Los casos de Covid-19 llevan más de un mes al alza en el país. Se trata de un incremento que ha alertado a los expertos, que lo describen como el más rápido de todo el año. De hecho, según el modelo predictivo de la Usach, la tercera ola ya comenzó, al menos en la capital.
Desde el Minsal han tomado medidas para controlar el alza, como retroceder a la Región Metropolitana a la etapa de Preparación y reponer el “Punto Covid-19″″ de los días jueves, para elevar la percepción de riesgo.
En relación a este aumento, los pacientes que requieren en cama crítica también han crecido. A nivel nacional, si hace un mes habían 386 personas en UCI por coronavirus, ayer ya eran 450, el 79% de ellos en ventilación mecánica.
“Durante la última semana, en más de una oportunidad superamos los dos mil nuevos contagios y los casos activos registraron su cifra más alta desde julio pasado. Hace unos días este incremento aún no se reflejaba en la ocupación de camas críticas, pero hoy el escenario cambió”, dice el subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac.
De acuerdo a datos de la cartera, hasta la semana eran 1.674.534 las personas no vacunadas o con su esquema incompleto. De ellas, 47 ingresaron a una cama crítica, lo que da una tasa de 3,46 pacientes por cada 100 mil habitantes (ver infografía).
En el mismo período, en cambio, de las 9.200.000 personas que tienen su esquema de vacunación completo, fueron 67 las que necesitaron cuidados críticos, lo que configura una incidencia de 0,9.
Ahora bien, en el caso de las 4.200.000 personas que al 18 de octubre se encontraban con su dosis de refuerzo (más 14 días), la relación disminuyó aún más, ya que 14 contagiados necesitaron de una cama crítica, es decir 0,3 personas por 100 mil habitantes.
Así, la estadística revela el importante efecto que está teniendo la tercera dosis: es capaz de reducir en 10 veces la probabilidad de ingresar a UCI.
Pero según las cifras del Minsal, casi un millón de personas que, habiendo sido convocadas, no ha recibido su dosis. “Los casos van al alza y es importante que todos cuenten con inmunidad para evitar enfermarse gravemente, terminar hospitalizado en una UCI y eventualmente fallecer”, enfatiza Dougnac.
Katia Abarca, infectóloga y académica de la Universidad Católica, recalca que es necesario reforzar el esquema basal de vacunación: “La segunda dosis protege algunos meses, pero se va reduciendo esa protección y el nivel de anticuerpos con el tiempo”.
Sin embargo, la inmunización ha marcado una diferencia. Carolina Ruiz, jefa de la UPC del Hospital Sótero del Río, explica que “en los pacientes vacunados hemos visto que ahora la enfermedad es más corta y menos grave. La estadía en ventilación mecánica es de una semana (antes llegaba a 30 días) y la estancia en UCI de 10 días”.
César Santis, jefe técnico de la UCI del Hospital Barros Luco, coincide: “La vacuna es indispensable para controlar la situación y también en la evolución de los pacientes. Inclusive los que llegan al ventilador mecánico tienen una evolución menos grave en comparación a los pacientes que no están vacunados”.
El efecto en los contagios
En términos de infecciones, la inmunización triple marca la primera mejoría, pues la tasa de incidencia es de 7,8 casos por cada 100 mil habitantes. Mientras, en quienes tienen dos dosis la cifra sube a 67,8. Y en los no vacunados o con esquema incompleto, en tanto, la prevalencia es de 76,2.
En la tasa de mortalidad la inoculación de refuerzo también tiene resultados positivos. Según las cifras del Minsal la incidencia es cero, mientras que con dos dosis sube 0,2 y en el caso de los no vacunados aumenta a 0,5.
Ignacio Silva, infectólogo del Hospital Barros Luco, aclara por qué parecen cercanas las incidencias de la población vacunada con dos dosis versus la que no tiene el esquema. “Hay dos explicaciones, el universo de población vacunada es mucho mayor, entonces, con mayor frecuencia los casos se dan en vacunados. Segundo, la inmunidad cae con el tiempo y en la medida que nos alejamos de la fecha de completación del esquema, empieza a aumentar el riesgo de infección, versus quienes han recibido la dosis de refuerzo”.
Sube demanda por el refuerzo
Desde el inicio de la vacunación de refuerzo, que empezó en agosto, 5.414.038 personas ya han recibido su tercera dosis, según cifras del Departamento de Estadísticas e Información en Salud (DEIS).
Y para incentivar el plan, las autoridades sanitarias anunciaron que desde el 1 de diciembre todos los mayores de 55 años deberán tener la tercera dosis para mantener habilitado su Pase de Movilidad.
El aviso tuvo respuesta inmediata, especialmente en este grupo etario. La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, detalla a La Tercera que “si comparamos los días lunes, martes y miércoles de la semana pasada con los primeros tres días de esta semana, el aumento de la demanda por la vacuna es superior al 100%”.
De hecho, al contabilizar las 63.000 mil personas mayores de 55 años que acudieron antes del anuncio a los vacunatorios y contrastadas con las 150 mil que se movilizaron los primeros tres días de esta semana, cuando el permiso se había condicionado, se configura un alza del 138%.
Gabriel Cavada, epidemiólogo y académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, explica que “la inmunidad tiende a caer entre seis meses y un año después de haber completado el esquema completo. De ahí la importancia de la dosis de refuerzo, de modo tal que en este período de dos o tres años, donde vamos a tener muy fuerte presencia del virus, realmente se puedan tener los niveles inmunológicos óptimos para no caer en un curso grave de la enfermedad o que ocasione la muerte”.
El infectólogo de la Clínica Universidad de los Andes y decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Universidad San Sebastián, Carlos Pérez, llama a no bajar la guardia: “La vacuna y especialmente la dosis de refuerzo disminuye el riesgo de contagio, pero especialmente el riesgo de muerte, y por lo tanto es importante que aquellos que no se han vacunado, lo hagan”.