Columna de Oscar Aguilera: Reconstruir la comunidad universitaria
Por Óscar Aguilera Ruiz, académico de la Universidad de Chile.
No discutiré sobre el lienzo colgado en Casa Central de la Universidad de Chile, ampliamente rechazado, ni sobre la denuncia respecto a las marcas corporales que experimentan los funcionarios que ingresan al campus Juan Gómez Millas, actualmente tomado por un grupo de estudiantes. No porque no sea importante y urgente opinar y posicionarse, sino porque es necesario observar más detenidamente para comprender aquello que en la contingencia se pierde.
Desde antes del estallido social estamos siendo interrogados sobre el estar juntos y lo que nos une. El desafío es político y cultural e implica reconstruir comunidad y elaborar un nuevo pacto de convivencia como resultado. Esto es clave para entender lo que ocurre en la Universidad de Chile, con sus estudiantes y procesos de movilización. En ese sentido, los problemas de “la Chile” son también los problemas de Chile.
Nos enfrentamos a un profundo proceso de reordenamiento y resignificación de aquellas palabras que edificaron la institución educativa: confianza, autoridad, respeto, derechos, deberes. El pacto básico a reconstruir supone confiar en los conocimientos y capacidades de quienes interactúan en el espacio académico y se sustenta en un reconocimiento a la autoridad institucional y pedagógica que encarnan, de modo diferente pero complementario, académicos, funcionarios y estudiantes. Nada de lo anterior se verifica sino es mediante una forma respetuosa que cuida el lugar y aporte de cada integrante, y para lo cual concordamos en un conjunto de principios normativos, deberes y derechos que concretan esa preocupación integral por el otro.
Abordar esto en modo alguno es fácil. Acostumbrados a la rutina, eludimos el profundo cambio generacional que muestra que la sociedad, la cultura y nuestras instituciones también cambian. Con esos vientos nos toca navegar, a veces reposadamente y otras con algunos sacudones. Hoy se pone a prueba la solidez institucional, la excelencia académica y el compromiso público de una institución estatal de tanto prestigio y reconocimiento como la Universidad de Chile.