Emilia Ríos (FA) y opción de entrar al Ejecutivo: “Una siempre está dispuesta a apoyar en lo que el gobierno pueda requerir”
La alcaldesa de Ñuñoa, quien el domingo perdió por un estrecho margen ante Sebastián Sichel, descarta ser candidata al Parlamento, pero sí está disponible para aportar en la recta final de la administración del Presidente Gabriel Boric.
Solo 1.215 votos le negaron a Emilia Ríos (FA) la posibilidad de reelegirse como alcaldesa de Ñuñoa en los comicios municipales de la semana pasada.
Enfrente estuvo Sebastián Sichel, exabanderado presidencial de Chile Vamos, a quien, en 33 días, le deberá entregar el mando de la municipalidad que se erigió como uno de los bastiones del Frente Amplio.
Ahora, Ríos, desde su hogar, proyecta su futuro político y se muestra dispuesta a ser una carta que ingrese al gabinete de Gabriel Boric en el reajuste ministerial de noviembre.
¿Cómo vivió la elección del domingo?
Fue un día súper intenso, de muchas emociones. Partimos en la mañana acompañando a candidatos a concejales, porque era importante reconocer ese día todo el trabajo que hicimos en conjunto. De hecho, esperamos los resultados en la sede de la DC, aquí en Ñuñoa, con un grupo bien grande y afiatado que demostró nuestro sello de haber sabido trabajar en unidad, a pesar de nuestras diferencias a nivel local. Fue un día emotivo, de nervios, sobre todo porque el resultado fue muy estrecho.
¿A qué atribuye el resultado?
Las derrotas hay que analizarlas con calma. Hay una autocrítica que, quizás, podemos hacer, que tiene que ver con haber tenido más capacidad de comunicar los logros de esta gestión más sostenidamente durante el tiempo. Nuestro énfasis fue muy de gestión y menos de comunicación. Eso frente a un candidato que fue un excandidato presidencial con mucho conocimiento quizás nos pasó la cuenta. Dicho eso, enfrentamos una campaña de Sebastián Sichel que fue muy agresiva, que se basó en medias verdades y en descalificaciones. Lamentablemente, eso a veces resuena más que el debate de ideas.
¿Le gustaría volver en cuatro años más a ser candidata por Ñuñoa?
No lo descarto, para nada.
¿Cuáles fueron sus principales logros?
Hoy la comuna está encaminada a tener mejores espacios públicos muy importantes. La próxima administración va a poder, como se dice, “cortar bastantes cintas” por el trabajo que nosotros hemos realizado. Tenemos 27 proyectos que están a punto de terminarse, en proceso de licitación o en su término de diseño.
Durante su campaña, Sichel habló mucho de la caricaturización que el FA había hecho de Ñuñoa. ¿Esto pudo influir quizá en el resultado?
Se intentó instalar un discurso de que esta gestión fue sectaria o que apuntaba a sectores entre comillas minoritarios. Ñuñoa siempre ha sido una comuna diversa y más bien tendiente a un 50% de centroizquierda y 50% de centroderecha.
¿Cree que hubo un voto de castigo en su contra por ser la candidata del gobierno?
No, creo que no, porque las administraciones locales se juegan en otros códigos. Los alcaldes y alcaldesas somos figuras cercanas, estamos en terreno, conversamos con la gente cosas muy concretas, como mejorar las plazas, parques, el acceso a la salud primaria. Entonces, yo te diría que eso es lo que siempre más pesa.
En una llegada tan estrecha, ¿considera que el caso Monsalve pudo haber influido en su contra?
No, creo que no. Como decía, tiene que ver con otras cosas. Creo que las personas son capaces de distinguir esos planos.
¿Cree que el caso Monsalve puede haber influido negativamente en las fuerzas oficialistas?
No hubo ninguna fuerza política que se haya despegado del resto o que haya sorprendido. Yo interpreto este momento como uno de diversificación y normalización de la representación política. Lo que pasó en 2021 es que estábamos en un momento en el que el péndulo estaba muy hacia la izquierda. Entonces hoy día lo que uno ve es que los resultados de las elecciones se están pareciendo más al Chile de siempre.
¿Tiene pensado o le han propuesto ser candidata parlamentaria en las elecciones del próximo año?
No, ser candidata parlamentaria no está en mis planes.
Ahora se viene un cambio de gabinete justamente forzado por las parlamentarias del otro año. ¿Usted estaría dispuesta a asumir un rol en la administración del Presidente Boric?
Sí, por supuesto. No voy a decir uno u otro cargo, pero una siempre está dispuesta a apoyar en lo que el gobierno pueda requerir.
¿Cuál cree que debería ser el sello del gobierno en la recta final?
Creo que en el último año hay que seguir consolidando el trabajo de unidad, desde el punto de vista político, que es algo que está en camino, y que hay que proyectar para el siguiente periodo. Esa es la principal misión en lo político, con las dificultades que siempre tiene esto. Creo también que en este último periodo hay que imprimirle un sello de mucho más terreno, de mucho más escucha con la ciudadanía, de mucha más presencia, creo que eso es lo que se necesita.
¿Cuánto pueden ayudar los alcaldes del sector?
Bastante, justamente por la experiencia que tenemos los alcaldes, primero, que es de gestión concreta, administrar recursos para responder a las necesidades de la gente y además hacerlo estando con las personas. Ese es un sello y esa es una experiencia, un saber hacer, que le puede servir muchísimo al gobierno, poder incorporarlo en sus distintos servicios y ministerios.
El FA perdió siete alcaldías. ¿Qué lectura hace sobre este retroceso?
No estoy en condiciones de hacer un análisis, porque creo que cada comuna tiene sus particularidades, entonces sería irresponsable de mi parte decirte esto es lo que pasó, porque no es lo mismo San Miguel que Casablanca, que Tiltil. Yo creo que a nivel local se juegan otras dinámicas.
¿Cree que los alcaldes que lograron grandes triunfos, como Claudio Castro (Renca) o Tomás Vodanovic (Maipú), puedan tener una proyección presidencial?
Bueno, primero, estoy muy contenta de los resultados de esos colegas, es muy importante que se puedan mantener esas comunas difíciles, como Maipú y Viña del Mar. Por supuesto que eso hace pensar en liderazgos que tienen proyecciones nacionales. Ahora, el caso de Tomás, él ha dicho muchas veces que no está disponible a ser candidato presidencial y eso hay que respetarlo. Independientemente de los cargos, pueden cumplir un rol muy importante en la articulación del progresismo. b
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