Israel bombardeó ayer la Franja de Gaza, matando a por lo menos 10 personas, incluida una niña de cinco años y un líder miliciano, además de causar heridas a otras 55, dijo el Ministerio de Salud del territorio palestino.
Israel dijo que lanzó el ataque contra la milicia Yihad Islámica debido a una “amenaza inminente” luego del arresto de Bassam al-Saadi, un alto dirigente de la Yihad Islámica, durante una redada en la ciudad cisjordana de Yenín esta semana. Posteriormente, Israel cerró todos los cruces de Gaza y algunas carreteras cercanas por temor a ataques de represalia del grupo, que tiene un bastión en ese territorio palestino.
Horas después del ataque israelí de ayer, combatientes palestinos lanzaron una andanada de cohetes, lo que hizo sonar las sirenas de ataque aéreo en el centro y el sur de Israel. La Yihad Islámica afirmó haber lanzado 100 proyectiles.
Israel y el grupo militante Hamas que gobierna Gaza desde 2007 han librado cuatro guerras y varias batallas menores en los últimos 15 años, con un costo asombroso para los dos millones de palestinos que viven en el territorio.
Por la tarde se escuchó una explosión en Ciudad de Gaza y se vio una nube de humo brotar del séptimo piso de un edificio alto. Videos difundidos por los militares mostraron ataques que contra tres torres de guardia donde supuestamente había combatientes.
En un discurso televisado, el primer ministro interino, Yair Lapid, afirmó que Israel había lanzado los ataques con base en “amenazas concretas”.
“Este gobierno tiene una política de tolerancia cero ante cualquier intento de ataque -de cualquier tipo- desde Gaza hacia territorio israelí”, dijo Lapid. “Israel no se quedará de brazos cruzados mientras haya quienes intenten dañar a sus civiles”.
Añadió que “Israel no está interesado en un conflicto más amplio en Gaza, pero tampoco rehuirá de uno”.
La Radio del Ejército israelí informó que Israel estaba convocando a los reservistas en la región cercana a Gaza.
La violencia supone una prueba para Lapid, que asumió como primer ministro interino hasta las elecciones de noviembre, en las cuales espera conservar el puesto. Tiene experiencia como diplomático, habiendo fungido como ministro del Exterior en el gobierno saliente, pero sus credenciales en materia de seguridad son escasas.
Hamas también enfrenta un dilema en cuanto a librar una nueva batalla apenas un año después de la guerra anterior, que causó una devastación generalizada. Desde entonces prácticamente no ha habido reconstrucción, reina la pobreza y la tasa de desempleo alcanza el 50%.
El Ministerio de Salud dijo que en el bombardeo contra Gaza murieron una niña de cinco años y una mujer de 23, y que otras 55 personas resultaron heridas. No distinguió entre civiles y combatientes. El Ejército israelí cifró en unos 15 la cantidad de combatientes muertos.
La Yihad Islámica dijo que entre los fallecidos estaba Taiseer al-Jabari, su comandante para el norte de Gaza.
Cientos de personas marcharon en una procesión fúnebre por los muertos, muchos con banderas palestinas y de la Yihad Islámica, clamando por venganza.