Es uno de los momentos más esperados: este lunes 18 de octubre, la Convención Constitucional iniciará su “tierra derecha”, la discusión de los principios y elementos que compondrán la nueva Carta Magna que se someterá a un plebiscito para su ratificación o rechazo. El proceso para llegar a este punto tampoco ha sido breve: por casi tres meses, los constituyentes discutieron las reglas del juego, con un reglamento que guiará los siguientes pasos y que, de una u otra forma, diseña el campo donde se dará el debate.
Uno de esos puntos es el de las comisiones: cada uno de los 154 constituyentes -todos salvo Rodrigo Rojas Vade, quien se marginó de la Convención tras la revelación de La Tercera de que mintió sobre padecer un cáncer- estará asignado a una de las siete instancias que se acordó crear y que serán la antesala de las discusiones que se darán en el pleno sobre las distintas materias: Sistema Político, Principios Constitucionales, Forma de Estado, Derechos Fundamentales, Medio Ambiente, Sistemas de Justicia y Sistemas de Conocimiento, Ciencia y Tecnología y Cultura.
El impacto de estas instancias en el debate final no es menor, sobre todo porque, en ocasiones, un tema global puede ser abordado en más de una comisión desde prismas distintos. Un ejemplo fue el debate sobre los dos tercios: si bien inicialmente en el reglamento general se refrendó la idea de que todo el cuerpo debía ser aprobado por dos tercios, en el reglamento de Participación -surgido desde una comisión del mismo nombre- se incluyó una norma que impulsa los denominados plebiscitos dirimentes, que buscan convocar a una consulta para casos donde haya menos de dos tercios, pero más de tres quintos de apoyo a una propuesta.
¿Cómo quedan, entonces, los equilibrios y las tendencias ideológicas comisión a comisión? Ésa es la pregunta que intentó responder la empresa de big data Unholster, que viene haciendo un seguimiento a la instancia con su plataforma Scanner Constituyente, que transforma las sesiones de la Convención automáticamente en texto y luego en datos analizables, para monitorear el trabajo y configuración política. Para ello, aplicó un algoritmo llamado “nominate score”, que, en breves palabras, permite calcular la posición ideológica de cada miembro en un eje de izquierda a derecha a partir de la forma en que ha votado desde la instalación del organismo, cómo eso se relaciona con las tendencias del cuerpo colegiado y qué relación tiene con la forma en que se comportan sus propios compañeros de partido y coalición.
Las variaciones entre comisiones
El ejercicio es así: se debe considerar que un valor de -1 sería totalmente cargado hacia ese sector, y que un valor de 1 significaría que la persona está totalmente hacia la derecha.
En la primera vista, el análisis genera una comprobación. Tal como se ha reflejado hasta ahora en instancias como las sucesivas votaciones del reglamento, el promedio del “nominate score” de los integrantes de cada una de las siete comisiones está hacia la izquierda del espectro. “Considerando que los representantes de Vamos por Chile son minoría y los únicos que están ubicados en el extremo derecho del análisis no es una sorpresa que el promedio de las comisiones estén todos al lado izquierdo”, dice Cristóbal Huneeus, director de Data Science de Unholster.
Los detalles más interesantes están en los márgenes. Porque, en el promedio, la comisión que está con mayor tendencia hacia la izquierda es la de Medio Ambiente, con un “nominate score” de -0,36. La instancia cuenta con 19 integrantes, de los que sólo cuatro pertenecen al bloque de Chile Vamos, es decir, menos del 20% del grupo. En el bloque, además, están dos de los tres convencionales cuyo “score” está más hacia la izquierda en toda la Convención: Isabel Godoy (-0,97) y Félix Galleguillos (-0,91), ambos con escaños reservados mediante la elección de Pueblos Indígenas. Y el “punto medio” de la instancia sería Carolina Vilches, del Frente Amplio, cuyo número también es alto en cuanto a la identificación ideológica de izquierda (-0,70) y que está dentro del tercio de constituyentes con cifras más altas en cuanto a ese sector.
La que está más hacia el centro del espectro, en tanto, es la de Principios Constitucionales (-0,18). Entre sus 18 miembros hay nombres como Martín Arrau (UDI), Jorge Baradit (PS), Eduardo Cretton (RN), Beatriz Sánchez (FA), Agustín Squella (Colectivo del Apruebo) y la propia presidenta de la Convención, Elisa Loncon (Pueblos Originarios). El “punto medio” de este grupo es la frenteamplista Giovanna Roa (-0,31).
“La composición de las siete comisiones es heterogénea. Es notorio como la comisión de medio ambiente está cargado hacia la izquierda de la Convención y la comisión de principios constitucionales más bien hacia el centro”, señala Alexander Galetovic, senior fellow de la UAI y miembro del consejo asesor de Unholster.
El resto de las siete comisiones está más cerca del valor promedio de la de Principios Constitucionales. La de Sistemas de Conocimiento, por ejemplo, tiene un “nominate score” de -0,19; la de Sistemas de Justicia llega a -0,20, la de Sistema Político está en -0,23 y las de Derechos Fundamentales y Forma de Estado están ambas en torno a -0,25.
Aunque se debe considerar que el modelo no es estático -de hecho, se actualiza cada vez que los convencionales realizan una votación-, el apronte sirve para entender lo que probablemente se verá en los próximos meses en cuanto a estrategias de negociación, donde cada bloque medirá a quiénes debe intentar convencer para, primero, llegar con las propuestas al pleno, y luego conseguir los quórum que requieran en esa instancia para que integren finalmente el planteamiento de Carta Magna que se someterá al denominado “plebiscito de salida”.