Casi dos millones de personas, al día de hoy, han recibido la vacuna bivalente contra el Covid-19 que el Ministerio de Salud comenzó a distribuir desde octubre de 2022. Los datos actuales del Departamento de Estadísticas e Información de Salud del Minsal (DEIS) indican que un total de 1.986.995 personas a nivel nacional se han inoculado. Sin embargo, este número corresponde a sólo el 23,87% de la población objetivo, estimada en 8.325.856 personas, que incluye a personas sanas de 50 años y más, personas con enfermedades crónicas, inmunodeprimidas, personal de salud, entre otros.

Esto implica, por ende, que actualmente existen 6.338.861 rezagados en el plan de vacunación. Según las cifras del DEIS, los grupos que están más al debe son las personas entre 50 y 59 años (14,05% de vacunación), y las con enfermedades crónicas menores de 50 años (12,51%). Mientras que la población que tiene un mayor porcentaje de inmunización es la de 70 años para arriba, con un 49,4%. En cuanto al personal de salud menor a 50 años, la vacunación alcanza el 46,51%, en tanto, un 32,47% de la población que tiene entre 60 y 69 años se registra con su dosis al día.

En términos territoriales, ninguna de las regiones supera el 30% de su población objetivo vacunada. La que tiene la mejor cifra es la Región Metropolitana (27,11%), a la que le sigue O’Higgins (26,85) y Maule (25,28%). Mientras que las que concentran una menor cantidad de inoculaciones son Atacama (17,39%), Aysén (15.25%) y en el último lugar, Los Lagos (13,92%).

Por otro lado, actualmente las cifras tanto de casos nuevos, muertes y camas críticas se mantienen bajas, en un escenario “de bajo impacto sanitario”, según describió ayer María Paz Bertoglia, jefa del Programa Nacional de Inmunización del Minsal (PNI). El último reporte Covid del Minsal -comunicado ayer- cifró en 1.741 los nuevos contagios, lo que implicó una disminución de 4,6% en la última semana, un 8,76% de positividad, y contabilizó a 84 pacientes UCI, de los cuales 72 están con ventilación mecánica en todo el país.

Con estos números encara el país su tercer año de vacunación contra el Covid-19, la cual comenzó el 24 de diciembre de 2021 con la aplicación de dosis del laboratorio estadounidense Pfizer para el personal de salud y, posteriormente, del laboratorio chino Sinovac para la población general.

Para 2023, Salud busca reimpulsar su campaña de vacunación, la que -según dijo a Radio ADN en enero el subsecretario de Salud, Cristóbal Cuadrado- tiene como objetivo “llegar a un 80% de las personas de alto riesgo, vacunadas antes de la próxima ola invernal”.

La autoridad afirma a La Tercera que “a partir de la primera semana de marzo, momento en que iniciamos oficialmente la Campaña de Invierno, comenzaremos la vacunación conjunta para proteger a los grupos de riesgo de la población contra el Covid-19 y la influenza. Las vacunas serán gratuitas para todos los grupos objetivos”.

Cuadrado agrega que para ello “dispondremos una nueva campaña comunicacional, incremento de los puntos de vacunación y recursos disponibles para ello, además de fortalecer nuestro trabajo con diversos actores para facilitar el acceso de la población a las vacunas”.

Este reimpulso genera dudas en la ex subsecretaria de Salud Pública y directora ejecutiva del Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS) de la Universidad del Desarrollo, Paula Daza. “No hemos visto campañas de vacunación, no hemos visto estrategias, y los números lo avalan: estamos lejos de alcanzar una vacunación deseable con la bivalente”, afirma.

Daza le da urgencia y pide respuestas: “La pandemia sigue, se viene el invierno y estamos lejos de alcanzar una cobertura deseable. Ellos querían alcanzar el 80% en mayo, pero estamos terminando febrero y deberíamos saber cuáles son las estrategias del ministerio para alcanzar esa cobertura”.

Lo que se espera: niños pequeños podrán ser vacunados

Es así como se mantendrá la aplicación de la vacuna bivalente que, como su nombre lo indica, protege contra las cepas de Wuhan (original) y ómicron.

Como corresponde a una dosis de refuerzo, solo la pueden recibir personas que hayan completado un esquema primario, es decir, las dos dosis iniciales de vacuna contra el Covid-19 o la dosis única de la vacuna Cansino.

¿Es entonces una quinta dosis? El subsecretario de Salud Pública explica que “no corresponde hablar de una quinta o sexta dosis”, debido a que “la vacuna bivalente es diferente a la vacuna utilizada en el esquema primario y dosis de refuerzo”. En virtud de ello, asegura que “no es necesario tener cuatro dosis para recibir la vacuna bivalente”, pues puede haber “personas que por distintas razones que no tenían sus cuatro dosis o porque iniciaron su esquema primario más tardíamente, desde que iniciamos la vacunación bivalente reciben directamente esta vacuna anual y no los refuerzos anteriores”.

De las novedades que traerá el proceso en 2023 está la incorporación de los niños de entre los seis meses y los tres años de edad al programa de vacunación.

El Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones del Minsal (Cavei) está pronto a dar a conocer esta recomendación, la que se informará la próxima semana.

Esta viene luego de que en enero la Corte de Apelaciones de Santiago le ordenara a la cartera incorporar a este grupo, bajo las indicaciones del Instituto de Salud Pública, tras su negativa a hacerlo en agosto pasado.

Es posible concluir que la recurrida ha incurrido en una omisión arbitraria e ilegal, pues se encuentra acreditado en autos que, técnicamente, les asiste a los niños y niñas entre los seis meses y tres años de edad la inclusión en el programa nacional de vacunas contra Covid-19″, dictaminó el tribunal de alzada.

El presidente del Cavei, Jaime Rodríguez, afirma que “no hay ningún inconveniente en este grupo en colocar la vacuna en conjunto con la vacuna influenza”. No se tratará, eso sí, de la vacuna bivalente, sino “solo de Covid”, especifica Rodríguez.

¿Cuál en específico? Desde el Minsal no detallan. El titular del Cavei asegura que “el ministerio no ha definido todavía cuál, pero la que tiene más estudios es la ARN mensajero y la vacuna Moderna es la que tiene estudios publicados en relación a eso, probablemente sea ARN mensajero”.

Por otra parte, las dosis administradas -hasta ahora- seguirán siendo de los laboratorios que cuentan con estas vacunas desarrolladas “y con autorización de uso por las agendas regulatorias internacionales de alto nivel como la FDA y nuestro ISP, que son Moderna y Pfizer-BioNTech”, explica Cuadrado. “En la medida en que nuevos productos sean aprobados, estos serán considerados para asegurar una oferta diversificada”, añade.

Por el momento, aseguran en el Minsal, no está pensado incorporar las vacunas Covid al programa de inmunización obligatorio.

Las dudas

La campaña 2023 plantea algunas incógnitas. Uno de los puntos en duda es si habrá una progresiva incorporación de grupos al programa de vacunación como, por ejemplo, las personas sanas entre 40 y 49 años.

Rodríguez, el presidente del Cavei, explica que “hasta ahora no, depende de cómo se desarrolle la enfermedad, no sabemos qué puede pasar”.

Paula Daza recalca que primero se tiene que alcanzar el 80% de la población de riesgo, y “una vez que se alcance esa cobertura de vacunación, por supuesto que ahí uno puede empezar a ampliar a otros de menor riesgo y bajar la población objetivo a los 40 años”. “Se podría hacer en forma paralela, pero no perder la prioridad de los grupos urgentes”, añade.

María Paz Bertoglia, jefa del PNI, aseguró ayer en un punto de prensa que “si hay necesidad de aumentar o de convocar a más grupos, esto desde el punto de vista de la evaluación epidemiológica, lo hacemos constantemente, por lo tanto, es una posibilidad, se evalúa y en el momento en el que sea necesario va a ser informado por las autoridades”. Y agregó que “es prioridad epidemiológica que los grupos de mayor riesgo puedan asistir pronto a vacunarse”.

Sin embargo, de ampliarse la población a vacunar, podría dejar de ser gratuita. Así al menos lo cree María de la Luz Endeiza, jefa del Vacunatorio de Clínica Universidad de los Andes y miembro del Cavei, quien afirma que si se introduce dentro del PNI y se habilita para todos, “es muy difícil para un país sostener en el tiempo una vacuna masiva permanente, es mucha plata”. Por lo que recomienda que fuese gratis para los grupos de riesgo y que lo sea para el resto “en la medida en que aumente la producción de vacunas Covid para todo el mundo”.

Otro punto en duda radica en la inmunidad que tiene la vacuna bivalente que actualmente se administra en el país.

El subsecretario Cuadrado afirma que “actualmente no se cuenta con este antecedente (la duración de la efectividad de la vacuna), pero se ha observado con la vacuna monovalente (contra la cepa ancestral Wuhan) que los niveles de anticuerpo disminuyen entre los cuatro y seis meses aproximadamente. De seguro el trabajo que lidera el doctor Rafael Araos seguirá midiendo la efectividad ahora con bivalente, es un proceso que avanza a medida que más personas se vacunan”.

Y agrega que la “bivalente entrega una efectividad contra la hospitalización por Covid-19 entre 74% y 80%. Mientras que la efectividad de esta vacuna contra el fallecimiento por esta enfermedad llega al 85%”.

Para la ex subsecretaria Daza el panorama es otro. “Ellos hablan de que la cuarta dosis ha tenido una buena respuesta a la vacunación, pero esos estudios no se han publicado, es importante conocer los estudios que han hecho para saber cuánto tiempo dura la inmunidad”.

Desde el Cavei, María Luz Endeiza evalúa que “la inmunidad está durando más de seis meses, pero las personas sanas ya llevan más de un año desde la cuarta dosis”, por lo que afirma que en invierno “de todas maneras vamos a necesitar refuerzos, refuerzos va a haber siempre, toda la vida”.