En los últimos días los equipos de La Moneda están volcados a analizar escenarios y preparar un diseño para enfrentar los resultados del plebiscito constitucional del domingo 17 de diciembre. Y en eso también ha trabajado el Presidente Gabriel Boric junto al comité político de ministros, quienes se reunieron este jueves, en una jornada que duró casi toda la tarde, en el palacio presidencial de Cerro Castillo para elaborar diseños ante un diagnóstico incierto.
Todas esas conversaciones se dan en medio de la presión de los partidos oficialistas que dan por sentado un cambio de gabinete luego de los comicios. Las directivas apuntan a la fragilidad en que están el jefe de asesores Miguel Crispi y el ministro de Vivienda, Carlos Montes, por los nuevos antecedentes en el caso lío de platas. También la ministra de Salud, Ximena Aguilera, vive un momento complejo por su manejo en la crisis de las isapres. En esos tres casos, dicen en La Moneda su continuidad será evaluada en cualquier escenario, más allá de si hay un cambio de elenco estructural o no después de las elecciones.
En la reunión del jueves en Viña del Mar los ministros del comité político -Carolina Tohá, Camila Vallejo, Álvaro Elizalde, Mario Marcel, Antonia Orellana y Jeannette Jara- expusieron los datos que hay por ahora sobre la elección y que permiten un “optimismo moderado” de que la opción “En contra”, por la que hacen campaña los partidos oficialistas, se imponga en la elección. Así también lo reflejaron los resultados internos que compartieron en la mesa, en la que también se sentaron el jefe de gabinete del Mandatario, Carlos Durán; el jefe de asesores, Miguel Crispi, y la jefa de gabinete de la ministra del Interior, Pía Mundaca.
Según las estadísticas del gobierno -que son bien similares a las últimas que salieron antes de la veda electoral-, la opción “En contra” tiene una ventaja considerable sobre el “A favor”, aunque los márgenes se han estrechado. Sin embargo, los análisis aún muestran un número grande de “indecisos”, por lo que en el gobierno prefieren moderar las expectativas para evitar revivir el fantasma de la contundente derrota que sufrió en el plebiscito del 4 de septiembre del año pasado.
Por ello es que hay definiciones que son consensuadas en La Moneda, aunque los detalles de la jornada siguen discutiéndose. Una de ellas es que la palabra “sobriedad” marque todas las actividades que se realicen el domingo 17. Por eso, ese día no habrá una convocatoria amplia a todo el gabinete -como sí ocurrió en la victoria del “Rechazo”-. Solo estarán los ministros involucrados en contingencias del día, como Transportes, Salud, Justicia, Defensa, y el comité político, que se reunirá con el Presidente en la tarde, luego de votar, ya que Boric viajará a Punta Arenas.
El escenario más probable que ven en La Moneda es un triunfo estrecho del “En contra”, pero nadie se atreve a asegurar resultados ni dar señales de triunfalismo. La instrucción ha sido evitar mensajes confusos como el año pasado, cuando se instalaron tarimas y parlantes fuera del palacio. Por ello, los presidentes de los partidos políticos se mantendrán en el comando y el discurso del Presidente será sobrio, enfocado en dar un mensaje de unidad e insistir en que con el fin del proceso se acaba el momento constitucional. “Nadie celebrará ni se lamentará”, dice una alta fuente de gobierno.
Dependiendo de los resultados de ese día, se analizará si es pertinente convocar de inmediato a un acuerdo amplio con la oposición para avanzar en el pacto fiscal y en pensiones.
Para el gobierno, y lo ha planteado el ministro Marcel en instancias de conversación del comité político y del “gabinete procrecimiento”, es muy importante dar señales de certidumbre, ya que existe temor de que el triunfo del “En contra” pueda generar un efecto adverso en los inversionistas.
En Presidencia confían en que el gobierno está en buen pie para enfrentar los resultados de la elección del próximo domingo. La conclusión es que la aprobación del Presidente ha aumentado después de los Juegos Panamericanos (en los números de La Moneda llega a un 35% y la desaprobación, a un 51%), por lo que deberían mantener la estrategia con el Presidente en terreno y la agenda centrada en economía y seguridad. En encuestas públicas, también el Mandatario ha mostrado una leve alza; por ejemplo, en Cadem el domingo pasado llegó a un 33%.
De todas formas, en el Ejecutivo hay claridad de que hay que apretar tuercas en cualquier escenario, ya que el triunfo del “En contra”, pese a ser una victoria electoral, es una derrota política para los partidos oficialistas que abogaron y encontraron en la discusión constitucional una de sus prioridades. Por lo mismo, ha planteado un ministro del comité político en conversaciones con su equipo, de rechazarse el nuevo texto será más visto como un respiro que como un triunfo.
En esa lógica, lo que han conversado el Presidente y los ministros es que el 2024 tienen que mostrar capacidad de gestión para que haya crecimiento económico y poder cumplir promesas de campaña y prioridades programáticas como la condonación de la deuda del CAE, la reforma previsional, la reforma de salud y el nuevo pacto tributario. Además de la agenda de seguridad.
Por el contrario, de ganar el “A favor” el golpe será doloroso. La lectura es que si eso pasa la estrategia de la oposición de “plebiscitar la gestión del gobierno” habrá sido un éxito, pese a los esfuerzos del Ejecutivo de ser prescindentes en el proceso electoral. Sería un golpe letal al programa de gobierno y a la gestión de Boric, por lo que en el oficialismo aseguran que habría solicitudes a coro para un cambio de gabinete profundo.