Columna de Paula Ossandón: Documental chileno, prolífico y diverso
Por Paula Ossandón Cabrera, directora Chiledoc, que promueve el documental chileno en el mundo.
“El ecosistema documental chileno es realmente notable: artísticamente vibrante, políticamente comprometido, creativamente diverso”, señaló recientemente Pierre-Alexis Chevit, director de Cannes Docs, la sección documental de Marché du Film, del prestigioso Festival de Cine de Cannes. Precisamente en esta instancia, dos documentales chilenos fueron premiados entre más de 32 filmes: Viajero inmóvil y Aliyá, Yeridá. Este último con una coproducción con el canal Al Jazeera.
El documental chileno está viviendo un gran momento en su producción, con el estreno en Chile de 20 títulos en 2023; con La memoria infinita nominada como mejor documental a los premios Oscar el 2024, o con casos como Malqueridas, que ganó tres premios en la semana de la crítica del festival de Venecia. Estos son sólo algunos ejemplos del prestigio que ha alcanzado nuestro cine de no ficción a nivel internacional. Las coproducciones también son otro punto alto de nuestra producción, logrando sus principales alianzas con países como Francia, Colombia y Alemania.
Aunque, como se ha señalado innumerables veces, la gran deuda con el cine chileno está en la asistencia del público nacional a las salas y su valoración de las producciones locales. Esto, pese a la gran calidad artística, narrativa y técnica que hoy alcanzan nuestros documentales, además de la diversidad y riqueza de propuestas.
Otra cualidad que cabe destacar del sector es su gran capacidad asociativa, expresada en su disposición para trabajar cohesionadamente. Todos factores que hacen que las empresas productoras chilenas, sean confiables a nivel global.
Podemos decir que Chile es un país de documentalistas, que seguirá alcanzando visibilidad gracias a sus talentos consagrados y emergentes, con cada vez más referentes, y al reconocimiento de sus obras en festivales y mercados de todo el mundo, que el año pasado superaron los 60 premios. Sólo falta el ansiado encuentro con las audiencias locales, para que se complete el círculo virtuoso.