leonardo Véliz, ex seleccionado chileno
El triunfo de la Selección ante Perú fue un respiro. Por los tres puntos y porque, por fin, empiezan a aparecer los jugadores que vienen a reemplazar a la Generación Dorada, el famoso recambio. Hay jugadores que pueden formar parte del paladar de lo que había antes y hay, también, un margen para esperar un poco más. Me sorprendió Rodrigo Echeverría, por ejemplo. El fútbol argentino le ha hecho bien. Ha evolucionado. Erick Pulgar, en cambio, tiene que elevar su nivel. Víctor Méndez hizo un buen trabajo. Y el que subió el nivel considerablemente fue Diego Valdés. Por cómo jugó, luchó, aclaró más el juego. Brereton es de nota cero o seis. Ante Perú anduvo bien. Gabriel Suazo, en lo de él. Sin brillar, mantiene la regularidad.
Hay esperanza. De los antiguos, Gary Medel dio una nueva muestra de lo duro que es. A Guerrero lo tuvo siempre controlado y fácil no es. Alexis tiene que elevar su nivel. Se quejó de la cancha, pero lo cierto es que no está fino. No es el Alexis del Arsenal, que se sacaba a dos rivales y quedaba a 18 metros del arco. Ahora se diluye buscando contacto con el balón.
Hay variantes, también. A mí me gusta mucho Paulo Díaz. Las veces que ha entrado en River, todos hablan bien de él. Nunca ha tenido una mala crítica. Está para ser titular. A Méndez me gustaría verlo en un partido más. Valdés ha tomado mucha confianza con lo que está haciendo
Me atrevo a ilusionarme. Le tengo mucha fe al Monito Aravena. En unos partidos más será insustituible. Tiene potencia, enganche y gol y cuando desborda sabe lo que quiere hacer. Es un puntero izquierdo que resuelve bien, tiene una buena visión periférica. Es un puntero que causa daño.
De los antiguos, Charles Aránguiz, estando bien, seguirá siendo un aporte. Todavía no ‘muere’.
Lo bueno, en esta pasada, fue que Chile reconoció la oportunidad y la aprovechó. Es lo que hay que hacer en el resto de las Eliminatorias. Sumar los puntos ante los rivales a los que tiene que ganarles. Se puede soñar.