Columna de Milan Ivelic: El descarte

Museo cerrado


Por Milan Ivelic, Ex director del Museo de Bellas Artes

Hace ya demasiado tiempo que lo que ocurre en los museos no sorprende a nadie: advertir sus puertas cerradas por paralización de sus actividades, no provoca protesta o críticas en la opinión pública. ¡Qué distinta sería la actitud frente a un paro en la educación o en la salud! No hay duda que habría una movilización de protestas. Claro, la vida no se altera si esos espacios permanecen cerrados.

¿Qué ha ocurrido en nuestro país?

Pienso que se han alterado los valores humanos en cuanto a sus prioridades, minimizando la importancia de algunos de ellos, como es el arte. Hoy la primacía la tiene al economía y, en segundo lugar, la política. Hablar de la importancia del arte suena como algo hueco, un discurso en el vacío. Muchos, no lo consideran actividad productiva medida en pesos, luego cae en el descarte.

En esta acción del descarte también caen las autoridades políticas y económicas. Es cuestión de revisar los presupuestos anuales de la nación. No sorprende, entonces, la persistencia de los trabajadores de los museos de clamar por reivindicaciones económicas que estabilicen, de una vez por todas, el funcionamiento de estos centros de la cultura.