Si el presidente Boric hubiese decidido atrincherarse en Apruebo Dignidad y no hacer un gabinete más amplio, hubiese significado renunciar a nuestro programa”, sostiene el diputado de Convergencia Social y cercano al mandatario electo, Gonzalo Winter, quien defiende el debutante esquema de gobierno, pero asume que ello va a desencadenar un juego de fuerzas entre sus nuevos y viejos miembros.
¿Qué lectura hace del gabinete?
Estamos bastante contentos con la reacción de la ciudadanía respecto del gabinete. Es un equipo muy potente, que muestra algunas cuestiones que son simbólicas, pero que son importantes, como que haya mayoría de mujeres y que por primera vez entra una mujer al Ministerio del Interior. Es importante que sea un gabinete más diverso de lo que estamos acostumbrados. El Chile actual es diverso y, en lugar de intentar evitarlo, lo enfrentamos aceptándolo y valorando esa diversidad.
¿Fue la falta de mayorías en el Congreso el principal factor de incorporar a la ex Concertación?
Hay algo que es totalmente nuevo en el gabinete y es que no está sostenido sobre una coalición política, sino que sobre dos: Nuevo Pacto Social y Apruebo Dignidad. El Nuevo Pacto Social tiene muchos partidos, pero al menos dos almas: el alma socialdemócrata y el alma DC, que no es parte del gobierno. Y, al mismo tiempo, Apruebo Dignidad tiene dos almas muy marcadas, que es Chile Digno y Frente Amplio. Eso es algo novedoso, porque quiero ser muy claro en algo: no nos hemos propuesto la fundación de un nuevo proyecto político que integre a todos los partidos de gobierno. ¿Cuál es la implicancia práctica de aquello? Que para los militantes de todos los sectores que apoyan al gobierno, el gobierno es un escenario de disputa, de disputa política sana. Si el presidente Boric hubiese decidido atrincherarse en AD y no hacer un gabinete más amplio, hubiese significado renunciar al programa de Apruebo Dignidad.
¿Vamos a tener una disputa constante entre dos almas del gobierno?
Yo sería más específico. Va a tener muchas almas, pero no solamente de los partidos, también va a haber independientes. Cuando había un gobierno que era de Chile Vamos, el independiente que entraba era de alguna forma de esa coalición. Lo mismo con la Nueva Mayoría o la ex Concertación. Hoy los independientes no se hacen parte del Nuevo Pacto Social ni de AD, sino que son independientes llamados a colaborar por el presidente de la República. No se trata de que el gobierno vaya a tener dos almas, sino de que va a ser política e ideológicamente muy diverso y, por lo tanto, la necesidad de hacer política ha vuelto.
¿Y cómo se hacen cargo de que van a gobernar con los partidos que hace poco vetaron, como el PPD-PR y PL?
No usaría la palabra vetar, lo que hicimos fue construir proyectos políticos distintos a ellos. En este momento entendemos que tenemos que tener la humildad suficiente para entender que el pueblo ha elegido a Gabriel Boric, pero también a un Congreso donde los partidos de la ex Concertación tienen una representación similar o, en el caso del Senado, superior a la nuestra. Por lo tanto, si queremos hacer andar nuestro programa es necesario conversar. ¿Por qué hay tan buena reacción a este gabinete? Porque no son los sectores de la ex Concertación que hemos impugnado los que entran al gabinete. Cuando hablo de la colonización empresarial dentro de la Concertación, no estoy hablando ni de Jeanette Vega ni de Marcela Hernando ni de Maya Fernández, que son tres personas que han tenido una trayectoria política cuya experiencia resulta útil para el gobierno y que no se corresponde con la descripción de algunos aspectos negativos que hemos hecho abiertamente.
¿Y Mario Marcel (Hacienda)?
Tengo la impresión de que Mario Marcel ha sido siempre una persona de izquierda, un socialdemócrata, pero que se ha caracterizado más que por su aspecto ideológico, por ser muy serio en los trabajos que se le han encomendado. Hemos tenido una diferencia con respecto a los retiros, pero me parece que es soportable dentro de la situación que vivimos como país. No veo ahí ninguna claudicación, sino que un reconocimiento a la calidad profesional y política de una determinada persona y, al mismo tiempo, la necesidad que tenemos, como decía antes, de ampliarnos.
¿Con este gabinete y la elección de Marcel, se abandonó el ADN de Apruebo Dignidad?
Hacer un análisis realista del escenario político no tiene por qué modificar quién es uno, cuáles son las convicciones que lo motivan o cuál es la tradición de pensamiento de la cual uno es parte. Hoy la forma más eficiente de llevar adelante nuestro programa es con un gabinete y un gobierno de amplitud, compartiendo el poder.
¿Con esto asumen que van a tener que renunciar en gradualidad y profundidad de las reformas?
Puede haber velocidades, matices y aspectos que van a sufrir modificaciones en el Congreso para poder conseguir que las reformas avancen. Lo que nosotros sabemos es que hay cuestiones que no aguantan más. Chile necesita una reforma de pensiones cuanto antes, acortar la brecha entre la educación pública y privada. Tenemos un déficit habitacional de cerca de 700 mil viviendas y creciendo todos los años. Nosotros necesitamos hacer reformas, pero lo que quiero plantear con toda claridad es que si el presidente Boric o AD hubiésemos preferido ser un gobierno que solamente hace discursos radicales, pero no transformaciones, sería el máximo de los fracasos políticos.
El PS hoy es el partido más grande de la coalición de gobierno. ¿Cómo espera que sea la coordinación con CS?
La forma en la que se coordina CS es siempre en primer lugar con el Frente Amplio, en segundo lugar con AD y en tercer lugar con otros actores de la centroizquierda e izquierda.
¿Y cómo espera que se conjugue que hay partidos de AD que tendrán menor peso que el PS y PPD?
No puedo hablar por el gobierno, pero sí de la coordinación parlamentaria que es lo que me compete. Sin embargo, que el gobierno, mi impresión como ciudadano, decida ampliar sus bases de apoyo, de reconocer la diversidad de Chile y entender que la visión de AD no es la única que existe en este país, no significa que la forma primordial de actuar del gobierno sea el cuoteo proporcional a los escaños en el Parlamento. La principal forma de guiarse del gobierno tiene que ser en función de los intereses de las personas que viven en Chile. Es posible que se dé esa situación, pero tengo toda la confianza en que los partidos que hoy apoyan al gobierno no van a utilizar sus votaciones para hacer gallitos de poder con el gobierno.