Columna de Pedro Tenorio: Un Presidente en la cornisa
Por Pedro Tenorio, periodista de Latina Televisión (Lima)
Acaba de cumplir seis meses en la Presidencia y Pedro Castillo ya obtuvo una marca que nadie vio venir: unió en tiempo récord a buena parte de la opinión pública y de la clase política en el repudio a su equipo de gobierno y al primer ministro -el congresista Héctor Valer- que había designado esta semana. Una crisis gatillada por el propio mandatario -que dejó caer a su ministro del Interior y, con ello, hizo insostenible la permanencia de su anterior cabeza ministerial, Mirtha Vásquez, lo que obligó a una recomposición del gabinete-, y en la que despidió además a algunos aliados de izquierda que le daban soporte tecnocrático a su administración.
La llegada de Valer intentaba evitar que el Congreso reuniera el número de votos requeridos (87) para echarlo constitucionalmente del cargo, una posibilidad de la que se habla hace meses, pero lejos de asegurarle estabilidad detonó una nueva “bomba”: las denuncias por violencia doméstica y presuntos delitos cometidos por Valer hicieron intolerable su permanencia en el cargo. Si Castillo comenzó la semana temiendo que una mayoría se organizara en su contra, hoy puede verla plasmada en las redes y oírla en las calles. Así, tras una nueva agonía política, Valer renunció anoche solo tres días después de jurar el cargo. Vergonzoso.
Pedro Castillo lleva seis meses en el poder (asumió el 28 de julio) y su balance de gestión es muy deficiente. Según Datum Internacional, 64% de encuestados la desaprueba (29% aún lo respalda), y en aquellas zonas donde arrasó a Keiko durante la segunda vuelta de junio, su rechazo supera largamente el 50%. Sin credibilidad y sin norte, así luce un presidente carente de una agenda que priorice temas nacionales ni voceros que lo defiendan. Ante sí tiene a un Congreso bastante desprestigiado, pero donde aumentan las voces de quienes buscan una fórmula legal para destituirlo. ¿Acertará con el nuevo equipo ministerial que debe convocar o persistirá en su curso de colisión con el Parlamento? Se mantiene la incertidumbre. Lo único cierto es que la crisis política arreciará por buen tiempo.