Columna de Lorena Medina: SIMCE, hacia trayectorias de formación lectora

Por Lorena Medina, académica Facultad de Educación UC

La semana pasada se entregaron los resultados del SIMCE 2024, aplicado a 4°, 6° básicos y 2° medio, con buenas noticias. La entrega anticipada en marzo permite a las comunidades escolares tener información a tiempo para proyectar mejoras. En general, los resultados son más propicios en Lectura, donde las alzas fueron de 6 puntos en 4° Básico (significativa) y de 1 un punto en 2° Medio; mientras que la baja en 6° Básico fue sólo de un punto, a diferencia de lo ocurrido en matemática en el mismo nivel (-6 ptos).

Una buena noticia para avanzar en justicia educativa es la disminución de las brechas entre grupos socioeconómicos, observándose un incremento importante en los GSE bajos y medio bajos, logrando su mayor registro histórico para ambas asignaturas, que en lectura se extiende al GSE medio.

Preocupa, eso sí, la baja en 6° Básico, que podría explicarse como resabio de la pandemia sobre una cohorte que cursaba entonces niveles iniciales fundamentales para la consolidación de aprendizajes, especialmente en alfabetización inicial. Estos resultados pueden reflejar la importancia de las clases presenciales y del aprendizaje con otros guiado por docentes.

Persisten grandes desafíos, como las brechas de género y el trabajo mancomunado de docentes y con las familias. En una encuesta realizada a los apoderados de 2° Medio sobre las expectativas educativas de sus hijos, sólo un 11% de los GSE bajo cree que alcanzarán la educación superior, mientras que la cifra llega al 59% en los de GSE alto.

La evidencia internacional es contundente sobre la importancia de las expectativas de familias y docentes en los logros de los estudiantes. Leer es una tarea de la comunidad escolar toda, no responsabilidad única de los docentes de Lenguaje. Se requiere una alfabetización académica disciplinar y un proyecto educativo efectivo que impulse la lectura transversalmente, potenciando el desarrollo de trayectorias de formación lectora, desde el nivel preescolar hasta la enseñanza media. Este es un desafío país, para la política pública, la formación docente y las comunidades escolares.