“Los principios generales abren la nueva Constitución, literalmente. Se trata, quizás, de las páginas más políticas de la discusión, donde tomamos y presentamos las grandes definiciones sobre el rol del Estado y su relación con la personas (...)”.
Con esas palabras, la convencional Beatriz Sánchez (Frente Amplio), quien hasta esta semana era una de las coordinadoras de la Comisión de Principios Constitucionales de la Convención Constitucional, dio inicio al debate del primer informe de esta instancia temática.
Este texto incluyó 36 artículos, entre los que destacaban el carácter del Estado chileno, la definición de familias y el establecimiento de Chile como país plurilingüe y laico.
Ayer, de las 36 normas que fueron sometidas a votación se aprobaron nueve.
Este informe es el resultado de la revisión de 721 indicaciones. Sin embargo, durante su intervención, el convencional Martín Arrau (Chile Libre) acusó que, debido a la escasez de tiempo, no se pudo deliberar sobre estas normas. “Es obvio el mal nivel de este informe. Recordemos que esta es la única comisión en la que se impidió argumentar y fundamentar las más de 700 indicaciones que le dieron forma, siendo el oficialismo el que impuso su verdad”, comentó.
El primer artículo del informe referido al rol del Estado fue el que generó mayor expectación horas antes de la votación.
Finalmente, este fue aprobado en general por 104 votos a favor, solo uno más de los dos tercios requeridos.
La norma establece que “Chile es un Estado social y democrático de derecho”. Además, se agrega que “su carácter es plurinacional e intercultural y ecológico”.
Asimismo, el artículo visado consigna que Chile “es una República democrática, solidaria y paritaria, que reconoce como valores intrínsecos e irrenunciables la dignidad, la libertad, la igualdad sustantiva de los seres humanos y su relación indisoluble con la naturaleza”.
Frente a este resultado, distintos convencionales, promotores de la idea, celebraron con aplausos en el hemiciclo y también en redes sociales. “Aprobado en general el artículo (...) en el que se define a Chile como un Estado social de derecho (...), dejando atrás el Estado subsidiario de la Constitución del 80″, publicó en Twitter la convencional Constanza Schonhaut (FA).
Pese a que fue aprobada, algunos convencionales reconocen que debiese modificarse antes de la votación en particular, cuando se vote inciso por inciso.
Las otras aprobaciones
La jornada, además, estuvo marcada por el cambio de mando, evento que provocó el alargue de las pausas sanitarias. Durante una de ellas, un grupo de convencionales se agrupó en el patio del ex Congreso para esperar el discurso que dio el Presidente Gabriel Boric en La Moneda. De hecho, la presidenta de la Convención, María Elisa Quinteros (MSC), debió votar desde el Palacio de La Moneda, pues asistió al primer discurso del Mandatario.
Junto con este artículo, se aprobó con 106 votos a favor, 25 en contra y 20 abstenciones, uno sobre emblemas nacionales, que pretende establecer que “el Estado reconoce los símbolos y emblemas plurinacionales propios de los distintos pueblos indígenas y tribales”.
Asimismo, se visaron los artículos referidos a la interculturalidad -con 109 votos a favor, 32 en contra y nueve abstenciones- y sobre plurilingüismo -con 111 votos a favor, 23 en contra y 19 abstenciones-.
Un artículo que provocó debate a lo largo de la deliberación del informe fue el referido a “las familias” -en plural-. Esta propuesta fue rechazada con 86 votos a favor, 47 en contra -provenientes de la derecha y parte de Pueblo Constituyente, la Coordinadora Plurinacional y escaños reservados-.
El artículo apuntaba a establecer que “las familias serán protegidas y reconocidas en sus diversas formas, con independencia de sus lazos consanguíneos y filiativos”.
El convencional Eduardo Cretton (Unidos por Chile) argumentó: “¿Existen distintos tipos de familia? Por supuesto que sí, pero tampoco cualquier tipo de relación social es una familia. La propuesta de la Comisión de Principios debilita tanto el concepto de familia como su rol de núcleo fundamental de la sociedad”.
Además, se rechazaron los dos artículos referido al “Estado laico”. Uno de ellos provenía de una iniciativa popular de norma y fue respaldado por 100 votos a favor, tres menos de los necesarios para ser aprobado. Este establecía que el Estado “deberá velar por la más estricta neutralidad de lo público frente a las religiones y demás expresiones de la espiritualidad”.