Por Sebastián Bowen, director ejecutivo de TECHO-Chile y de Déficit Cero
Más de 200 familias fueron damnificadas por un incendio en el campamento Laguna Verde de Iquique el lunes pasado. Mientras el fuego consumía las viviendas de material ligero en los cerros costeros del norte, las devastadoras imágenes del siniestro captaban la atención de los medios y la ciudadanía. Son escenas que hemos visto una y otra vez, como si fueran rituales de sacrificio ante los ojos cómplices de todos y todas para recordarnos la creciente desigualdad e injusticia urbana.
En Chile, las familias en campamentos crecen a una velocidad dramática. Hoy son más de 80 mil, más de tres veces que hace una década atrás. Pero estas cifras son solo la punta de un iceberg, pues se estima que hay más de 600 mil familias en allegamiento, hacinamiento, arriendos precarios u otras formas de exclusión habitacional en nuestras ciudades: un verdadero “campamento oculto”. Esto da cuenta de un déficit de vivienda de más del 10% de los hogares de nuestro país, situación que nos debe poner en estado de emergencia nacional.
A miles de kilómetros de distancia física y social de Laguna Verde, se reunió esta semana la elite empresarial en la ENADE 2022. En dicha instancia, el Presidente electo Gabriel Boric se dirigió a los asistentes y se refirió a la problemática socio-habitacional, poniendo en el centro a quienes viven en la periferia: “Chile puede y debe ser un país donde sus habitantes vivan dignamente (…). La gente sabe que va a costar reducir el déficit de más de 600 mil viviendas (…) y que por lo tanto se requiere un esfuerzo que vaya más allá del gobierno de turno. Los mejores ejemplos de cuando sociedades salen adelante es cuando se unen”.
Compartimos esta mirada. Enfrentar el déficit habitacional es una tarea urgente que no puede esperar. Ningún actor por sí solo podrá alcanzar esta meta y todos y todas saldremos beneficiados si lo logramos de buena manera. La colaboración no es un ideal, sino una exigencia para su éxito. Para esto será necesario avanzar con sentido de urgencia con acciones inmediatas, y sentido de futuro con cambios estructurales. Chile, si trabaja colaborativamente, cuenta con los recursos, ideas y capacidades para hacer del Déficit Cero, una realidad.
