A medida que las fuerzas rusas atacan por distintos frentes a Ucrania, los países europeos se preparan para recibir a miles de migrantes que huyen de la guerra. Imágenes de las carreteras a la salida de Kiev daban cuenta de atochamientos y filas, en lo que podría devenir una catástrofe humanitaria.
Desde ACNUR ya miran con preocupación el destino de los refugiados ucranianos. “ACNUR está trabajando con las autoridades, las Naciones Unidas y otros socios en Ucrania y está preparado para proporcionar asistencia humanitaria siempre que sea necesario y que sea posible (…). La Agencia de la ONU para los Refugiados también está trabajando con los gobiernos de los países vecinos, pidiendo que mantengan las fronteras abiertas para aquellas personas que buscan seguridad y protección”, comentó en un comunicado Filippo Grandi, Alto comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados.
ACNUR cifraba en 100 mil los ucranianos que habían salido del país a causa de la invasión rusa.
Con sus 44 millones de habitantes, el potencial de refugiados provenientes de Ucrania puede superar a la crisis migratoria que tuvo lugar en 2015 en medio de la guerra de Siria. Ya advertía de esto en diciembre Oleksii Reznikov, el ministro de Defensa de Ucrania, señalando que una invasión violenta por parte de Rusia podía llevar a la salida de entre 3 millones y 5 millones de ucranianos. Por su parte, el gobierno estadounidense estimó la cifra entre 1 millón y 5 millones de ucranianos.
Dado que las recientes políticas de la Unión Europea hacia Ucrania estipulan que no es necesario tener visa para entrar al espacio Schengen, se espera que los refugiados puedan llegar en bus o auto a países como Polonia, Hungría y Eslovaquia. “Un movimiento tan masivo de personas, inédito en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, puede significar una catástrofe humanitaria e impactar en la política europea, tanto o más que la crisis de 2015, cuando solo durante ese año 1,3 millones de migrantes solicitaron asilo escapando de las guerras de Medio Oriente y África”, señalaron en un artículo Shelly Culbertson y Charles P. Ries, de la consultora Rand.
Hasta el momento, distintos países europeos ya han mostrado su voluntad de acoger a los migrantes ucranianos. El que ha estado más atento es Polonia, que en 2014 –luego de la anexión de Crimea–, recibió a la mayoría de los desplazados. Miembro de la Unión Europea, este país comparte una frontera de 500 kilómetros con Ucrania.
El gobierno polaco ya mostró su voluntad de acoger hasta un millón de refugiados, y por lo mismo prepararon ocho centros de recepción próximos a la frontera. El jueves por la mañana, a horas de la invasión, el ministro de Interior polaco anunció la construcción de un noveno centro en la estación de Przemysl, a casi 15 kilómetros del límite con Ucrania. “Polonia es un país seguro para nuestros ciudadanos, y también será un país seguro para nuestros vecinos”, declaró a Reuters el ministro de Interior Mariusz Kaminski.
Moldavia, al sur de Ucrania, anunció que ya han recibido 16 mil ucranianos desde el inicio de la invasión, además de recibir cerca de 100 solicitudes de asilo. Hasta el momento, 10 mil ucranianos llegaron también a Rumania. Los Presidentes de ambos países sostuvieron una llamada telefónica para discutir acciones coordinadas “para asegurar la asistencia necesaria a los refugiados”.
En los Países Bálticos también se están preparando para recibir refugiados, y desde ya, Letonia anunció estar haciendo espacio para 10 mil ucranianos. Por su parte, Lituania declaró un estado de emergencia que facilitaría las decisiones relativas a los futuros refugiados.
A pesar de que gran parte de los migrantes ucranianos está saliendo en auto del país, en dirección a Europa Central, se han visto personas cruzando a pie la frontera con Hungría. Asimismo, los funcionarios de aduana de Eslovaquia reportaron que el paso más ocupado desde Ucrania tiene autos esperando hasta ocho horas.
Otro país que ha mostrado disposición a la ayuda humanitaria ha sido Croacia. Su primer ministro, Andrej Plenkovic, recordó que fue Ucrania el primer país europeo en reconocer la independencia del país balcánico: “Lamentablemente, tenemos gran experiencia en esto, por las guerras de Croacia y Bosnia-Herzegovina. Ahora que Ucrania es víctima de una agresión, le toca a Croacia estar de lado de la paz, la libertad, la democracia, la solidaridad y el derecho internacional”.
Al otro lado del Atlántico, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que su estado estaba listo para recibir refugiados ucranianos, solicitando al gobierno federal hacer lo mismo. “Nueva York está listo para dar la bienvenida a refugiados ucranianos”, señaló Hochul en un comunicado, recordando que el estado es hogar de la mayor población de origen ucraniano en Estados Unidos