Por Maricel Rodríguez Blanco, profesora de sociología en la Universidad Católica de París (Maîtresse de conférences, MCF)
La misma noche de las elecciones europeas que dieron la victoria a la extrema derecha (Rassemblement National, RN) por delante de los demás partidos y, en particular, del partido del presidente Macron, este último tomó la decisión de disolver la Asamblea Nacional en un intento, según sus palabras, de aclarar las cosas. Si la derrota de su partido Ensemble era incontestable durante las elecciones europeas, lo fue aún más al término de las elecciones legislativas que tuvieron lugar el domingo 7 de julio.
La otra lección que se puede extraer de las elecciones legislativas se refiere a las aspiraciones de los electores, que se inclinan claramente hacia el lado social y se oponen a las políticas a favor de los ricos aplicadas por Macron desde hace 7 años. Por un lado, a pesar del papel desempeñado por ciertos grandes medios de comunicación en la legitimación y normalización del RN y sus ideas xenófobas y racistas, y el descrédito de la izquierda tachando al Nuevo Frente Popular de “extremista”, este último consiguió una mayoría relativa de 182 diputados. Entre las medidas de justicia social del NFP se hallan el aumento del salario mínimo, el restablecimiento del impuesto a las grandes fortunas, el bloqueo de los precios de productos de base, así como la derogación de la reforma de las jubilaciones y de la ley de inmigración. Por otra parte, dada la sociología de los electores del RN, todo hace pensar que sus expectativas se sitúan en el ámbito del poder adquisitivo, es decir, en el ámbito de una fiscalidad más justa, o sea, de una política de inspiración keynesiana.
En fin, si Huguette Bello, miembro del PC, feminista humanista republicana y especialista en educación, podría ser la primera ministra propuesta por el NFP, esta nominación queda condicionada al reconocimiento de Macron de la victoria de la izquierda en las elecciones parlamentarias. Negando este resultado, Macron muestra una vez más su tendencia hacia una forma de liberalismo autoritario debilitando a la democracia.