El sueño de la casa propia no parece tan lejano para Universidad de Chile. Conocido es el largo peregrinar que ha tenido el club durante su historia, pues, pese a que el Estadio Nacional ha sido el hogar azul durante décadas, en cada remodelación o requerimiento para eventos masivos han debido salir de ahí. De hecho, durante el campeonato pasado –en el que se salvaron del descenso directo en los minutos finales del último partido, frente a Unión La Calera- debieron ser locales en el estadio El Teniente, en Rancagua.
Por eso, cuando en Azul Azul (la concesionaria que administra al club laico), se enteraron que existía un sitio de 12 hectáreas, ubicado en los terrenos que históricamente pertenecieron a la FACH, a pocos metros de la avenida Lo Errázuriz y la autopista Central, y a tres kilómetros y medio de la estación de Metro Cerrillos, se volcaron a negociar por él.
Primero se acercaron a los dueños del paño. Las conversaciones se iniciaron el 10 de agosto a las 15.30 horas, según consta en el acta publicada en el portal de Ley del Lobby. En la reunión, Cristián Aubert (presidente de la concesionaria en ese momento, pero identificado como lobista de la constructora Sociedad Concesionaria Arena Bicentenario S.A.) se juntó de forma telemática con Eduardo Zenteno, jefe del Departamento de Gestión Inmobiliaria del Serviu Metropolitano.
En dicha conversación se habló de los distintos terrenos en los que, eventualmente, la U podría construir un recinto deportivo, pero con especial atención del que existe en Cerrillos.
“El Sr. Aubert expone que, en su calidad de Presidente del Azul Azul, se encuentra en la búsqueda de un terreno entre 10 y 15 hectáreas para construir el Estadio para Club de futbol profesional Universidad de Chile”, se lee en el acta. Aubert, además, señaló en esa reunión tener identificados los sitios solicitados, pidiendo además que, “en caso de no ser posible instalarse en Cerrillos, si existe alguna alternativa para el estadio en otros terrenos de propiedad de Serviu”.
Pero en esos 30 minutos de diálogo, Zenteno aclaró al dirigente la imposibilidad de ceder esas tierras, con un avalúo fiscal de más de $41 mil millones. “Se señala que Serviu no dispone de terrenos en Cerrillos de las dimensiones requeridas. Se informa también que los esfuerzos del Minvu y el Serviu RM están concentrados en avanzar con obras de macro urbanización para viabilizar terrenos con fines habitacionales”.
Además, se le informó al entonces presidente de los estudiantiles que la única posibilidad de acceder a estos sitios es por una licitación pública, “previa consulta a la Contraloría General de la República”.
La primera pulseada
Originalmente, los terrenos donde la U esperaba construir su estadio en Cerrillos estaban destinados a la construcción poco más de 1.000 viviendas sociales, consideradas dentro de una etapa del megaproyecto urbano Ciudad Parque Bicentenario. Pero un cambio en el uso de aquel suelo, ahora destinado para deportes y no hogares, despertó la ilusión universitaria.
La decisión fue tomada por el Serviu Metropolitano a regañadientes, tras varias negociaciones. Fuentes ligadas a ella cuentan que el acuerdo se realizó entre el Ministerio de Vivienda y el de Deportes, que presionó por un lugar para instalar los campos de bésibol y softbol, dos disciplinas que estarán presentes en los próximos Juegos Panamericanos Santiago 2023 y que no tienen un lugar para desarrollarse.
La moneda de cambio fueron las tres canchas que le quitaron a la disciplina en el Estadio Nacional, donde ahora se construyen áreas verdes para el nuevo parque que tendrá el recinto ñuñoíno, propiedad del Serviu.
Por eso, el 29 de noviembre pasado se acordó entregar, a través de un comodato de cinco años, los terrenos al COCh. “Ellos querían que se les cediera por 15 años, pero se debió negociar para que solo fuesen cinco. La idea es que no ocurra lo mismo que ocurrió con la Federación de Tenis, con quienes tuvimos muchos problemas para sacarlos del comodato que tenían en Las Condes. Por eso, solo se permitió construir ahí camarines y canchas sintéticas, que luego se desmontarán, porque este lugar debe ir sí o sí destinado a viviendas”, revelan fuentes del Serviu.
Desde el COCh, en tanto, esperan quedarse ahí por muchos más años. “Nosotros esperamos que las canchas se mantengan, ya que creemos que serán un polo de desarrollo fundamental para estos deportes en nuestro país, no tan sólo para el alto rendimiento, sino que además con una mirada social hacia la población migrante que vive en Santiago y que disfrutan del béisbol y el sóftbol”, dice Miguel Ángel Mujica, su presidente.
En la Ciudad Parque Bicentenario también se construirá la Villa Olímpica, que albergará a los deportistas y luego será reacondicionada para transformarla también en viviendas, además de un Centro de Formación Técnica (CFT) del COCh y un coliseo para el vóleibol, estos últimos considerados también como parte del comodato. El proyecto de las canchas del béisbol ya recibió las primeras observaciones de la Dirección de Obras Municipales (DOM) de Cerrillos, mientras que el CFT y la cancha del vóleibol aún espera por ellas.
Una nueva opción para la U
A lo largo de los años, constantemente la U consulta por s al Serviu Metropolitano, a Bienes Nacionales y los municipios, para analizar posibles lugares donde concretar el sueño de la casa propia. Es una operación compleja, dado la millonaria inversión que representa.
Según ha revelado el club, el estadio que quieren construir debe tener una capacidad para 30 mil espectadores, aforo suficiente para poder disputar en él partidos internacionales, como Copa Libertadores o Sudamericana. Y aunque no será techado, contará con los estándares que establece la FIFA para sus competencias.
Por eso, la posibilidad de atraer distintos tipos de eventos, generando un polo económico en la comuna, seduce a Cerrillos, donde su alcaldesa, Lorena Facuse (independiente), se ha mostrado abierta desde el principio en que la U desarrolle ahí su estadio.
“Como comuna, estamos en busca de proyectos que generen inversión, trabajo y posibilidades de desarrollo social, así como también necesitamos ingresos, como las patentes comerciales, que nos ayuden a contar con recursos permanentes que ayuden a impulsar el desarrollo de la comuna”, señaló a La Tercera la jefa comunal, al ser consultada por la idea de albergan el estadio de la U en Cerrillos.
Con la venia de Facuse, en octubre pasado Aubert contactó personalmente a la directora del Serviu Metropolitano, Juana Nazal, para continuar avanzando en la puja por las hectáreas. Sin embargo, nunca se concretó una reunión formal a través de la Ley del Lobby, finalmente nunca se realizó.
El camino de las negociaciones continuaron en Cerrillos. Y aunque ninguna de las partes quiso revelar cuántas reuniones se sostuvieron por el tema, sí se confirmó que hubo una el 20 de diciembre pasado, entre el Ministro Felipe Ward, la alcaldesa Facuse y Cristián Aubert, para analizar las formas en que la U podría hacerse del espacio, pese a que ya se había concretado el traspaso de esos terrenos al COCh.
En ellas, el propio Ward se mostró abierto en encontrar fórmulas para renegociar el comodato otorgado al COCh, para redistribuir los espacios y dar tiraje al proyecto universitario. En eso trabajan junto al Mindep y los azules.
“Hemos contactado a diferentes autoridades públicas y también a privados, en distintas comunas de Santiago, para ir buscando alternativas de desarrollo de un proyecto tan grande, importante y soñado para el hincha de la U. Si bien hoy tenemos otras materias más urgentes en el Club, el Proyecto Estadio siempre estará presente. En esta administración, en las pasadas y seguramente en las que vendrán, hasta que se concrete”, reconoce Cristián Aubert.
Por ahora, y con diversas autoridades abriéndose para un posible acuerdo, la esperanza de la U por un estadio propio sigue viva.