Ayer, pasadas las 7:00, se volvieron a abrir las puertas del ex Congreso en Santiago en lo que fue la última jornada de duelo nacional decretado por el gobierno en homenaje al expresidente Sebastián Piñera.
Dos horas después, comenzó una serie de ceremonias al exmandatario que concluyó con la llegada del cortejo fúnebre al Parque del Recuerdo -en la comuna de Huechuraba-, lugar donde fue enterrado su cuerpo.
Autoridades, figuras políticas, exministros y representantes internacionales llegaron al Salón de Honor, donde también miles de personas se acercaron a despedir al expresidente en los días anteriores. La familia Piñera Morel, a eso de las 8:30, salió de su residencia en Las Condes rumbo a las dependencias de la exsede legislativa.
“Nuestro país ciertamente no es perfecto, pero tenemos una buena República y, en momentos como este, se hace muy evidente”, comentó, cerca de esa hora, la ministra del Interior, Carolina Tohá, en el lugar.
Minutos después, arribó el Presidente Gabriel Boric y con la entonación del himno nacional se inició la ceremonia, donde también se hicieron presentes los exjefes de Estado Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Michelle Bachelet.
Una de las ausencias de la jornada fue el expresidente Ricardo Lagos -cuya presencia había sido confirmada por el gobierno-, quien envió una carta a la familia expresando sus razones para no asistir: aludió al anuncio que realizó el pasado 30 de enero sobre su retiro de la vida pública.
Con todo, el encargado de abrir los discursos de despedida en el funeral de Estado fue el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI), quien también fue compañero de ruta del expresidente en su trayectoria política. “El Presidente Piñera hace entrada hoy por su entrada por la puerta ancha de la historia grande Chile”, dijo, pasadas las 9:30, entre aplausos de los presentes.
Pero Coloma no fue el único. También le dedicaron palabras el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco, además de sentidos discursos de Frei, Bachelet y, para cerrar, el mismo Presidente Boric.
Frei fue el primero de los exmandatarios en hablar. En su discurso, enfatizó los momentos de encuentro que tuvieron ambos desde su juventud y a su periodo como senadores por la circunscripción Santiago Oriente -entre 1990 y 1998-. También aludió a la “gran amistad” que tuvieron sus padres: el expresidente Eduardo Frei Montalva y José Piñera Carvallo.
Luego fue el turno de la expresidenta Bachelet. Uno de los puntos que marcó su discurso fue su referencia al informe que elaboró la ONU sobre la crisis social en Chile tras el estallido de 2019, mientras ella se desempeñaba como alta comisionada de los DD.HH. Ese informe fue uno blancos de críticas que tuvo Piñera en su segunda administración.
Bachelet destacó que fue el mismo exmandatario quien invitó a Naciones Unidas a elaborar el documento. “Eso honra mucho, que el presidente Piñera mismo haya pedido este informe”, reconoció.
El Presidente Gabriel Boric, por su parte, hizo un mea culpa, al admitir que hubo veces que, como oposición durante el gobierno de Piñera, hubo recriminaciones que fueron “más allá de lo justo y razonable”.
Un gesto no menor, considerando el tono que tuvo el sector en la administración pasada, el cual fue cambiando al llegar Boric a La Moneda.
El mismo Mandatario reconoció que, pese a sus diferencias con Piñera, él “nunca se restó de brindar ayuda y consejo”.
Aún faltando minutos para las 11:00, y ya finalizadas las alocuciones de las autoridades, le correspondía el turno a la exprimera dama, Cecilia Morel.
Sin embargo, visiblemente afectada. les transmitió a sus hijas -Magdalena y Cecilia- que no podía subir al podio a entregar unas palabras. En su lugar, se dirigió a los presentes la mayor de los Piñera Morel.
Finalmente Boric, junto a los expresidentes Frei y Bachelet realizaron la simbólica y última guardia de honor, momento en que -de forma espontánea y no considerada en la planificación- los asistentes comenzaron a cantar el himno nacional por segunda vez.
Uno de los momentos más íntimos se vivió cuando la familia completa se despidió del exmandatario. Morel, los hijos y nietos abrieron el ataúd por última vez para decirle adiós al exjefe de Estado.
Una vez terminada la ceremonia, el Regimiento Escolta Presidencial N°1 de Granaderos trasladó, en una cureña tirada por seis caballos, el féretro del exmandatario, recorriendo las calles Catedral, Morandé con Compañía hasta llegar a la Catedral Metropolitana, donde continuó la misa fúnebre, dirigida por el arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí.
Catedral Metropolitana
En medio de cientos de personas aglomeradas a las afueras de la Catedral, comenzaron a llegar familiares, amigos y excolaboradores de Piñera y autoridades, quienes estuvieron presentes en la misa de despedida.
Uno de los asistentes fue su hermano, José, quien reapareció, pese a la distante relación que ambos sostenían.
El economista, quien se sentó junto a su hermana Magdalena -quien fue una de las sobrevivientes al accidente en helicóptero- entregó una plegaria: “Para que el Espíritu Santo difunda en la Iglesia una esperanza cada vez más firme en la victoria sobre la muerte”. Quien también leyó un salmo fue Ignacio Guerrero, amigo del expresidente y otro de los que salió con vida en Lago Ranco.
Los hermanos, hijos y nietos también tuvieron palabras para quien fue dos veces la primera autoridad del país. “Gracias a mi abuelo que me ha dado tanto, me ha dado la risa y con la verdad me ha mostrado el llanto. Estoy con una insaciable tristeza y dolor de la inesperada pérdida de mi abuelo, mi fiel compañero, mi amigo del alma, mi mentor y mi más grande ídolo”, dijo León, el mayor de sus nietos.
Esperanza, otra de las nietas del exmandatario, agregó: “Hoy nosotros perdemos un ser inigualable, pero no me cabe duda de que el cielo gana un ángel, que con toda seguridad me atrevo a decir que será el mejor”.
Simbólico fue también el gesto que tuvo el mayor de los hijos varones del expresidente, Sebastián Piñera Morel. En medio de sus palabras, sacó del bolsillo de su camisa una regla y un lápiz de color rojo, elementos que se conocía que eran frecuentemente usados por Piñera padre.
Otro de los momentos emotivos que se vivió en la jornada fue protagonizado por los mineros rescatados de la mina San José en 2010, que fue además uno de lo hitos de la primera administración del expresidente.
“En nombre mío y de mis compañeros, entregamos este testimonio de lo que hizo por los 33, de lo que hizo por todo el pueblo de Atacama y de la minería en Chile”, dijo Luis Urzúa, quien agradeció al fallecido Presidente por su papel en su rescate, “hoy hay 33 banderas y no 33 cruces”. Y concluyó: “Un adiós a un gran jefe de turno de otro jefe de turno”.
El último paso por La Moneda
Pasadas las 13:30, entre aplausos, gritos y banderas de una multitud de personas que se aglomeraron en las dependencias del lugar, comenzó a entonarse el himno nacional. Con ello, lentamente, el féretro del expresidente hizo su último paso por La Moneda.
Con la presencia de la familia del fallecido expresidente, el homenaje republicano fue encabezado por el Mandatario Gabriel Boric, quien con su banda presidencial presenció el trayecto de la carroza. Una imagen muy similar a la que se vio a la exmandataria Michelle Bachelet en el funeral del Patricio Aylwin, en 2016.
Otro homenaje vino a los pocos minutos después, cuando ya estaban trasladando el cuerpo al Parque del Recuerdo, que ya se encontraba totalmente cerrado.
En ese momento, floristas y trabajadores de la Pérgola de las Flores realizaron una masiva despedida, arrojando flores a la carroza del exmandatario, tal como han realizado en otras ocasiones.
Más tarde, pasadas las 14:30, personal del Ejército recibió el féretro del exmandatario -cubierto por una bandera chilena- en el Parque del Recuerdo, por la entrada de Américo Vespucio con Avenida Recoleta, donde también lo esperaban distintos excolaboradores y amigos de Piñera.
Tras una nueva entonación del himno nacional, dos soldados retiraron la bandera para entregársela al canciller Alberto van Klaveren, quien -en un último tradicional gesto- le pasó el símbolo patrio a Cecilia Morel. Fue entonces cuando tres cañones dispararon tres salvas de honor, dando término al homenaje realizado por el Ejército.
Luego de tres días de duelo, el homenaje al expresidente Piñera finalizó con una ceremonia privada -que contó con varias decenas de guardias- y con la participación sólo del núcleo más cercano del exmandatario.
La instancia se extendió por aproximadamente 40 minutos. Entre canciones y algunos discursos, su familia le dijo el último adiós.