“Démonos ánimo por mientras, porque, al menos hoy, pienso que hay que sobreponerse y sacar la energía que no solo es necesaria cuando vamos bien”.
Ese es el mensaje que la noche del 21 de noviembre la encargada nacional del Frente Feminista de Convergencia Social, Irina Karamanos, les hizo llegar a algunas de sus correligionarias a través de WhatsApp.
Pasadas las 10 de la noche era un hecho que su pareja, el diputado Gabriel Boric (CS), se mediría en la segunda vuelta presidencial frente al líder del Partido Republicano, José Antonio Kast. Sin embargo, los números no le permitían a su coalición celebrar como lo habían planeado. El abanderado de la derecha había superado al de Apruebo Dignidad por dos puntos, un escenario que varios no se esperaban y que genera inquietud, porque desde 1999 que el candidato que pasa primero al balotaje es quien se queda con la banda presidencial.
Ese domingo en la noche, Karamanos llamaba a sus compañeras a mantener el ánimo y a dar la pelea. Luego subió al escenario y se ubicó cerca de Boric cuando este hizo su primer discurso público como carta única de la oposición de cara a la elección presidencial. Allí, el parlamentario agradeció particularmente a la dirigenta. “Quiero agradecer con mucha emoción, no se imaginan lo tremendo que es hablar en estos escenarios, a mi familia y a mi compañera, que son mis pilares para estar parado ante ustedes hoy”, dijo el diputado ante la multitud, con una emocionada Karamanos a unos pasos de él.
Esa puesta en escena no fue la única aparición pública de la dirigenta esa jornada. A primera hora, Karamanos acompañó a Boric a emitir su voto en la Escuela Patagonia, en Punta Arenas. Se le pudo ver en televisión mientras caminaba junto a quien ha sido su pareja por más de dos años. El gesto quedó registrado en la foto que se sacaron juntos y que ella subió más tarde a su cuenta de Instagram en la que escribió: “Con viento magallánico esperando el futuro”.
En el comando de Gabriel Boric reconocen que Karamanos tiene más presencia pública que al inicio de la campaña. Y no es una casualidad. Responde a un nuevo diseño que busca proyectar la imagen de un candidato más tradicional.
La influencia de Karamanos en la candidatura del parlamentario siempre ha estado presente, aunque en una esfera más íntima. En el comando aseguran que durante la campaña han sido pocas las veces en que la militante de CS se ha aparecido por la casona de Santa Isabel y que es más común verla en algunas actividades en terreno o en el backstage de programas de televisión acompañando a Boric junto a otras de las mujeres de Convergencia Social que conforman su círculo de hierro: Javiera Cabello y Antonia Orellana, quienes integran el comando.
De “bajo perfil’' y “reservada”, según la describen sus cercanos, durante la mayor parte de la campaña a la primera vuelta prefirió mantener un rol discreto y no aparecer públicamente. Según explican en el comando, la decisión de la pareja fue mantener la diferencia entre su relación y la campaña. “El rollo de ‘la polola de’ no es algo que la acomode, ella es un cuadro político dentro del partido”, asegura un cercano a ambos.
Sin embargo, en el comando de Boric no hay ninguna duda de que Karamanos ha tenido un rol político gravitante en la candidatura. En el círculo del diputado por Magallanes describen a la dirigenta como su principal “confidente” y consejera de “reflexión política”.
Y en el interior del comando ya hay un debate sobre el rol que Karamanos podría asumir en un eventual gobierno. En la coalición miran con distancia la figura institucional de la primera dama. Por eso, se comenta que en caso de llegar a La Moneda, la dirigente podría ejercer otro rol.
Karamanos fue clave durante los meses en que el Frente Amplio buscó convencer a Boric de ser su candidato presidencial, pese a la resistencia de su círculo más cercano. Cumplió un rol de contención importante con él y fue una de las impulsoras al interior de la colectividad de la idea de que el FA “podía y debía” impulsar una opción presidencial.
Además, en la colectividad sostienen que la dirigenta fue una de las encargadas del proceso de re- colección de las 34 mil firmas que le exigía la ley para inscribir formalmente a un abanderado de sus filas.
“En este momento tan decisivo estamos con todas las energías puestas en trabajar desde diversos frentes para continuar con las transformaciones que demanda la gran mayoría, tan necesarias para poder vivir en una sociedad diversa, democrática, intercultural, libre de todas las violencias, feminista y ecológica”, asegura Karamanos a La Tercera.
Y agrega: “Con Gabriel somos parte del mismo proyecto político, compartimos estas convicciones y esperanzas concretas de aportar a construir una sociedad alternativa. Ese es el horizonte y principal responsabilidad hoy”.
De Alemania al Movimiento Autonomista
La formación política de Karamanos corre por caminos distintos a la de Boric. A diferencia de la mayor parte del círculo de ambos, la dirigenta no viene de la Universidad de Chile. Ni tampoco es abogada.
Si bien pasó solo un año por esa casa de estudios para estudiar arte, la líder de las feministas de CS hizo su pregrado en Alemania, en la universidad de Heidelberg. En ese lugar estudió Antropología y Ciencias de la Educación y, según dicen sus cercanos, fue donde se formó políticamente. Tras eso también ha hecho estudios en artes visuales, gestión cultural, derechos lingüísticos y formación ciudadana.
Según explican en el comando, tras regresar a Chile, Karamanos se acercó al Movimiento Autonomista (MA), organización política de izquierda que fundó Boric. Cercanos a la dirigenta destacan que era una militante activa que rápidamente logró resaltar en la organización.
En ese espacio afianzó su relación con algunos de los colaboradores más estrechos de Boric, entre los que se encuentran la convencional constituyente Constanza Schonhaut, quien en esa época era la secretaria general del MA.
Karamanos, de hecho, trabajó en el frente de cultura de ese movimiento y fue en las actividades que organizaba desde ese espacio, dicen cercanos, que conoció a Gabriel Boric.
En el comando sostienen que justamente su expertise es la cultura y, de hecho, tuvo una participación en esa área en el programa de Beatriz Sánchez en 2017.
La dirigenta feminista ha ocupado distintos roles al interior de Convergencia Social y en el partido sostienen que estuvo dentro del grupo que impulsó que su organización se fusionara con la Izquierda Libertaria, SOL y Nueva Democracia en 2019. Desde ese entonces, Karamanos ha formado parte del mismo lote de Boric, el que nunca ha tenido una fuerza mayoritaria dentro de la colectividad.
En ese sentido, en CS sostienen que la dirigenta defendió internamente la solitaria firma de Boric en el acuerdo por una nueva Constitución, proceso que provocó una crisis en el partido y le costó que lo pasaran al Tribunal Supremo de la colectividad.
Tras esto, Karamanos ha estado en el comité central de Convergencia Social como delegada metropolitana. Además, en medio de la campaña presidencial, la dirigenta ganó la elección interna del Frente Feminista de su partido con más del 60% de los votos, pese a que, aseguran en la colectividad, su nombre generó ruido en esa instancia debido a ser la pareja de Boric.
Una de sus primeras complejidades a cargo de esa instancia fue la reaparición de una denuncia de acoso contra Boric por supuestos hechos de 2012. Sus cercanos, no obstante, declinaron referirse al tema.
En el círculo del candidato sostienen que, pese a pertenecer al lote de Boric -en el que también cuentan al diputado Gonzalo Winter, con quien Karamanos trabajó en su diputación-, la dirigenta ha logrado tener un perfil más “transversal” al interior de Convergencia Social.
En eso sostienen que se ven las similitudes políticas de la pareja. “Si algo tienen en común con Gabriel en términos políticos, es que poseen la capacidad de diálogo, de entender la posición del otro y de no quedarse en la trinchera”, asegura Cabello.