Columna de Mauricio Morales: Michelle, no es necesario
![Michelle Bachelet hace su llegada a la Moneda para reunirse con el Presidente](https://www.latercera.com/resizer/v2/5DJBALWOKRFRPETQHJMQGH6Q6Y.jpg?quality=80&smart=true&auth=c69cf5bbb4d29dca22e1cb4781afee50eb4de7676a24d5a40b9661cd829302dc&width=690&height=502)
Por Mauricio Morales, académico de la Universidad de Talca.
En 2005 y 2013 Bachelet fue una aplanadora. La reforma previsional de su primer gobierno hizo que los pobres la adoraran y que los votantes más longevos se le colgaran del cuello. Sin embargo, no fue capaz de transferir esa popularidad al candidato de su coalición, Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Es más. La centroizquierda enfrentó esas elecciones con otros dos representantes: Jorge Arrate y un emergente Marco Enríquez-Ominami, demostrando un desorden total. El resultado ya lo sabemos. La Concertación fue derrotada luego de 20 años de gloria. En 2013, en tanto, las cosas le fueron más fáciles. Bachelet se impuso a una derecha en crisis, pero su gobierno estuvo lejos de las expectativas. Su sueño de una nueva Constitución se esfumó con un proyecto de reforma ingresado a última hora y que terminó en el olvido. Luego de eso, se fue de Chile e inició una exitosa carrera política internacional. A sus 73 años está pensando en volver a la Presidencia, ¿será necesario hacerlo?
Mi respuesta es no por 10 razones. Primero, porque es muy probable que pierda. Segundo, porque, sin ser totalmente responsable, genera un estancamiento de los liderazgos más renovados de la izquierda. Tercero, porque sus ideas ya fueron derrotadas en el plebiscito constitucional de 2022. Cuarto, porque si se presenta, la campaña será sangrienta, siendo ella el foco negativo de atención. Quinto, porque esa campaña será tremendamente defensiva para ella y le será muy difícil instalar asuntos de futuro. Sexto, porque, si quiere competir, deberá conformar una coalición disfuncional desde la DC hasta el PC, pasando por el Frente Amplio. Séptimo, porque los partidos fuertes del bloque no serán la DC ni el PS, lo que la obligará a entenderse con quienes la criticaron a mansalva hace apenas un lustro. Octavo, porque inevitablemente deberá reconocer, entre otras cosas, que su reforma educacional trajo malos resultados. Noveno, porque los votantes longevos que la vitoreaban y que reconocían su gestión ya no están con nosotros. Décimo, porque al marcar continuidad con el gobierno de Boric la mochila se hará aún más pesada.
Por estas 10 razones, y por muchas más… Michelle, no es necesario.
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