Columna de Milenko Skoknic: ONU, focalizando su tarea
Por Milenko Skoknic, ex embajador de Chile ante Naciones Unidas (2018-2022)
El secretario general de la ONU se reunió por dos días en la sede de CEPAL con toda su plana mayor y directores de las más importantes agencias. Este retiro semestral permite hacer un repaso amplio del trabajo de la organización, programas desarrollados, búsqueda de financiamiento regular y delinear futuros proyectos y objetivos. Junto con Antonio Guterres y la subsecretaria general Amina Mohamed, concurrieron directores generales de OMC, OMS, OIT, ONU Mujeres y una extensa nómina de responsables de temas globales como migraciones, refugiados y derechos humanos.
Sin perjuicio de las reflexiones internas que hayan surgido del retiro, lo que interesa a la ciudadanía global es saber si la acción de Naciones Unidas marca o no una diferencia en los temas centrales de paz y seguridad mundial, desarrollo social o cambio climático, entre otros.
Lo que ocurre en Ucrania y Gaza demuestra las limitaciones o, peor aún, la ineficacia de sus mecanismos e instituciones para evitar tanto derramamiento de sangre y destrucción. Gran parte de esta responsabilidad recae en los países llamados a actuar de manera permanente en el Consejo de Seguridad, que no cumplen hoy el rol encomendado en la Carta de 1945. Y al no hacerlo afectan a toda la organización.
Con todo, la crítica hacia el organismo es fuerte y proviene de muchos sectores. Cabe enfrentar la realidad y reconocer que la ONU se ha desperfilado, asumiendo un amplio espectro de nuevos objetivos y tareas de muy discutible relevancia, a veces impulsado por su crecimiento burocrático, o por grupos regionales que imponen con su voto la creación de mecanismos e instituciones, o por grupos identitarios con temas que diluyen los objetivos centrales que motivaron su fundación.
Corresponde entonces a sus actuales responsables devolver el foco a lo urgente, necesario y posible de obtener con el presupuesto que tienen. Si la organización fortalece su trabajo y presencia en los países que más lo requieren en términos de paz y seguridad, desarrollo social y respeto a los derechos humanos, tendrá una base razonable para su futuro funcionamiento.