Al completar casi 12 años al aire, la comedia The Big Bang theory le puso punto final a la historia de Sheldon y compañía con un episodio doble el jueves 16 de mayo de 2019. Una emisión que bajo casi cualquier circunstancia habría sido el gran hito televisivo de al menos ese mes. Pero no en la era de la saturación de las series, donde se vio ensombrecida por el estreno, tres días después, del capítulo final de Game of thrones.
La historia es conocida: el episodio, marcado por el trágico desenlace de Daenerys Targaryen y la elección de un rey improbable, concluyó con un sabor amargo la octava temporada de la fantasía de HBO, que ya venía cuestionada por su ritmo desparramado y por cómo desdibujó a varios personajes.
A la semana siguiente el canal programó un documental sobre la trastienda del último ciclo (The Last Watch), y pareciera que fue omitido olímpicamente por buena parte de quienes alguna vez convirtieron en un rito seguir domingo a domingo los destinos de Westeros. Muchos o estaban ocupados llamando infructuosamente a que se rehiciera el ciclo final o prefirieron dar vuelta la página.
Tras la polémica del adiós y la llegada de una pandemia que ha vuelto indispensable las miles de horas de aventuras televisivas, de golpe Game of thrones está de aniversario. Este sábado 17 se cumplen diez años desde el debut de su primer capítulo, Winter is coming. ¿Vendrá una nueva época de efervescencia en torno a la serie?
Alan Sepinwall, el crítico jefe de TV de la revista Rolling Stone, es implacable. “Han pasado dos años desde que la serie terminó, y me parece que su sombra casi ha desaparecido. La gente seguía hablando en este punto de Los Soprano o Breaking bad u otros grandes programas después de sus conclusiones, pero todos quedaron tan decepcionados con la última temporada (o temporadas) que el entusiasmo por el momento se ha evaporado por completo”, señala a Culto.
HBO no se da por enterado, porque esta semana anunció el inicio de sus festejos bajo el nombre Iron Anniversary, un mes completo consagrado a celebrar la producción.
Concepción Cascajosa Virino, docente y experta española en TV, estima que “esos eventos van a servir de termómetro para saber si esa ‘decepción’ perdura o no”. La también autora de libros como La cultura de las series acaba de finalizar un hilo en Twitter en que fue revisitando día a día un capítulo distinto de Game of thrones, hasta completar los 73. Allí defendió “que no fue perfecta. Pero las series, lo siento, no van de ser perfectas, sino de ofrecer un viaje que te importe”.
Ahora, consultada por este medio, se detiene en “el espectáculo y la aventura” como los grandes legados de la ficción. “GOT fue excepcional en elevar los estándares de producción de la televisión a un nivel que ni siquiera se había visto en las grandes miniseries de los años 80 como The winds of war”, sostiene Cascajosa.
Coincide Sepinwall, quien plantea que “antes existieron series que cubrían áreas como la intriga política o mataban a sus personajes, pero ninguna había hecho nada de eso con la enorme envergadura de Game of thrones”. Aunque insiste: “Desperdiciaron toda su reputación con la forma en que finalizó”.
En 2022, HBO estrenará la precuela de la historia, House of the Dragon. “Creo que habrá un problema de expectativas”, advierte Cascajosa. “La exigencia ahora de estas series no va a ser como la temporada uno de Game of thrones, sino como sus temporadas finales. Y eso creo que es imposible de satisfacer”.