Un día después de que el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia decretara el 29 de diciembre pasado que “la reelección indefinida no existe y que no es un derecho humano”, lo que implica su virtual inhabilitación para postularse en los comicios de 2025, el expresidente Evo Morales las emprendió de inmediato contra el actual mandatario Luis Arce, su otrora delfín político.
“La sentencia política del TC es la prueba de la complicidad de algunos magistrados con el plan negro que ejecuta el Gobierno... para eliminarnos política y hasta físicamente”, señaló Morales el 30 diciembre por la red social X, antes Twitter, y agregó que “ningún miedo, la lucha sigue”.
“La restricción a la posibilidad de repostulación indefinida es una medida idónea para asegurar que una persona no se perpetúe en el poder”, afirma el documento, de 82 páginas. La nueva sentencia revierte otra emitida en 2017 por esa misma corte, la de mayor rango en consultas constitucionales, que estableció que la reelección era un “derecho humano” y le permitió a Morales postularse en 2019. Sin embargo, el Tribunal Constitucional se acogió ahora a una resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitida en 2021, en la que se refuta ese argumento y se establece que la reelección presidencial indefinida no es un derecho humano.
Morales es líder del dividido Movimiento al Socialismo (MAS) en el poder y gobernó como primer presidente indígena del país desde 2006 hasta 2019 cuando un estallido social que dejó 37 muertos forzó su renuncia tras las elecciones de ese año denunciadas de fraudulentas. Arce fue ministro de Economía de Morales durante una década y se lo considera su heredero político.
Pero el tiempo los ha distanciado. De hecho, la sentencia del TC se conoce en medio de una abierta batalla política entre Morales y Arce por la postulación en 2025. El actual mandatario, en el poder desde noviembre de 2020, está habilitado por la Constitución a buscar una reelección, aunque él dijo que no es momento de hablar de candidaturas. Según la ley un partido político sólo puede postular a la presidencia a una persona.
Según Raúl Peñaranda, analista político boliviano y editor de Brújula Digital, “la mayoría de los observadores ha considerado que la observación del Tribunal Constitucional implica que Morales ya no puede ser candidato el 2025, porque establece que en Bolivia no puede haber reelección indefinida continua o discontinua, lo que es polémico porque se daba por sobreentendido que en nuestra Constitución sí se permitía la reelección discontinua”. Pero advierte que “no ha habido una posición oficial del Tribunal Constitucional, después de este fallo, respecto de que existe una duda de si realmente Morales está inhabilitado o no”.
Con todo, dice Peñaranda a La Tercera, “la sentencia obviamente cambia totalmente el escenario político boliviano, porque Evo Morales es un contendiente electoral muy importante”. “Este fallo le conviene al presidente Luis Arce, porque de esa manera puede tratar o aspirar a tener la mayor base social de su partido, que ya no tendría que compartir con Morales. El 55% de los electores apoyó a Arce y al MAS en las últimas elecciones”, recordó.
En cambio, para el sociólogo y exsenador del MAS, Adolfo Mendoza Leigue, “la posición del Tribunal Constitucional es en realidad una cortina de humo”. “Esto no afecta la posible candidatura de Evo Morales, pero lo que sí indica son los afanes en Bolivia de un intento de proscribir al MAS y a Evo Morales y de esta manera inhabilitar al partido más grande de la historia y a su posible candidato”, comenta a La Tercera.
Cierto o no, el analista boliviano Carlos Cordero cree que las perspectivas del expresidente no son auspiciosas. “Morales se encuentra en el peor momento de su carrera política, desde la renuncia voluntaria al poder en 2019. Enfrentado con el gobierno de Luis Arce y en una agria disputa por los restos del partido, la sigla partidaria y la nominación presidencial, conserva pocos simpatizantes a su alrededor”, comenta a este medio. “La voluntad política de Morales parece intacta, pero los vientos están en su contra y a favor de quien hoy ejerce el gobierno y controla la justicia y el órgano electoral”, concluye.