Por Mauricio Morales, analista político y académico de la Universidad de Talca
Según las encuestas, la segunda vuelta enfrentará a José Antonio Kast y Gabriel Boric. Entre ambos totalizan, según el estudio que se mire, en torno al 55% de los votos. Prácticamente no hay incertidumbre porque la candidata que va en tercer lugar apenas obtiene la mitad de apoyo del que va segundo. Entonces, no hay mucho espacio para sorpresas o variaciones importantes en el resultado de la primera vuelta electoral.
Sin embargo, y como sabemos, las encuestas han tropezado. En 2017 Beatriz Sánchez fue sub-representada tanto en encuestas presenciales como telefónicas. Luego, para el plebiscito, las encuestas acertaron en el resultado, pero algunas de ellas pronosticaron más de un 80% de participación, en circunstancias de que votó poco más de la mitad. Más adelante, se produjeron errores de mayor envergadura. Para la segunda vuelta de gobernador regional en Santiago la ganadora, por lejos, sería Karina Oliva, que superaría en 20 puntos a Claudio Orrego y con una participación del 47%. El resultado fue muy distinto. Ganó Orrego y la participación fue del 25%.
Para las presidenciales de noviembre las encuestas muestran un alza de Parisi que, sin estar presente, se acerca a un honroso cuarto o tercer lugar, pudiendo hacer campaña presencial mientras el resto de los candidatos está en cuarentena. La candidata Yasna Provoste, en tanto, se mantiene inmóvil en torno a los 12 puntos a pesar de ser respaldada por una coalición que tiene 10 de los 16 gobernadores regionales, el 45% de todos los concejales del país, y cuyos alcaldes gobiernan a un tercio de Chile.
¿Acertarán las encuestas esta vez? Si están bien hechas, lo harán a pesar de estar impedidas de cubrir los últimos 15 días de campaña. Si lo logran, será para aplaudir pues estarán acertando en una elección llena de incertidumbre, con candidatos ausentes que suben su intención de voto, y con una derecha fortalecida luego de tremenda paliza electoral de mayo de este año. Los candidatos de derecha, según estas encuestas, estarían obteniendo cerca de la sumatoria de Piñera y Kast en 2017, momento de enorme bonanza para este sector político. En caso contrario, si las encuestas no aciertan, volveremos a los problemas de siempre. Es decir, reorientar los procesos de muestreo, reevaluar el tipo de terreno (telefónico, presencial, online), identificar al votante probable, y mejorar la calidad de los cuestionarios.
