El viernes 9 de diciembre el secretario general de RN, Diego Schalper, pensó que la mesa negociadora por un nuevo acuerdo constituyente se quebraría y fracasaría en su misión. Por eso el fin de semana pasado se volcó a recoger las propuestas de la UDI, del oficialismo y armar en un documento la fórmula que este lunes terminó destrabando el acuerdo.

El diputado se declara “bastante conforme” y al acuerdo lo evalúa con una nota “5,5 o un 5,8″. Dice que los puntos altos son las bases institucionales, el árbitro y el rol de los expertos. “Es un mecanismo de diálogo y de conversación y no de confrontación. Cuando la palabra final la tiene una comisión mixta, donde los expertos y las personas elegidas van a tener que conversar de cara a la ciudadanía, yo creo que es un proceso que pasa de la lógica de la cancelación a la de la argumentación”, dice Schalper.

¿La fórmula fue un golazo para Chile Vamos? El oficialismo nunca quiso aceptar el órgano mixto, pero finalmente la última palabra la tendrá una comisión mixta.

Aquí no se trata de si fue un golazo de algún sector en particular. La única forma de construir un marco transversal es haciendo que los distintos sectores conversen. El proceso que logramos construir entre todos es uno donde la palabra final la tiene una instancia de conversación.

¿Los 50 escaños fueron por conveniencia? Si se repite el sistema del Senado podrían asegurarse la mitad del órgano.

Lo que es conveniente para Chile es que la gente que esté sentada ahí tenga muchos votos. Si tiene muchos votos tiene que responderle a mucha gente. Es bueno, porque eso hace que sus posturas sean moderadas.

¿Cómo van sus simulaciones electorales? ¿Cómo le irá a su partido y su coalición?

Si Chile quiere estabilidad necesita salir de la confrontación extrema, y si queremos ser gobierno, tenemos que optar por fórmulas de centroderecha y no por fórmulas extremas, porque nunca dan para alcanzar la mayoría. Vamos a enfrentar con mucha fuerza la próxima elección.

Le preguntaba por la cantidad de escaños que podrían ganar. ¿Esperan replicar los mismos asientos que tienen en el Senado como la bancada más grande?

No me pongo ese horizonte. A mí lo que me interesa es que ojalá las fuerzas del Rechazo actúen de manera unitaria. Si mezclamos unidad con conversación creo que puede ser una buena fórmula para nuestro sector.

¿Chile Vamos irá en una lista electoral junto con Amarillos?

No me atrevo a adelantar los pactos electorales, porque eso hay que construirlo en su minuto.

¿Pero le gustaría?

Sí. Me alegra mucho saber que personas que probablemente hace 10 años habríamos estado en veredas distintas porque nos habría marcado el eje del 90, hoy día estamos en una posición unitaria.

Infiero de sus respuestas que entonces es algo que están buscando.

A mí me gustaría una lista que se llame “Una buena y nueva Constitución para Chile”, donde obviamente estemos todas las fuerzas del Rechazo congregadas.

¿En esa lista cabe Republicanos? Anteriormente dijo que las personas querían fórmulas moderadas y no extremas.

A mí me gustaba el republicano del “Recházala por una mejor”. Me gustaba el José Antonio Kast de la segunda vuelta. Todavía no me resigno a no creer que es posible pensar en Republicanos en esa sintonía y, por lo tanto, yo aliento a ese partido a darse cuenta de que la estabilidad del país requiere que enfrentemos el tema constitucional. Esa sintonía es perfectamente compatible.

¿Le preocupa el rol que pueda jugar el Partido de la Gente?

Yo valoro mucho al Partido de la Gente. Creo que es un partido que expresa un electorado de clase media que se ha sentido un poquito distante de los partidos tradicionales. Espero que podamos ir generando puentes de entendimiento y veremos qué sale ahí. El acuerdo es una oportunidad para que todos esos sectores de clase media que muchas veces critican que la política no da respuesta a sus problemáticas, podamos salir con una respuesta contundente para ello y por lo mismo también parte del inventario debe apuntar a ser muy enfático en ponerle sentido de urgencia a lo que afecta hoy día la vida de los chilenos.

Foto: Andres Pérez.

¿Se refiere a temas como seguridad?

El acuerdo ya está hecho. Se acabaron las excusas para enfrentar la pobreza, la delincuencia y la inflación con sentido de urgencia. Yo le quiero decir al gobierno que una agenda de seguridad contundente es indispensable para que sea posible el acuerdo constitucional. Le pido a la ministra Tohá que ponga mucha eficacia en hacer una agenda que realmente atienda a la problemática de fondo de la seguridad.

¿Puede garantizar que van a estar todos los votos de la bancada de RN para votar a favor el acuerdo?

Totalmente.

¿Le preocupa que los parlamentarios metan mano durante la tramitación legislativa y modifiquen puntos relevantes del acuerdo?

Si es que alguien que ahí aparece firmando pretende modificar los contenidos del acuerdo, básicamente lo que está haciendo es no cumplir su palabra. Le pido al Presidente Boric, como garante del acuerdo, que haga todo lo que está a su alcance para que las fuerzas oficialistas cumplan su palabra. Quiero ser muy claro: el acuerdo es desde la primera hasta la última letra. Si un partido firmante quiere modificar la naturaleza del acuerdo, nosotros no lo vamos a aceptar.

¿Hubo molestias con el rol que tuvo Javier Macaya (UDI) cuando asume de cierta forma el liderazgo del sector y va a negociar a La Moneda con el Presidente?

Javier Macaya de buena fe intentó abrir un espacio en un momento de dificultad. Yo la verdad es que pienso que hice algo parecido el día lunes cuando tomé contacto con Diego Ibáñez. Hay momentos en que las personas tenemos que estar disponibles a tomar riesgos en pos de objetivos políticos mayores. En eso observo una acción de buena fe y no algo que haya tensionado la conversación.