Nicolás Jarry y Alejandro Tabilo son hoy por hoy las dos mejores cartas del tenis nacional. Ambos aparecerán este el lunes en la mejor posición de sus carreras y en Roma hicieron historia al ser los primeros chilenos en llegar a las semifinales de un Masters 1000 al mismo tiempo. Nico dio un paso más, alcanzando la final.
En su momento ambos tuvieron la posibilidad de representar a otros países. Sin embargo, eligieron jugar por Chile.
La apuesta
Alejandro Tabilo nació en Canadá, en el seno de una familia de dos inmigrantes chilenos, por lo que siempre creció rodeado de costumbres criollas. Incluso, sus padres participaban en un conjunto folklórico.
“Con Alejandro teníamos un trato, que consistía en que cuando se metiera en el top 400 iba a jugar por Chile, porque si estaba muy abajo lo iban a chaquetear. Sin embargo, esta idea no le gustó mucho”, contó Ricardo Tabilo.
No obstante, todo cambió en 2016. Luego de la serie que se jugó entre Canadá y Chile en Halifax, se llevó a cabo un Futuro en superficie dura indoor. “Le tocó enfrentar a Nicolás Jarry. Entonces le dije: ‘Si le ganas hacemos los trámites y juegas por Chile’. Entró como una máquina y le ganó”. En efecto, el resultado fue 7-6 (6) y 6-4 para el zurdo, que en ese momento ocupaba el puesto 856. Nico era el 423.
Nico, estadounidense
En diciembre de 2010, Nicolás Jarry se estableció en Estados Unidos. Con 15 años se instaló en la Academia de Guillermo Cañas en Key Biscayne. En total, estuvo casi dos años, donde se empapó del sistema estadounidense. Su buen rendimiento llamó la atención de la federación local. Incluso, sus primeras apariciones en el ranking ATP fueron con la bandera de ese país. Sin embargo, su objetivo siempre fue representar a Chile, por lo que pronto hizo los trámites para defender oficialmente los colores nacionales.
Fernando González fue clave en esa decisión. “Me acuerdo que yo estaba recién retirado, viajaba mucho a Miami. Nico estaba viviendo en ese momento allá, su mamá tiene pasaporte americano, así que tenía todo para poder jugar por Estados Unidos y se le acercaban mucho”, comenzó relatando en una entrevista con el diario La Capital de Rosario.
“Obviamente que tienen otro presupuesto para financiar carreras y podía ser tentador que financiaran la suya. Es muy caro el inicio de una carrera, podía conseguir wild cards para jugar torneos grandes y, claro, no sé si le habrá jugado eso. Fui y le dije que no hay nada como que te griten ‘ceacheí’, jugar por tu país. Sobre todo porque Chile tiene poca historia en el deporte, entonces la gente lo va a valorar más todavía. Y bueno, menos mal que se quedó jugando por Chile (risas)”, añadió.
La revancha en Talca
En diciembre de ese año Tabilo disputó su primera gira de torneos profesionales en el país y fue en ese contexto que se volvió a encontrar con Jarry. Esta vez en las semifinales del Futuro Chile 5, en Talca. Ahí el triunfo fue para Nico, por 6-3 y 6-1.
La contundente victoria le dio un impulso importante al nieto de Jaime Fillol, quien venció en la final a Bastián Malla. Sin embargo, la derrota no desanimó al zurdo, quien muy pronto tendría su primer festejo. Y nada menos que en la tierra que siempre soñó con pisar.
Cuestión de peso
Alejandro Tabilo llegó a Chile pesando más de 100 kilos. Luego bajó casi 35. Su talento no iba de la mano con su condición física, por lo que fue sometido a un intenso régimen en la academia Alto Tenis, donde su ahora exentrenador Guillermo Gómez se propuso recuperarlo.
“Llegó pesando 65 kilos, cuando mide 1,93. Decidimos con todo el cuerpo técnico pararlo casi tres meses hasta la segunda semana de septiembre. Detuvimos el entrenamiento de tenis y lo hicimos engordar y que comiera más. Nos fue bien en ese momento, porque subió ocho kilos en un mes y medio”, contó el entrenador.
La extrema delgadez generó muchísima preocupación en el nuevo cuerpo técnico. “Le hicimos todos los exámenes habidos y por haber. También vimos la parte psiquiátrica y psicológica. Queríamos descartar cualquier cosa. Él tomó la decisión de comer menos y dejar los carbohidratos, y eso se descontroló. Hoy gracias a Carlos Burgos (ex-PF de Fernando González), Meds, Marcelo Clavero e Ignacio Jojot, quien ha hecho un sacrificio enorme, él ha mejorado bastante”, detallaba el coach.
El primer título
Hace exactamente 10 años Jarry consiguió su primer título profesional. Lo hizo en el Futuro 13 de Estados Unidos, derrotando al local Mitchell Krueger (404º), por 6-1 y 7-6 (6).
El torneo se jugó en arcilla en la localidad floridana de Orange Park. El triunfo le permitió pasar del puesto 613 al 513 y posteriormente, gracias a su buena campaña en challengers, terminó la temporada entre los 230 mejores.
En el caso de Tabilo, esta alegría llegó en diciembre de 2016, en las canchas del Club Santiago, en el Parque O’Higgins. Se quedó con la corona del Futuro Chile 6, luego de derrotar al argentino Genaro Olivieri (1.767º), por 6-4, 4-6 y 6-3. El triunfo le permitió avanzar desde el puesto 757 al 609.
De ese periplo, el zurdo contó que pudo conocer la capital: “Santiago me ha parecido muy bonito. Conocí La Moneda, el cerro Santa Lucía y anduve en metro”.
Ese viaje fue clave, pues ahí se enamoró del país y tomó la decisión de radicarse en la tierra de sus padres.
Al borde de la muerte
En 2020, Alejandro Tabilo vivió la peor pesadilla que pudiera imaginar. Cuando se alistaba para debutar en las clasificaciones de Roland Garros, un severo dolor abdominal casi le cambió la vida.
Sin la atención médica del torneo, la situación fue tornándose más complicada y finalmente una ambulancia, sin camilla, trasladó al tenista hacia el hospital. Ahí permaneció por más de 16 horas sin un diagnóstico claro. Finalmente se le detectó una peritonitis que obligó a operarlo de urgencia para salvarle la vida.
“El Ale me preguntó dos veces si se iba a morir o no”, recordó Guillermo Gómez. “Estuve en riesgo de morir, eso es claro. Por suerte, estaba mi entrenador acá. Si no, creo que no estaría contando la historia”, apuntó el tenista en conversación con este medio desde el Hospital Europeo Georges Pompidou de París.
Contaminación cruzada
El 14 de enero de 2020 es el día que marcó la carrera de Nicolás Jarry. En aquella jornada el tenista recibió la notificación de que estaba suspendido provisionalmente por la presencia de estanozolol y ligandrol en la sangre.
Si bien el tenista logró probar que el positivo se produjo por la contaminación cruzada de un suplemento vitamínico, la Unidad de Integridad del Tenis (hoy ITIA) lo suspendió por 11 meses, pues consideró que hubo negligencia de su parte al no supervisar lo que estaba consumiendo.
“Yo no acepto la culpabilidad de dopaje. Yo acepto la sanción que me dan. Y sale textual que nunca me dopé ni intenté hacer trampa. La sanción es porque hay reglas que dicen que yo soy responsable de todo lo que haya en mi cuerpo. Y sí, lamentablemente las cosas son así. Uno tiene que ser perfecto. Pero la perfección no existe”, comentó en estas páginas.
Jarry tuvo que partir de cero, sin puntos en el ranking y sin técnico, pues el argentino Dante Bottini lo abandonó para irse con Grigor Dimitrov. Tuvo entonces que comenzar de nuevo para transformarse en la mejor versión de su carrera, consolidándose en el top 20.
Las loas de Boris Becker
A la sombra de Nicolás Jarry y Christian Garin, Alejandro Tabilo debió conformarse con ser doblista en Copa Davis junto a Tomás Barrios. En esa condición se estrenó en las finales de 2019, enfrentando a los alemanes Andreas Mies y Kevin Krawietz.
Si bien el partido favoreció estrechamente a los europeos, especialistas en la modalidad, recibieron un sorpresivo elogio mientras entregaban sus opiniones a TVN. Fue en ese momento que los interrumpió nada menos que Boris Becker, quien se acercó a felicitarlos.
“Este fue su debut por Copa Davis, ¿no? Estuvieron fantásticos, demostraron un buen juego y fortaleza”, les manifestó la leyenda alemana.
Al año siguiente Tabilo tendría su debut oficial en singles, tras la suspensión de Jarry y la baja de Garin. Lo hizo en los qualifiers ante Suecia, con una victoria sobre Elias Ymer.
Una corona en casa
El Chile Open es el torneo más especial para Nicolás Jarry. Es el evento que organiza su familia y que hasta el año pasado había sido tremendamente esquivo, pues nunca había conseguido siquiera una victoria. Para peor, uno de los dolores más grandes que vivió fue la prohibición de la ITIA de entrenar en las dependencias de San Carlos Apoquindo durante su suspensión.
Sin embargo, en la edición de 2023 llegaría la esperada revancha. No solo ganó su primer partido, sino que terminaría quedándose con el torneo tras vencer en una emocionante final al argentino Tomás Etcheverry.
“Lo que he aprendido: el camino es duro, más vale disfrutarlo. Apoyarse en los seres queridos es esencial. La humildad es la base de la aceptación. La salud mental más vale afrontar. Y por último… ante cualquier obstáculo, la actitud que pones solo depende de ti”, expresó Nico tras su victoria.
Los consejos del Chino
Marcelo Ríos es una figura fundamental para entender el tenis chileno. El exnúmero uno del mundo se desempeñó por varios años como ayudante de Nicolás Massú en el equipo de Copa Davis, y desde ahí conoció a Nicolás Jarry y a Alejandro Tabilo, a quienes aconseja constantemente.
“A Tabilo lo llamé cuando estaba en semi de Santiago. Lo llamé para felicitarlo. Me conecté al Canal 4, lo vi jugar y la cagó. Juega al límite, le pega a todo. La primera vez que lo vi fue en la Copa Davis, y con Nicolás dijimos ‘este hueón juega bien’. Y el consejo que le di ahora fue lo del entrenador. No porque fuera malo, sino porque necesita a alguien más de renombre y experiencia, un tipo que sepa cómo pasar la etapa del 100 al 40. También le dije que tratara de ganar los primeros puntos de los juegos, que no se apurara tanto, porque cada vez que estaba break arriba trataba de ganarlo rápido y le quebraban altiro”, señaló.
En otra entrevista con La Tercera, el Chino recordó los consejos que le dio a Jarry para iniciar su despegue: “Para la Copa Davis (ante Ecuador en 2018) me senté a conversar con él cuando todavía no estaba entre los 50 y le dije ‘este año te vas a pegar una semifinal o una final y de repente te vas a pegar un rajazo y te vas a meter entre los 50 y no te vas a dar ni cuenta’. No es por decir que sepa o que soy bueno para la hueá, pero pasó. Y si Nico lee esto, se va a acordar de que yo hablé con él en el lobby del Intercontinental. ‘Esto te va a pasar, porque vos jugái muy bien’, le dije”.