Un día después de que, al menos, 112 palestinos murieran y 760 quedaran heridos cuando soldados israelíes abrieron fuego contra multitudes desesperadas de personas que se congregaron alrededor de camiones de ayuda en Ciudad de Gaza, crece la presión internacional contra Israel no solo para un alto el fuego, sino que también para que explique lo ocurrido.
Así, el Presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que los civiles habían sido “objetivo de soldados israelíes” y pidió un cese el fuego inmediato. “Profunda indignación por las imágenes procedentes de Gaza donde los civiles han sido atacados por soldados israelíes. Expreso mi más enérgica condena a estos tiroteos y llamo a la verdad, la justicia y el respeto al derecho internacional”, publicó en X.
“La situación en Gaza es terrible. Todas las poblaciones civiles deben ser protegidas. Se debe implementar un alto el fuego de inmediato para permitir que se distribuya la ayuda humanitaria”, añadió.
Annalena Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, pidió al ejército israelí que “explicara plenamente” las matanzas en el norte de Gaza y se unió a los llamados a un alto el fuego con Hamas que permita la liberación de rehenes israelíes y la entrada de más ayuda a Gaza.
“La gente en Gaza está más cerca de la muerte que de la vida”, dijo en las redes sociales. “Debe llegar más ayuda humanitaria. De inmediato”.
La tragedia se produjo el jueves por la mañana cuando miles de personas desesperadas por comida se reunieron cerca de un convoy de alimentos en la calle Rashid de Ciudad de Gaza, con las tropas y tanques israelíes cerca. Se trata de una escena cada vez más frecuente en Gaza, donde los palestinos que luchan contra el hambre en medio de la guerra de Israel contra Hamas se concentran regularmente alrededor del número relativamente pequeño de camiones de ayuda a los que se permite ingresar al enclave.
El Ministerio de Asuntos Exteriores palestino pidió a los líderes mundiales que impongan sanciones a Israel para obligarlo a proteger a los civiles y garantizar sus necesidades humanitarias, argumentando que estaba obligado a hacerlo según el derecho internacional como potencia ocupante. “Negaron completamente la verdad de la masacre que cometieron contra civiles desarmados, agotados por el hambre y la sed como resultado de políticas racistas”, dijo.
Las condenas también se hicieron llegar de parte de Turquía, Arabia Saudita, Egipto y Jordania. Mientras que la ONU pidió una investigación sobre el ataque.
“Condeno el incidente del jueves en Gaza en el que, según informes, más de 100 personas murieron o resultaron heridas mientras buscaban ayuda para salvar vidas”, escribió el secretario general de la ONU, António Guterres. “Los civiles desesperados de Gaza necesitan ayuda urgente, incluidos los del norte, donde la ONU no ha podido entregar ayuda en más de una semana.”
El almirante israelí, Daniel Hagari sostuvo que “decenas de residentes de Gaza murieron como resultado del hacinamiento y, lamentablemente, los camiones palestinos los atropellaron durante un intento de escapar. Una fuerza de las FDI que estaba asegurando el área pasó junto a la multitud y abrió fuego sólo cuando encontraron peligro, cuando la turba se movió hacia allí de una manera que ponía en peligro a la fuerza”.
“Contrariamente a las acusaciones, no disparamos contra personas que buscaban ayuda y no disparamos contra el convoy humanitario desde tierra ni desde el aire”, añadió, según The Guardian. En una sesión informativa anterior, un portavoz israelí dijo que los soldados dispararon contra un pequeño grupo que se alejó de los camiones y amenazó un puesto de control.
La Casa Blanca dijo que la muerte lo ocurrido era “tremendamente alarmante”. El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, indicó que su país estaba “buscando información adicional sobre lo que ocurrió” y que no se conocían todos los hechos. Washington estaría “presionando para obtener respuestas”, indicó.