De la batería de medidas económicas al aterrizaje de expectativas por las reformas

Marcado por un extenso discurso, la derrota a la propuesta de la Convención Constituyente y el duro golpe que significó el rechazo a la reforma tributaria tres meses antes, la cuenta pública del Presidente Boric del año pasado aterrizó bruscamente las expectativas en torno al pacto fiscal y la reforma de pensiones. El discurso del 2022, flanqueado de la energía reciente del triunfo electoral, planteó una serie de proyectos y de transformaciones profundas en lo económico que prontamente se fueron diluyendo.

“La reforma a las pensiones debe ver la luz, es un imperativo moral. Y este año es el momento de hacerlo, estimados congresistas. O avanzamos por el camino del diálogo social y los acuerdos, que nos da buenos resultados, y damos respuestas concretas a nuestros conciudadanos, o nos arriesgamos a cíclicas indignaciones e inestabilidad. Todos, y repito, todos, vamos a tener que aceptar fórmulas híbridas, acuerdos subóptimos y no descansar ni levantarse de la mesa hasta tengamos un acuerdo. Todos en este salón lo saben. Ni este gobierno ni ningún otro podrá avanzar responsablemente en materializar estos derechos si no es con una reforma tributaria”, afirmó el Presidente en su discurso de 2023 al anunciar entonces el envío un mes después de un nuevo paquete impositivo al Senado.

Pero el año pasado Boric fue más allá: “Porque las personas que hoy están atentas a nuestra conducta, estoy seguro que observan desde sus diferentes realidades si es que tenemos o no la capacidad de actuar generosamente y con altura de miras, ceder a nuestro 100%, pero llegar a un acuerdo que beneficie a nuestro pueblo”.

El relato del Mandatario asumía el duro rechazo a la idea de legislar de la reforma tributaria en marzo de 2023, la mayor derrota política del ministro de Hacienda, Mario Marcel, lo que llevó al oficialismo a bajar las expectativas respecto del contenido del cambio impositivo. De hecho, en la cuenta pública de 2022 Boric destacaba la necesidad de gravar a los altos patrimonios (impuesto a los ‘súper ricos’) como contenido de la reforma tributaria, lo que no fue incluido en la cuenta pública del siguiente año.

“Nuestra reforma tributaria atacará las bases de la desigualdad, gravando los altos ingresos y patrimonios, las rentas mineras y los resquicios legales para financiar el cumplimiento de derechos sociales en salud, pensiones y cuidados”, afirmó en 2022.

Impulsado por la energía del entonces reciente triunfo en las elecciones, el discurso de Boric el 2022 estuvo marcado por un grueso paquete de proyectos y medidas económicas, en medio de una inflación en ascenso y los efectos en el mercado local de la naciente invasión de Rusia a Ucrania.

Además de los proyectos de reforma tributaria y de pensiones, donde se incluía una pensión básica garantizada de $ 250 mil, el Presidente anunció el envío de proyecto de ley que reducía la jornada laboral a 40 horas, el que fue aprobado posteriormente y se podría transformar en uno de los legados económicos del gobierno, junto al alza del salario mínimo a $ 500 mil y el nuevo royalty a la minería.

También en 2022, Boric anunció los proyectos de rentas regionales y de pesca, y el compromiso para crear la Empresa Nacional del Litio, tema que fue nombrado sólo una vez en el discurso de 2023 y que hoy está fuera de la agenda. Asimismo, en la primera cuenta pública se abordó la ejecución del proyecto liderado por ENAP de distribución de cilindros de gas a 100.000 familias a precios justos, fórmula que luego fracasó y golpeó también al entonces ministro Desarrollo Social, Giorgio Jackson.

En la última cuenta pública el Presidente abordó de manera más amplia el complejo momento que vivía la economía en 2023, marcada por la alta inflación y la recesión de la actividad. “Hemos evitado la crisis económica que muchos anunciaban, y la economía se recupera con un admirable equilibrio fiscal y una inversión extranjera que el año 2022 fue la más alta de los últimos nueve años (…) Tenemos una economía resiliente no exenta de riesgo, que debemos cocuidar y prever, y por eso la vamos a cuidar, porque sabemos (y es cosa de mirar un poco más allá de nuestras fronteras) que sin estabilidad económica las familias chilenas no pueden conseguir la tranquilidad que necesitan para alcanzar sus metas”, sentenció Boric.

Sin embargo, al igual que en el discurso de 2022, el Mandatario incluyó mínimamente la palabra “crecimiento” en su relato, lo que fue criticado posteriormente por la oposición y por el mundo empresarial. “Todos conocemos los efectos que la pandemia y la invasión a Ucrania causaron en la economía mundial y en Chile, lo que, además, se sumó en nuestro país a los precios que se agregaron a los de una economía recalentada por las masivas inyecciones de liquidez del año 2021. Y si bien hemos logrado estabilizar la economía, sé que la mayoría de los hogares de Chile sigue teniendo problemas para costear sus necesidades básicas. Es, junto con enfrentar la delincuencia, enfrentar el alza del costo de la vida mi principal preocupación”, concluyó Boric en su discurso de 2023.