Columna de Rodrigo Guendelman: Chile, tierra de hoteles destino
Por Rodrigo Guendelman, conductor de Santiago Adicto de Radio Duna.
¿Cuál era la situación del turismo en Chile a principios de los años 90?, le preguntaron a Pedro Ibáñez, fundador de los hoteles Explora. “Diría que era prácticamente inexistente. Venían argentinos a las playas y extranjeros a esquiar. Chile era un país desconocido, raro y lejano, fuera de las rutas de viaje de los norteamericanos y europeos. Los vuelos para llegar fueron siempre muy largos y caros. Pensar en organizar turismo en aquella época resultaba difícil. Además, en Chile no existía ninguno de esos atractivos típicos del turismo: ni pueblos muy bonitos, ni iglesias especiales, ni monumentos, entre otros. Sin embargo, los atractivos de nuestro país nos parecían evidentes: una geografía muy loca, una naturaleza variada y unos paisajes atrayentes. La combinación de las características del norte de Chile con las del sur y la Patagonia formaba algo único. La cosa era cómo superar los inconvenientes planteados por el alejamiento, el desconocimiento y los costos. Fue esa aparente contradicción la que nos abrió los ojos. Lo raro, lo lejano, lo desconocido y lo caro correspondían casi perfectamente al concepto de “remoto”. Lo remoto no puede ser cercano ni puede ser parecido a Europa. Y en aquellos años lo remoto empezaba a ser atractivo especialmente para aquellos viajeros que, desde los años 60, ya habían conocido todos los lugares obvios de turismo en el mundo”.
Esa respuesta de Ibáñez al sitio viajes.cl ayuda a entender el éxito de su propio proyecto y, al mismo tiempo, la notable cantidad de hoteles destino que se han levantado en nuestro país en los últimos 20 años. Todos ellos únicos, o al menos difíciles de comparar, ya sea por su ubicación, su arquitectura, su servicio personalizado o su gastronomía, variables que se dan juntas en los proyectos más destacados que se puede encontrar en el sur, el centro y el norte de Chile.
“Explora fue una nostalgia del pasado, o de aquel pasado que yo alcancé a atisbar, y que me dejó recuerdos inolvidables: los largos viajes en buque, o las estadías en los hoteles termales, o las que por las dificultades del terreno hacían del caballo un medio de transporte. Ello te daba la oportunidad de tener tiempo, de encontrarte con gente insospechada, tener conversaciones largas. Y de leer”, comentaba Ibáñez en otra entrevista, esta vez en revista Paula.
Seguramente en la memoria de este empresario y pionero de los hoteles enfocados en la exploración está la Hotelera Nacional Sociedad Anónima (HONSA), empresa pública creada por la CORFO en 1944 y cuyo objetivo era promover el turismo en todo el país. En esos tiempos, el Presidente de Chile, Juan Antonio Ríos, viajó al norte y pudo comprobar que no había en el país una adecuada infraestructura hotelera. Tanto así, que la comitiva debió ser hospedada en regimientos militares.
A su regreso a Santiago, convocó una reunión con representantes de diversas instituciones: CORFO, la Caja Nacional de Ahorros, Ferrocarriles del Estado, el Banco de Chile y la Compañía Salitrera Tarapacá y Antofagasta, Lautaro Nitrate Company. Se acordó crear una Sociedad Anónima destinada a construir hoteles. Así nació HONSA -según explica un paper de Sergio Salazar- institución que construyó los principales hoteles y hosterías en las regiones de Chile y destacó por desarrollar proyectos de arquitectura moderna con profesionales tan prestigiosos como Martín Lira (Hotel Portillo, Gran Hotel Turismo Antofagasta) y Bresciani, Valdés, Castillo, Huidobro (Hostería de Chañaral). HONSA se transformó en una empresa hotelera mixta, del Estado con particulares, y llegó a tener 39 establecimientos con 3.011 camas, 1.519 habitaciones y 120.513 m2 construidos.
La historia de HONSA se acaba en 1980 y durante esa década y la siguiente, salvo excepciones, no se desarrollan proyectos hoteleros en Chile que ayuden a desarrollar el turismo local y, especialmente, el internacional. “Era una época donde en Chile en vez de hoteles se construían moteles y donde la gente tenía que alojarse dispersa en un lugar”, explica Pedro Ibáñez.
Cómo han cambiado las cosas. Hoy Explora está presente en siete destinos de Chile, Argentina, Perú y Bolivia; Tierra Hotels ha desarrollado proyectos de una calidad arquitectónica magnífica en Patagonia, Chiloé y San Pedro de Atacama; Noi te lleva a su Puma Lodge en la cordillera de los Andes, entre otros destinos; Remota, Índigo y Singular te ofrecen una experiencia inolvidable en Puerto Natales; el Hotel Termas Chillán, completamente remodelado, es perfecto en verano y en invierno; puedes encontrar la intimidad y un paisaje que aturde en Tawa Refugio, en Puelo; disfrutar de la hospitalidad perfecta en Casa Molle, en el valle del Elqui; sorprenderte con la arquitectura en Madera en Taka Matanzas o en Surazo Matanzas, dormir al lado de un palacio en Las Majadas de Pirque, olvidarte del mundo a 20 minutos de Puerto varas en AWA, despertar en un lodge con estética patagónica en Kau Río Serrano, mirar el lago Villarrica desde el mismo lugar donde estuvo la reina Isabel II, en el Antumalal de Pucón; vivir la experiencia de ser un gaucho en Hotel Estancia Cerro Guido, mirar las estrellas como pocas veces las viste en Nayara Alto Atacama, elegir entre masajes reestructurantes y faciales en el spá del hotel Puyehue, habitar por unos días el principal resort ecológico de Sudamérica, Mari Mari; pasar la noche en yurts de lujo en Patagonia Camp o en un parque nativo de 22 hectáreas en And Beyond Vira Vira.
Hay muchos más proyectos fantásticos. Y aunque la recomendación venga de cerca, te invito a visitar chileadictohoteles.cl Te vas a sorprender. Y te ayudará a entender esta última reflexión de Pedro Ibáñez. “Chile no es un país donde se pueda hacer turismo: en Chile hay que viajar. El viaje consiste en el transcurso, no en el punto final de la llegada. El transcurso se puede hacer más lento o más rápido, pero permite conectarse con realidades. En el caso de Explora, el viaje a pie, a caballo o en bicicleta permite mirar lo que sucede en los alrededores, permite encontrarse con lo inesperado, permite conocer más a fondo; permite, incluso, cambiar de destino”.