Crisis Migratoria: Chile y Perú avanzan en diálogos por corredor humanitario

Hasta Chacalluta llegaron ayer el ministro (S) del Interior, Manuel Monsalve, y los subsecretarios Gloria de la Fuente (RR.EE.), Jaime Gajardo (Justicia) y Víctor Barrueto (Defensa).

El viaje de las autoridades del gobierno del Presidente Gabriel Boric tuvo como objeto tomar medidas para contener la crisis migratoria que se ha agudizado en la frontera norte del país en los últimos días. Esto, luego de que a cientos de migrantes de Venezuela, Colombia y otros países de la región les fuera denegado su ingreso a Perú, quedando varados en territorio chileno. En la comuna de Arica, de hecho, horas antes de la llegada de los subsecretarios, el alcalde de la zona, Gerardo Espíndola, había decretado “estado de emergencia migratoria” para facilitar recursos ante la compleja situación de las 170 personas que, según un catastro del Poder Judicial, se encuentran en la frontera.

Por los días de descanso que se tomó la ministra del Interior, Carolina Tohá -y que se extenderán hasta el martes-, fue Monsalve quien lideró la reunión de alto nivel que se realizó ayer a primera hora en el complejo fronterizo y en la que, además, participaron autoridades locales, como el delegado presidencial Ricardo Santana, el general Enrique Monrás y el subdirector de la PDI Luis Silva.

La visita a la zona fue la primera de representantes del gobierno central en lo que va de la crisis y respondió -según explican en La Moneda- a dos lineamientos que ha definido el Ejecutivo. Por un lado, tomar medidas inmediatas que permitan resolver el episodio crítico -con apoyo a las familias migrantes que se encuentran en el lugar hace varios días- y, por otro, continuar con los esfuerzos diplomáticos para consensuar con Perú -y el resto de los países involucrados- una solución más sostenible.

Tras la cita en Chacalluta, las autoridades confirmaron que -tal como lo habían adelantado desde la Cancillería peruana-, ambos países tenían conversaciones en curso para establecer un denominado “corredor humanitario” que permita a los migrantes avanzar hasta su destino final.

La subsecretaria De la Fuente, además, recalcó que ahora los esfuerzos de la Cancillería apuntan a buscar voluntades del resto de los países que deben dar acceso a los migrantes de manera coordinada para que puedan ser recibidos, como es el caso de Ecuador y la misma Venezuela.

“Con Perú sabemos al menos que hay condiciones para que ello ojalá sea posible, pero esto requiere más voluntades y en esas conversaciones estamos trabajando intensamente en la Cancillería”, dijo ayer en un punto de prensa, pasado el mediodía.

De la Fuente agregó: “Confiamos plenamente en este canal de diálogo que hemos mantenido abierto con Perú y que ha sido fructífero en los últimos días (…) Encontrar una solución requiere de la voluntad de otros países, particularmente de aquellos donde las personas quisieran retornar, ya que son originarias de esos lugares”.

El ministro subrogante, además, agregó que “nos hemos venido a hacer cargo de la crisis, porque hay una crisis migratoria en la frontera entre Chile y Perú, y lo que corresponde es hacernos cargo para buscar soluciones, no conflictos”.

Sus palabras aludieron al clima que precedió su visita a Arica. El jueves, el alcalde de Tacna, Pascual Guisa, se refirió en duros términos al Presidente Boric, tratándolo de “innombrable” e “irresponsable” por lo que, a su juicio, ha sido su falta de manejo de la crisis migratoria en Chile. Un ingrediente adicional aportó el presidente del Consejo de Ministros peruano, Alberto Otárola, quien advirtió que “lo que le pedimos al Presidente Boric y a los demás presidentes es que solucionen sus problemas y que no los tiren a otro país”.

Los dichos de Guisa fueron los que más incomodaron a La Moneda, desde donde se le pidió a la Cancillería tomar acciones de mayor nivel. Por eso, la subsecretaria De la Fuente citó el jueves al embajador de Perú en Chile, Jaime Pomareda, a la Cancillería y emitió una nota de protesta al país vecino. Ante la ofensiva chilena, Perú hizo lo propio

Antes de ese impasse, Perú y Chile ya se habían enfrentado por un reportaje de la televisión limeña en que aseguraban que personal militar chileno había viabilizado ingresos irregulares de migrantes en pasos no autorizados a territorio peruano.

En esa oportunidad, hubo declaraciones contradictorias entre las autoridades del gobierno. Mientras Monsalve salió a respaldar la labor de las Fuerzas Armadas en la frontera, la ministra de Defensa, Maya Fernández, fue más cauta y pidió que los hechos se investigaran.

En paralelo, el ministro de Defensa de Perú, Jorge Chávez, supervisó en terreno la llegada y desplazamiento de los cerca de 300 militares que se desplegaron en la zona fronteriza con Chile. “Es un trabajo de apoyo a nuestras policías (...) lo que queremos es asegurar que ningún paso por donde estamos pudiendo apreciar que están ingresando de manera irregular, se lleve a cabo”, aseveró en el lugar.

Los anuncios realizados ayer por el gobierno apuntan a tres ejes: reforzar la seguridad de la zona a través de la instalación de puntos de control fronterizos adicionales a los actuales; avanzar en la identificación de los migrantes disponiendo de dispositivos de enrolamiento del Registro Civil, y la instalación de locales de asistencia para proveer ayuda humanitaria a quienes lo requieran.

Adicional a los anuncios, el ministro (S) destacó que se garantizará el libre desplazamiento por las rutas nacionales. “No vamos a aceptar cortes de ruta en territorio chileno”, subrayó.

Hasta ahora, quien no ha emitido declaraciones sobre la crisis migratoria es el propio Presidente Boric. Al ser consultado el jueves en Puerto Montt, el Jefe de Estado evitó responder a la prensa que viajó con él a una nueva gira regional.

En La Moneda aseguran que la crisis tiene una arista de orden público a cargo del Ministerio del Interior y otra diplomática, la que está en manos de la Cancillería. En ninguna de esas se involucrará -por ahora- el Mandatario.