El sobrenombre por el que se conoce a Eduardo Belliboni (63) es, a todas luces, una ironía. “Chiquito” le decían sus excompañeros ferroviarios, uno de los tantos rubros por los que pasó, por sus casi dos metros de altura. Lo cierto es que, para ningún gobierno, ni siquiera el del saliente Alberto Fernández, pasa desapercibido.

Desde Polo Obrero, organización social y piquetera argentina afiliada al Partido Obrero, este electricista que trabajó como metalúrgico, obrero plástico, ferroviario, colectivero y remisero, ha llevado adelante marchas, movilizaciones e incluso acampadas masivas, como la que ocurrió en marzo de 2022, cuando cerca de 2.500 carpas protestaron contra la administración Fernández instalándose en la Avenida 9 de Julio, frente al Ministerio de Desarrollo Social. Su brújula, explicó a La Tercera, son “las acciones de lucha, la lucha por el trabajo, pero también por las reivindicaciones inmediatas, la asistencia a los comedores populares, los programas sociales para todos los que lo necesitan”.

Eduardo Belliboni dirigiéndose a una audiencia. Foto: Twitter.

Hoy, el escenario es distinto. El economista libertario, Javier Milei, llegó a la presidencia, y en una semana, ya tomó dos medidas que sacaron ronchas entre los movimientos populares: el ajuste económico con el que planea mejorar la alicaída economía argentina, y un plan antipiqueteros para controlar las protestas que sin lugar a dudas, señaló Belliboni, ocurrirán en los próximos meses. Y la primera ya está fijada para el próximo miércoles 20.

No pasó una semana con Milei en el gobierno y ya se anunció el primer paro. ¿Es por la llegada del libertarismo al poder o a la situación económica general?

A ambas cosas. A la situación general, pero también, no es que haya pasado una semana, sino que pasaron dos días y se anunció un plan brutal contra los trabajadores, pese a que el gobierno de Milei decía que el ajuste lo iba a hacer en la casta política. Pero resulta que la crisis la está pagando el pueblo con una inflación brutal y con una recesión que está dejando decenas de miles de trabajadores en la calle. Estamos frente a un ataque a las condiciones de vida de los trabajadores, que es lo que produce que el 20 salgamos a la calle, y nos preocupa porque creo que se está llevando adelante aquel viejo axioma, el ajuste cierra con represión.

La situación económica actual no se inició recién. Esto, sumado a que la estadística muestra que durante los gobiernos no peronistas aumentan los paros, ¿permite concluir que la tendencia es igual con los piqueteros?

Hay muchas organizaciones que están ligadas al peronismo, que no luchan en los períodos donde este gobierna, y no porque lo hagan bien, sino porque defienden la ideología política y no los intereses de los trabajadores. No es nuestro caso, que no adherimos al gobierno peronista, y lo hemos combatido en sus medidas de ajuste como combatimos al gobierno de Macri. No importa si el gobierno me parece mejor o peor, importan los derechos que uno quiere defender, y si están siendo vulnerados, tienes que salir a organizar la protesta. Nosotros lo hicimos durante Macri, y fuimos reprimidos. Lo hicimos durante Fernández, y también salimos a luchar ahora con Milei, que profundiza este ajuste a niveles nunca vistos en la Argentina. Estamos llegando a un piso salarial inconcebible.

El presidente de Argentina, Javier Milei, se dirige a sus partidarios desde el balcón de la Casa Rosada. Foto: REUTERS.

¿Cómo cree que será, desde su vereda y la del Polo Obrero, la gestión de Javier Milei? ¿Anticipa muchos paros y movilizaciones?

Sí, claro. Es inevitable que las movilizaciones, que los paros, que las protestas, ocurran. Pero no porque Javier Milei no es peronista, sino porque está llevando adelante un proceso de ajuste que nunca se había visto en la Argentina. Para buscar un antecedente en la historia, se habla aquí del rodrigazo, de los años 70. Pero inclusive ahí, con una devaluación de más del 100% del peso, hubo un aumento de los salarios de un 45%. Acá no se mencionó ni una sola medida de recomposición de los salarios y de las jubilaciones. En cambio, habrá una enorme ganancia para los exportadores en dólares, para los acreedores de la deuda y los que tienen bonos contra el Estado.

¿Habrá negociaciones con el gobierno de Milei? ¿Cree que se sienten a la mesa con ustedes?

Nosotros siempre queremos dialogar con los funcionarios de un gobierno, no importa el color político. En la medida en que el gobierno nos reciba, nos escuche y podamos avanzar en la satisfacción de algunos de esos reclamos, claramente vamos a tener un escenario de una forma. Pero como viene hasta ahora, creo que no va a ser así. Vamos a un escenario muy conflictivo en la Argentina, como no hemos visto en la historia, excepto lo que fue el 2001, que terminó con una enorme represión, treinta y tantos muertos en las calles, y después con un helicóptero huyendo con De la Rúa. Vamos a una política, seguramente, de muchas luchas.

¿Qué le parece el nuevo protocolo antipiquetes, como lo llamó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich?

El protocolo y el discurso de Bullrich son inconstitucionales, antidemocráticos y antiderechos. Y, por lo tanto, no solo vamos a rechazarlo en las calles el próximo 20 de diciembre, sino que también jurídicamente lo vamos a cuestionar. Vamos a llevar a Bullrich a tribunales para que responda por sus dichos cuando amenaza a ciudadanos indefensos con la represión. En la Argentina, los derechos de manifestación están consagrados en la Constitución. Hasta que no se modifique eso, o se declare el Estado de sitio, por ejemplo, las leyes están vigentes.

Manifestantes se reúnen durante una concentración sindical de la Confederación General del Trabajo (CGT) en Buenos Aires, el18 de octubre de 2021. Foto: Bloomberg.

¿Y sobre las medidas que busca aplicar, como el catastro de personas involucradas o la remisión de costos de los operativos a las organizaciones?

Sin duda, eso es un absurdo. No puede la ministra determinar multas o cobros del servicio de policía a nadie. Es público, porque si no se lo debería cobrar a cada manifestación que hay, inclusive a las propias. Por ejemplo, a la del domingo, en la asunción de Milei, donde tenía muchísima gente adherente que obviamente fue controlada por la policía, hubo todo un dispositivo para que en las calles cortadas estuviera ordenado el tránsito. ¿Le van a pasar la factura a esos manifestantes? Va a violar la ley el miércoles si intenta impedir una manifestación pacífica.

¿Entonces saldrán a la calle de igual modo el próximo miércoles?

Sí, claro. El viernes hubo una reunión de más de 60 organizaciones, sindicatos, organismos de DD.HH., estudiantiles, políticos, que va a organizar esa movilización pacífica, reitero. Y vamos a tomar todas las medidas, también desde el punto de vista legal, para anunciar esta movilización y pedirle a la justicia, a los tribunales, que emitan todas las órdenes que consideren correspondientes, como un habeas corpus o medidas preventivas, para que la policía y la ministra no violen la ley.