Que Augusto Pinochet fue un “estadista” y que las “barbaridades de Salvador Allende” son equiparables a las de Pinochet son parte de las declaraciones que realizaron el consejero republicano Luis Silva y la exdiputada UDI María José Hoffmann, respectivamente, en entrevistas concedidas durante los últimos días.
A propósito de que este año, el próximo 11 de septiembre, se conmemoran los 50 años del Golpe militar, los dirigentes de derecha han tenido que responder a consultas sobre lo que fue la dictadura.
Un tema que los sigue complicando hasta el día de hoy y que la izquierda les continúa enrostrando, debido al respaldo que entregó el sector a la dictadura de Pinochet.
Sabiendo la complejidad del tema y que los hace incurrir en frases que son consideradas como “desafortunadas”, en la UDI se han estado preparando para enfrentar la fecha y tener una especie de “libreto”.
En marzo comenzaron un silencioso trabajo. Por esos días, la directiva -liderada por el senador Javier Macaya y Hoffmann, quien es la secretaria general- mandató al abogado y exsubsecretario Máximo Pavez para que creara una comisión encargada de construir el relato de la UDI para la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado.
Un tema que ha sido complejo para el gremialismo, pues varios de sus militantes fueron autoridades civiles cuando Augusto Pinochet tenía el poder.
Además, su principal referente, el asesinado senador Jaime Guzmán, fue el ideólogo de la Constitución de 1980, y algunos de sus dirigentes de mayor edad, como el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma, fueron defensores del régimen.
Por lo mismo, para evitar traspiés comunicacionales y que la izquierda use la temática para cuestionarlos, en la UDI prefieren estar preparados.
La comisión gremialista
Además de Pavez -quien actualmente integra la Comisión Experta que redactó el anteproyecto de nueva Constitución-, la comisión de la UDI estará liderada por Hoffmann y algunos historiadores, como el académico de la Universidad Católica Alejandro San Francisco, el doctor Joaquín Fermandois y la también académica de la UDD Monserrat Risco. En ese grupo, además, colaborará la Fundación Jaime Guzmán.
La idea es que esa instancia elabore un documento que tenga la visión del partido sobre los 50 años. Eso estará disponible para que los parlamentarios lo puedan usar como contenido en intervenciones públicas o entrevistas.
Ese documento se espera que sea lanzado antes del 11 de septiembre en una actividad pública que refleje el hito. En conmemoraciones anteriores, el partido también ha emitido documentos públicos.
A eso, además, se sumará un segundo hito, con instancias de reflexión. Ese trabajo lo liderará la exconvencional y presidenta de la juventud UDI, Katherine Montealegre.
El libreto, dicen, apuntará a que la derecha debe instalar el debate como una mirada hacia el futuro. Asimismo, se debe plasmar que toda mirada hacia el pasado debe ser histórica, y que se debe entender que el “quiebre institucional no partió en 1973″, sino que lo hizo antes, en 1970, con la llegada al poder del socialista Salvador Allende.
El relato comprende que la derecha debe hacer una mirada crítica respecto de lo que fueron las violaciones de derechos humanos, pero no habrá, agregan, un mea culpa categórico como una petición de perdón.
Un discurso que, en todo caso, no es nuevo y que en otros años también han querido instalar.
Mirada hacia el futuro
En el resto de los partidos el libreto que se busca plasmar es similar:que el tema se debe ver hacia el futuro y no estar anclados en el pasado, con una lógica que, a juicio de la derecha, polariza al país.
El tema es complicado para el sector, reconocen algunos de sus dirigentes.
En el Partido Republicano -al igual que en las otras colectividades de derecha- muchos de sus adherentes son defensores -hasta el día de hoy- de Pinochet.
Su fundador, José Antonio Kast, ha destacado el rol que tuvo el dictador. Por ejemplo, en febrero de 2018, publicó en su cuenta de Twitter que “Pinochet estuvo solo 17 años y entregó un país política, económica y socialmente estable, que fue clave para el éxito en el futuro”, haciendo una comparación con Nicolás Maduro en Venezuela.
En Chile Vamos algunos dicen que “la ventaja que tienen” es que los actuales liderazgos son parte de una generación nueva, que no vivió la dictadura como sus antecesores y que, por lo mismo, no se les puede endosar la responsabilidad.
En RN, por ejemplo, destacan que su secretario general, Diego Schalper, no tenía edad para sufragar en el plebiscito de 1988.
En ese partido aún no tienen zanjado qué hacer y la directiva espera abordar formalmente en la comisión política del próximo lunes el tema. En RN, en todo caso, afirman que realizarán una actividad para esa fecha.
Ahí, parte del libreto será resaltar que se debe buscar la reconciliación política entre los distintos sectores para dar vuelta la página y no polarizar al país.
En la tienda de Antonio Varas también quieren recalcar que desde la izquierda no han querido la reconciliación del país y que buscan constantemente levantar el tema para arremeter contra los adversarios políticos.
La idea fuerza que se quiere recalcar es que a 50 años del Golpe el hecho de que se siga polarizando el país viene a demostrar el fracaso de la política.
En Evópoli, en tanto, dicen que el tema no les complica, porque son una colectividad más joven, que nació después de la dictadura y que es asociada a una derecha más liberal, por lo que hasta el momento no tienen contemplado realizar nada para esos días.
“No es un tema que nos tenga ocupados y creemos que hay que abordarlo desde una perspectiva histórica para sacar aprendizajes hacia el futuro y cuidar mucho la democracia”, dice el secretario general de Evópoli, Juan Carlos González.
Chile Vamos, hasta el momento, no tiene estipulado realizar ninguna actividad en conjunto para conmemorar el Golpe de Estado.