Por Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría

Tras el rotundo triunfo de Javier Milei en la elección presidencial argentina, la interrogante central es la gobernabilidad, cuando no cuenta con ningún gobernador e incluso es tercera fuerza en ambas Cámaras.

Parece un dilema difícil de resolver, pero no imposible. Comenzando por la Cámara Baja, ésta cuenta con 257. El quórum para sesionar es de 129, es decir, la mitad más uno. Unión por la Patria cuenta con 107. Está a 22 de la mayoría propia. Juntos por el Cambio -que está en crisis- tiene 94. A su vez, La Libertad Avanza tiene 39. La suma de ambos es 133, cuatro más que el quórum.

El camino es claro: el Presidente electo necesita llevar al plano parlamentario la coalición que de hecho han manifestado los votantes. En el Senado el quórum para sesionar es de 37 legisladores sobre un total de 72. Unión por la Patria cuenta con 35, es decir, que está a dos de la mayoría propia si es que mantiene su unidad. Juntos por el Cambio cuenta con 24 y los libertarios con 7, es decir, 31, a 5 del quórum propio (al tener al vicepresidente necesitan 36 para sesionar). A ello se agregan tres legisladores del PJ no kirchnerista y tres independientes con los que debería negociar el nuevo oficialismo.

No es una tarea fácil, pero tampoco imposible. En cuanto a las provincias, Juntos por el Cambio cuenta con 10 gobernaciones. También hay 3 en manos de fuerzas provinciales y otras 2 del peronismo antikirchnerista. El actual oficialismo queda con nueve, incluida la decisiva provincia de Buenos Aires. En este ámbito, Milei deberá tomar como núcleo de apoyo los gobernadores anti k, como intentará hacer en el Congreso.

La política argentina entra en un nuevo escenario y el triunfo de Milei es el más disruptivo de la política argentina desde Perón en 1946. Aunque tienen significado ideológico antagónico, los dos eran ajenos a la política, construyeron su liderazgo en sólo dos años y medio y ganaron contra una fuerte coalición de la política preexistente, la mayoría del empresariado y los medios. Milei tiene ahora por delante la tarea de transformar su movimiento político en una herramienta eficaz.

En cuanto al peronismo, el kirchnerismo liderado por Cristina Kirchner se encuentra en una faz política declinante. Ella no desaparecerá de la política, pero irá quedando en un segundo plano. En una conjetura hacia el mediano plazo, puede plantearse que en 2027 el actual ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, disputará con el gobernador bonaerense Axel Kicillof -cuyo liderazgo crecerá al mantener el control de esta decisiva provincia- por la candidatura presidencial del peronismo, y Cristina estará con el segundo.