Gobierno evita escalar conflicto con Bolivia en medio de gestiones por crisis migratoria
“No quiero entrar en ninguna polémica”, dijo ayer el canciller Van Klaveren sobre la idea del Presidente de Bolivia, Luis Arce, de inaugurar una nueva etapa con Chile, pero reflotando la demanda por un acceso soberano al mar. El Presidente Boric pidió no caer en declaraciones cruzadas.
Fue uno de los temas que el canciller, Alberto van Klaveren, abordó ayer en su discurso en la Cumbre Iberoamericana, la que se inauguró en el monumento Fortaleza Ozama, de Santo Domingo, República Dominicana: la necesidad de potenciar esfuerzos conjuntos para enfrentar la crisis migratoria.
Y su intervención, que realizó ante sus pares, no fue al azar. El propio Presidente Gabriel Boric le había encargado que aprovechara esta instancia multilateral -que integran 22 países- para reforzar diálogos con países como Bolivia, Perú y Venezuela, con el objetivo de poder avanzar en soluciones conjuntas que permitan enfrentar de mejor manera las complejidades de la migración irregular en Chile.
Con ese horizonte, aseguran en la comitiva presidencial, Van Klaveren evitó ayer tensionar aún más la relación con el país liderado por Luis Arce, quien también participa del encuentro, y el que en la antesala del foro reiteró sus intenciones de tener acceso soberano al mar, pese a que la Corte Internacional de Justicia zanjó en 2018 que no existe obligación jurídica por parte de Chile de negociar sobre ese punto.
“No quiero entrar en ninguna polémica, no me parece oportuno y no me parece conveniente desde el punto de vista de lo que son los intereses de ambos países”, respondió el canciller ayer en el Centro de Convenciones de la capital dominicana. Por el contrario, destacó que “nosotros hemos tenido siempre un espacio de diálogo con Bolivia, estamos fortaleciendo ese espacio, hay muchos temas en que hay intereses comunes”.
En su intervención -la que coordinó previamente con Boric-, el ministro también reveló que había sostenido un encuentro previo con su par boliviano, Rogelio Mayta, del que no dio mayores detalles. Se espera que esta jornada ambos tengan un encuentro bilateral en el que aborden esa y otras materias.
En la comitiva presidencial afirman que el gesto de Chile a Bolivia busca no entorpecer el clima en medio de los diálogos que lidera el canciller y a los que también podría sumarse el propio Mandatario.
De hecho, según las mismas fuentes, el Jefe de Estado desdramatizó internamente los dichos de Bolivia, los que fueron interpretados por excancilleres y parlamentarios como una forma de condicionar los diálogos en materia migratoria con Chile.
Para el Mandatario, dicen en la comitiva, no era bueno caer en declaraciones cruzadas que pudieran tensionar innecesariamente las conversaciones, sobre todo, en el entendido de que Bolivia tiene como uno de sus mandatos constitucionales abogar por el acceso soberano al mar. De hecho, al ser consultado por lo que hará Chile respecto de lo planteado por el país altiplánico, Boric se limitó a decir: “Acercarnos más, acercarnos más”.
Por su parte, el canciller Mayta ratificó lo dicho por Arce ayer en la Cumbre Iberoamericana, aunque no despejó del todo si la lista que propone para una nueva relación bilateral con Chile está condicionada a la demanda por acceso soberano al mar.
“Son importantes las palabras del Presidente Luis Arce el día de ayer, convocando a iniciar una nueva etapa en la relación con Chile de una forma constructiva”, dijo.
Ante la pregunta de si el acceso al mar es condicionante para abordar el tema migratorio, el canciller boliviano aseguró que “no... es una agenda que se ha planteado y esperamos que en el futuro podamos ir construyendo esa relación de confianza”.
Durante la jornada, el canciller Van Klaveren también lideró diálogos con otros países de la región. Pasadas las 17.30 sostuvo una bilateral con su par de Venezuela, Yvan Gil, mientras que en la previa hizo lo mismo con sus contrapartes de Perú y Brasil.
Quienes conocieron de esos intercambios aseguran que el ministro abordó la importancia que tiene para Chile establecer espacios más fluidos y formales para abordar la crisis migratoria. Esto, justamente, luego de que Gil, la semana pasada, negara que autoridades chilenas hayan abierto diálogos con Venezuela por este tema, contradiciendo a Boric y al mismo Van Klaveren.
Hoy está previsto que el Presidente se refiera a la crisis migratoria en el discurso -de cerca de siete minutos- que tiene preparado y que entregará en la sesión plenaria de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno.
“Se requiere ser mayoría y no vanguardia”
La jornada del Mandatario partió cerca del mediodía. A eso de las 11.15 -hora chilena-, el Jefe de Estado sostuvo su primera bilateral con su par uruguayo, Luis Lacalle Pou, en el Hotel El Embajador.
Según publicó el Presidente en su cuenta de Twitter, en la cita se abordaron temas como “la relevancia de la integración y el intercambio comercial, fortalecimiento de la democracia y el respeto a los DD.HH.”. Además, se reafirmó el interés de Chile en la candidatura para organizar el mundial 2030.
Luego, pasadas 12.30 horas, fue recibido en el Palacio Nacional por el anfitrión y Presidente de República Dominicana, Luis Abinader. En la cita, a la que ambos concurrieron con sus cancilleres, se informó que conversaron “de lo clave de abordar la migración, combatir la corrupción y los desafíos del cambio climático. Además de los impactos de la invasión a Ucrania y los esfuerzos de paz”.
Durante la tarde, participó de la Cumbre Iberoamericana de Jóvenes, donde reflexionó sobre los desafíos de ser el Presidente más joven. En ese contexto, Boric recalcó que es clave entender la diferencia entre ser parte de la sociedad civil y ser quien es responsable de responder a todo un país. Eso, afirmó, ha sido un aprendizaje difícil durante su primer año en el poder.
“Para poder hacer cambios estructurales se requiere ser mayoría y no vanguardia y ese es un aprendizaje”, dijo Boric a más de 160 jóvenes de todos los países representados en el foro.
Asimismo, valoró la integración generacional que ha logrado entre sus dos coaliciones de gobierno: el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad. “Acá no es que los jóvenes desplazaron a los viejos, sino que juntos estamos gobernando y teniendo un diálogo intergeneracional”, sostuvo.
Por otro lado, el Presidente reforzó su postura en contra de una moneda única para América Latina. En esa línea, calificó como “ingenuo y voluntarista” pensar que esa es la única vía de integración regional.
Consultado por la dificultad que implican los denominados “poderes fácticos”, el Mandatario señaló que “los poderes fácticos (...) no necesariamente son todos homogéneos y, por lo tanto, es un error meter a todos a quienes consideramos adversarios en el mismo saco”.
“Decir todos los empresarios son malos y todos son unos sátrapas es un error, que nosotros conocimos en algún momento”, ejemplificó, agregando: “La policía, por ejemplo, nosotros la veíamos como que reprimía a los estudiantes, pero es mucho más que eso. La policía lo que significa, en la práctica, o debiera siempre significar...Es el imperio del derecho y que -por lo tanto- que no prime la ley del más fuerte”.
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