El martes en la noche el exabanderado de la UDI Joaquín Lavín llegó hasta la casa de quien fue su mano derecha en la campaña presidencial, el exdiputado Ernesto Silva.

Allí se reunió con más de diez personas que formaron parte del equipo de su frustrada tercera candidatura a La Moneda, en la que fue derrotado por el candidato independiente, Sebastián Sichel. Estaban su hija, Estela Lavín; su exjefe programático, Cristián Varela; Felipe Salaberry, de su equipo territorial, y quienes colaboraron en el área comunicacional, entre otros.

La íntima cita, que buscó cerrar el ciclo de la campaña de Lavín, fue la primera tras el resultado adverso en las primarias presidenciales de Chile Vamos del pasado 18 de julio. En contraste con el sentido mensaje que transmitió a su equipo el día de los comicios, el ambiente de la reunión del martes fue más distendido y estuvo cargado de anécdotas de la campaña.

Según presentes no se hizo un análisis profundo de lo que pasó en las elecciones, sino que más bien hubo coincidencia en que la candidatura de Lavín logró movilizar a una gran masa de personas a la primaria y transmitir un relato potente.

El encuentro se produjo en un escenario en que Lavín y la mayoría de su entorno ha optado por estar en segunda línea, sin intervenciones públicas, en una suerte de ostracismo. De hecho, la única aparición que ha tenido el exalcalde fue esta semana cuando se reunió el martes con Sichel para ponerse a disposición de su candidatura.

De todas formas, en el entorno de Lavín sostienen que no tiene pensando asumir ahí un rol protagónico, sino más bien contribuir en lo programático. Con ese fin, Varela ya ha estado en contacto con la jefa programática de Sichel, Victoria Paz, y la idea es que se vayan incluyendo algunos de los contenidos propuestos por los gremialistas.

Quienes estuvieron el martes en la cita con Lavín coinciden en que no ahondó en sus planes a futuro, que aún se encuentra golpeado con la derrota que sufrió, ya que estaba convencido de que ganaría. Pero que está pensando en varias alternativas, la más probable de ellas es volver al mundo académico y escribir un libro.

En el entorno familiar de Lavín sostienen que el nuevo libro podría tratarse de sus vivencias, una idea que la habrían respaldado sus cercanos. Lavín tiene experiencia escribiendo libros, pues en 1986 publicó “Miguel Kast, Pasión por Vivir”, en 1987 escribió “Chile Revolución Silenciosa” y el 2015 “Una vía rápida para reducir la pobreza: Manual práctico para tomadores de decisiones”. Por lo pronto, Lavín volvió a su casa de campo en el Portezuelo en la región del Ñuble.

Y, en su círculo, dicen que está con ganas de viajar a Europa a ver a su hijo José Tomás, a España, su hija Paulina, en Roma, y a un hermano sacerdote, en Lituania. De todas formas, en su entorno transmiten que el ahora excandidato estaba a la espera de la renovación de pasaporte de su esposa, María Estela León. Como sea, en su círculo comentan que Lavín es ingenioso y tiene varias ideas en mente, la mayoría, aclaran, son “fuera de la política”.

Por lo mismo, casi todos creen que sabe que su derrota en las primarias fue el fin de un ciclo político “activo” y que, por lo mismo, ven muy difícil que asuma un desafío electoral nuevamente. Eso sí, algunos creen que el exalcalde de Las Condes seguirá impulsando nuevas generaciones; por ejemplo, está con la idea de que Varela asuma alguna apuesta para competir como diputado en las elecciones parlamentarias