No fue una semana fácil para el Frente Amplio en la Convención Constitucional. El bloque quedó fuera de la conducción de la directiva y abajo del amplio consenso que llevó a María Elisa Quinteros y Gaspar Domínguez a la testera.

Ante la división entre los frenteamplistas y sus socios del Partido Comunista, la convencional Constanza Schonhaut (CS) hace su balance.

¿Por qué insistir con el nombre de Beatriz Sánchez? Sus propios socios del PC les habían pedido un gesto.

El análisis fue buscar la mejor mesa posible para los desafíos de esta segunda etapa; la necesidad de articulación política, de unidad, de cumplir con el calendario y de tener capacidad comunicativa. En base a esos objetivos, barajamos todas las cartas y pensamos que como FA podíamos colaborar en eso.

¿No desatendieron la crítica de que la coalición que será gobierno en marzo podría monopolizar la Convención?

No creo que sea una monopolización del poder. Como FA hemos trabajado con plena autonomía durante este proceso. La dinámica dentro de la Convención es distinta a los espacios constituidos. Aquí tenemos que construir dos tercios y eso sugiere formas de articulación que son distintas, donde básicamente ninguna fuerza puede quedarse fuera. Ese es el desafío que hemos asumido como FA, y nos vamos a poner a disposición de todos los espacios necesarios para ello.

El PC decía que el FA podría afectar al propio gobierno al insistir en tener un cargo en la mesa.

No comparto ese análisis, porque, de hecho, cuando asuma el gobierno nosotros vamos a estar en la etapa final de aprobación de normas, por tanto, la posibilidad de que eso se cruce es muy baja.

¿Cómo interpreta la división permanente de AD en la Convención?

Somos una coalición y mantenemos un diálogo fluido. También tenemos diferencias, pero es importante entender que Apruebo Dignidad no alcanza para construir las mayorías necesarias hacia una nueva Constitución, y eso nos obliga a conversar con todas las fuerzas del Apruebo. Si hay algunos que no quieren hacerlo por identidad o por generar ciertas trincheras, vamos a tener que hacerlo nosotros.

¿Cree que el PC ha estado en esta lógica de trinchera?

En algunos momentos hemos tenido diferencias sobre cómo afrontar determinados escenarios, lo que no me parece que sea malo.

¿Esta división responde también a que están pensando en constituciones distintas?

No hay forma de pensar una Constitución que no sea transversal. La Constitución va a ser transversal porque requiere amplios acuerdos, o no va a ser. Y hay que tener esa altura de miras. Tengo cierta certeza de que vamos a confluir mayoritariamente en materia de contenidos.

¿Qué rol van a jugar como FA en lo que viene? ¿Van a seguir en el “eje bisagra” o se van a cuadrar con AD?

Insisto en que vamos a conversar con todas las fuerzas. Nuestro núcleo claramente es Apruebo Dignidad, es lo que tratamos de cuidar, porque es nuestra alianza nacional. Y de ahí nos sentimos parte. Pero también vamos a construir diálogos con el resto, porque además hay que pensar en el plebiscito de salida.

¿Esta fragmentación no anticipa lo que podría ocurrir en la coalición de gobierno?

Primero, no creo que haya fragmentación, hay diversidad, que es distinto. Y segundo, a pesar de que Apruebo Dignidad hoy sea gobierno, en la Convención trabaja con plena autonomía. Dicho eso, el trabajo de AD, evidentemente, tiene que fortalecerse, pero también tiene que ser capaz de tomar un rol protagónico en construir una Constitución transformadora. La única forma de hacer eso es dialogar con todos los sectores. Y en la medida en que comprendamos eso de manera conjunta, vamos a poder tener un rol de liderazgo importante.

Se quedaron abajo del acuerdo que lleva a Quinteros y Domínguez a la mesa y han hecho una autocrítica…

Acá lo que hubo de nuestra parte fue una vocación por consensuar una dupla para la mesa que fuera representativa de la diversidad de las fuerzas de Apruebo. En ese esfuerzo, la mayoría de los colectivos estuvieron a disposición y hubo algunos que no les pareció.Y por otro lado, también hubo conversaciones paralelas donde no se incluyó a todos. Eso también habla de lo que terminó pasando, donde nosotros entendimos que íbamos a darnos un tiempo para terminar de consensuar esa dupla, pero otros terminaron votando sin avisarnos. Eso es una descoordinación, pero también habla de un esfuerzo -que ahora entiendo- de construir esta idea de la “rebelión de los independientes”. Esas divergencias y trabajar con lógicas de exclusión no sirve para el trabajo que viene.

Amaya Álvez (RD) llamó a recapacitar a sus socios del PC de su lógica poco amistosa. ¿Lo comparte?

Comparto con Amaya. Las declaraciones que tuvo el PC durante estos días fueron destempladas y poco expresivas de lo que realmente ocurrió. Eso le hace daño a nuestra vocación de trabajar en conjunto. No podemos perder ni el compañerismo ni la honestidad. Además, creo que lo que no puede seguir replicando el PC es su intento de competir o excluir al FA, porque eso también lo hemos sentido. Lo importante es que pongamos nuestros puntos en común y entendamos que en la medida en que somos parte de la misma coalición, el trato entre nosotros tiene que ser particularmente bueno. Eso a veces falta de su parte.

¿Quinteros y Domínguez cumplen con el rol articulador que impulsaban en el FA?

Tienen capacidad de cumplirlo, y espero que así sea. Hay que profundizar la capacidad de diálogo y aumentar el sentido de responsabilidad.