Un repaso por sus cuatro años a la cabeza de Carabineros es el que hará este sábado el general director Ricardo Yáñez Reveco. En su periodo como máxima autoridad de la policía uniformada, a Yáñez le tocó enfrentar la pandemia del Covid-19 (el control de las restricciones de tránsito), un cambio de gobierno con autoridades que -en campaña- exigían refundar el organismo y recobrar la confianza en una institución que recibió “con la moral en el suelo” por las esquirlas judiciales tras el 18-O.
Este aniversario número 97 de Carabineros será especial para Yáñez. Junto con ser el último, ya que por ley su cargo expira este año, la actividad se verá marcada por su situación judicial: el próximo 7 de mayo será formalizado como autor de delitos omisivos de violaciones a los derechos humanos luego del estallido social. En concreto, por su rol como -en ese entonces- jefe de Orden y Seguridad.
Y es que aunque el deseo del alto oficial es no teñir el Día del Carabinero -que se realizará a partir de las 11.00 en la escuela de formación en Cerrillos- con la coyuntura que vive, es muy probable que los focos de las cámaras y los micrófonos lo apunten esta jornada en busca de respuestas sobre sus frenéticos últimos días en tribunales. En sólo dos semanas, la defensa de Yáñez presentó cinco peticiones, recursos, amparos y hasta la amenaza de una demanda contra el Ministerio Público para evitar ser formalizado. Y pese a que hasta el momento ninguno de sus embates ha tenido éxito, su círculo cercano alberga una última esperanza: que un ministro de fuero paralice el caso en medio de la medida precautoria presentada por su defensa, en la que, una vez más, alega estar siendo víctima de vulneraciones de sus garantías por parte de los fiscales que lo investigan. “Una persecución feroz”, como ha calificado en sus escritos.
Este viernes, Jorge Zepeda, el ministro que había sido sorteado por la corte capitalina para tramitar la petición, se declaró inhabilitado debido a que la sala que integró declaró admisible el recurso de amparo presentado por el general. El tribunal de alzada, entonces, volverá a sortear este lunes a un nuevo magistrado.
Será este último quien tendrá en sus manos la solicitud de Yáñez: suspender su formalización para soslayar el denominado “criterio Tohá” fijado por la ministra del Interior, Carolina Tohá, y que lo obliga a renunciar al cargo en el caso de que su formalización se concrete.
El mandato constitucional del general director número 23 de la historia de Carabineros vence el 19 de noviembre y Yáñez está empecinado en aferrarse al uniforme, ya que quiere romper con “la maldición del uno” y poder terminar su periodo para marcar una diferencia respecto de sus tres antecesores: Bruno Villalobos, Hermes Soto y Mario Rozas.
No hay certezas de que lo logre, dicen sus cercanos, pero al menos lo intentará. Si todo falla, renunciaría la próxima semana -en principio el viernes 3- y enfrentaría su formalización como general (R) y sin uniforme.
Visita fugaz
En la antesala del Día del Carabinero, Yáñez tuvo un día ajetreado. A las 10.55 de este viernes, cinco minutos antes de que comenzara la cuenta pública de la Fiscalía Nacional, llegó hasta el edificio, ubicado en calle Catedral 1421. A diferencia del resto de los invitados, incluso del Presidente de la República, Gabriel Boric, el alto oficial y su escolta -dos autos y dos motos- ingresaron por un costado del inmueble, directo al subterráneo, esquivando así a la prensa apostada en la explanada del recinto.
Y es que la relación que viven ambas instituciones es considerada en este momento de alta tensión, debido a la acusación de falta de objetividad que ha levantado el uniformado, asegurando que los persecutores Ximena Chong y su jefe, el fiscal regional Xavier Armendáriz, tienen “animadversión” en contra de Carabineros.
No pocos estaban atentos a la actitud que tomaría Yáñez en la cita, teniendo en cuenta que por la actuación del ente perseguidor no podrá terminar su periodo al mando de Carabineros, como era su objetivo.
Pero su visita a la Fiscalía fue protocolar y fugaz. Como llegó justo cuando iba a empezar la cuenta pública se sentó a un costado de la primera fila, al lado del ministro de Justicia, Luis Cordero. Desde ahí había pocas posibilidades de que se cruzara con quienes tomaron la determinación de imputarle responsabilidad penal por el mando de las lesiones -y un homicidio- ocurridos tras el 18-O: los fiscales Armendáriz y Chong.
El primero estaba en la cuarta fila y la segunda no asistió, ya que, justamente, está en un juicio contra el ex Fuerza Especial Claudio Crespo, quien es sindicado como el responsable de dejar ciego al estudiante Gustavo Gatica en 2019. Por estos días, Crespo enfrenta a la justicia por un episodio anterior y ahí la persecutora busca condenarlo.
Tras escuchar por escaso tiempo a Valencia, el general -a eso de las 11.58- tomó su gorra institucional y salió raudo rumbo a La Moneda. Ante las autoridades se excusó diciendo que tenía una actividad impostergable por un encuentro internacional de policías que se desarrolla esta semana en el país. Sin embargo, no pocos vieron en esta actitud una señal: el general estaba incómodo y -tal como llegó- salió en su vehículo escoltado por guardaespaldas, en lo que podría ser su último encuentro oficial y con uniforme con los integrantes del Ministerio Público.
Más tarde en La Moneda, en un encuentro con policías de Latinoamérica, Yañez respondería a la prensa que le consultó por la batería de recursos judiciales que ha presentado. “Mientras existan todavía trámites hay que esperar”, dijo.
Según reveló La Tercera, el general director ya pactó su salida con el Presidente Gabriel Boric, en el sentido de que La Moneda ya está al tanto de cómo administrará su renuncia. Ante esto, Yáñez señaló que no puede “pactar nada si yo tengo un jefe. Las personas que tenemos cargos directivos, a nivel nacional, tenemos algo que no lo tienen todas las autoridades, que es la confianza del Presidente”.
Con la precautoria pendiente aún en la corte, Yáñez volvió a insistir ante el fiscal nacional, Ángel Valencia, para que remueva a Chong y Armendáriz. Al respecto, la máxima autoridad del Ministerio Público explicó que “toda persona que se encuentra expuesta a un proceso penal tiene derecho de oficiar la garantía o las acciones que la ley le confiere (...) Si el general Yáñez está enfrentando un proceso judicial, mal se le puede reprochar su defensa y que esa acción es en función del interés de esa persona. Yo me quedo con esas afirmaciones”.
Junto con esto aclaró: “Hay una solicitud de inhabilidad por parte del general Yáñez, está pendiente todavía la resolución, pedimos un informe, conforme de acuerdo a nuestros procedimientos existentes, al fiscal Armendáriz relacionado con esa solicitud. Pero todos los fiscales, los fiscales de Chile, cuentan con la confianza del fiscal nacional”.
Marcelo Araya: el general subdirector que toma fuerza para ejercer el mando
Este jueves, en el encuentro empresarial Enade, en Vitacura, la ministra del Interior, Carolina Tohá, compartió con el general subdirector de Carabineros, Marcelo Araya, quien se ha convertido en una de las principales cartas de La Moneda para reemplazar a Ricardo Yáñez ante una eventual salida previa a su formalización por responsabilidad de mando el próximo 7 de mayo.
El Presidente deberá elegir entre las primeras cinco antigüedades, entre las que Araya, el segundo al mando, ha tomado ventaja.
El general subdirector tiene un vínculo estrecho con las autoridades de Interior, con quienes ha compartido en varias instancias por su cargo. También ha asumido la subrogancia de Yáñez en algunas oportunidades.
En el Ejecutivo creen que el perfil de Araya se ajusta a lo que buscan, porque ha tenido diferentes cargos en la institución y tiene conocimiento de las labores operativas y administrativas de Carabineros.
El nombre de Araya no es desconocido para la prensa, ya que fue ampliamente mencionado cuando se comunicó con la diputada Maite Orsini (RD) después de que el exfutbolista Jorge Valdivia fue detenido en medio de un control de identidad.
Las otras alternativas serían el director nacional de Orden y Seguridad, Enrique Monrás, y el director de Personal, Pablo Silva, quien se desempeñó como secretario general de Yáñez hasta el año pasado.
De todas formas, en el gobierno buscan llevar el proceso con mucho sigilo y en constante diálogo con Carabineros. El mismo Yáñez mantiene una comunicación fluida con el Presidente y la ministra Tohá -con quienes acordó su salida-, para que la decisión que tomen sea recibida de buena manera por la institución.