Por Pamela Aróstica Fernández, Directora de Red China y América Latina: Enfoques Multidisciplinarios (REDCAEM).
Las últimas maniobras militares de China cerca de Taiwán se extendieron por tres días y concluyeron oficialmente el lunes, como respuesta al viaje de la Presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, para reunirse con el titular de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy. China rechaza cualquier forma de contacto diplomático oficial entre Taiwán y otros países.
Desde la división política entre China continental y Taiwán en 1949, Beijing ha visto a la isla como una provincia rebelde a la que desea reunificar al continente por vía pacífica o si es necesario mediante el uso de la fuerza. En perspectiva geopolítica las recientes maniobras militares se enmarcan dentro de una estrategia macro basada en metas claves para China a mediano plazo. Una es la anexión de Taiwán como parte de la política de “una sola China” y otra meta es posicionarse como una superpotencia. Pero también hay otro tema central en la estrategia de China que es la seguridad económica a nivel mundial, dado que el 70% de los envíos de semiconductores pasan por el estrecho de Taiwán y una escalada militar sería el peor escenario para una economía global e interdependiente.
Sobre las últimas maniobras militares, se destaca que China ensayó la posibilidad de rodear a Taiwán con el despliegue del portaaviones Shandong en la costa oriental, el segundo portaaviones de la Armada china. En la ecuación de estos ejercicios militares sus objetivos fundamentales son: demostrar que China está desarrollando la capacidad para invadir la isla en la actualidad; indicar a Taiwán y sus aliados como Estados Unidos o Japón el alto costo que implicaría involucrarse en una guerra con China; y también despejar dudas acerca de su expansión militar y tecnológica para alcanzar el potencial estadounidense.
Finalmente, una superpotencia global también se define entre otros parámetros, por su capacidad de influir en su región cercana o en otras regiones: el martes EE.UU. lanzó junto a Filipinas los ejercicios militares conjuntos más grandes de su historia, en un esfuerzo para contrapesar la influencia de China en Asia. En paralelo, la influencia de Beijing en la región vecina a EE.UU. es creciente en América Latina, multidimensional y desplazó a Taiwán.